Salvo sorpresa mayúscula, la gama de la nueva generación del Mercedes SL está cerrada, ya que en poco tiempo la firma alemana ha lanzado la oferta convencional de motores y las versiones deportivas SL 63 AMG y SL 65 AMG. A partir de ahora probablemente comencemos a ver numerosas preparaciones sobre cualquiera de las versiones, ya que el SL ha sido tradicionalmente uno de los modelos preferidos por las empresas de tuning. Una de las primeras ha sido Brabus, siempre al pie del cañón en cuanto a Mercedes se refiere.
Por el momento se han limitado a realizar cambios mundanos sobre el Mercedes SL 500, lejos de las salvajadas de más de 800 CV que les han hecho tan famosos. No obstante, sí que han realizado una potenciación de su motor 4.7 V8 biturbo, que de serie entrega 435 CV y 700Nm. Gracias a la reprogramación de la electrónica y a pequeños cambios en el motor, se ha elevado la potencia hasta los 520 CV, con un par motor máximo de 820 Nm. La transmisión automática de siete velocidades permanece sin cambios.
Con esta nueva potencia, el Mercedes SL 500 Brabus acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos, y alcanza una velocidad máxima de 300 km/h, aunque puede mantenerse la limitación de velocidad de 250 km/h o bien aumentarla a 275 km/h. También han añadido más cambios mecánicos al chasis, que pueden ser montados en el Mercedes SL 350 (motor V6 de 304 CV). Así, en ambas versiones se puede equipar un diferencial de deslizamiento limitado o una nueva suspensión que reduce la altura del coche hasta en 25 mm.
Estéticamente también hay mucho que decir, ya que Brabus ofrece un kit aerodinámico completo compuesto de nuevos parachoques delanteros y traseros, faldones laterales, un alerón trasero y nuevos juegos de llantas disponibles en diámetros de 18 a 20 pulgadas. En el interior se ofrecen tapizados en cuero de decenas de colores, inserciones en fibra de carbono o varios tipos de madera, recibidores de las puertas iluminados, alfombrillas Brabus y, como curiosidad, un nuevo velocímetro que aumenta la velocidad máxima marcada hasta 320 km/h.
Por el momento nos tenemos que conformar con estas modificaciones a la espera de que lleven las variantes más brutales, tanto por estética como por prestaciones.
Fuente: WCF
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