Llevamos mucho tiempo mencionando el gran salto cualitativo en casi todos, o todos, los aspectos por parte de los coches coreanos. Diseños cuidados, interiores que han mejorado muy notablemente superando a rivales europeos… la evolución ha sido realmente notable y hoy, nos ponemos al volante de uno de esos referentes en la evolución de las firmas coreanas. Hoy, probamos el nuevo Kia cee’d.
Ponemos a prueba al compacto de Kia, un modelo totalmente renovado, uno de los principales pilares en la gama actual del fabricante y lo hacemos con el acabado Drive acompañado por el motor gasolina atmosférico 1.6 GDI de 135 caballos. Sin adentrarnos en extras este cee’d tiene un precio de partida, con descuentos aplicados, de 17.123 euros, 20.273 euros sin ellos ¿estará a la altura de sus rivales europeos? ¿los superará?
Hace unos meses me ponía al volante del Kia cee’d SW de la anterior generación, lo hacía después de haber conocido al modelo que analizo en esta prueba en el último Salón de Ginebra, hablábamos entonces de un modelo a punto de ser renovado, el paso de los años se notaba y aún así ofrecía ya un cambio también notable respecto a lo que nos encontrábamos en modelos anteriores de la marca. Ahora el salto es más notable aún, por supuesto a mejor.
Si de aquel cee’d señalaba como virtudes la sencillez de su diseño en este nuevo cee’d tengo que apuntar a una clara visión al futuro plasmada en el diseño del coche traducida en líneas modernas, a la altura o por encima de lo que nos podríamos encontrar en cualquier compacto europeo. Un interior sencillo sí, que no malo, pero con un exterior bastante acertado.
Un diseño moderno y fluido
Comenzando por su frontal, nos encontramos con una parrilla poligonal convertida en sello de identidad de la marca que sigue las líneas de unas ópticas bastante llamativas por su extensión por encima de la aleta. Sobre estas ópticas, en el capó, dos líneas suaves curvadas que junto al nervio lateral, igualmente poco marcado, suave, denotan el nuevo diseño más fluido y dinámico que el del anterior cee’d que como antes he mencionado apostaba más por la sencillez.
Su zaga se posiciona, bajo mi punto de vista, como uno de los apartados más interesantes en la estética del nuevo cee’d. Sus ópticas, que igualmente se extienden por una parte del lateral, el diseño de la parte inferior del paragolpes, la salida del escape y alerón crean un conjunto que personalmente me pareció bastante acertado. Desde luego ya no estamos ante una marca que apuesta sólo por un precio competitivo como mejor baza, también lo hace luchando de tú a tú en diseño. No podemos pasar por alto los detalles cromados en la parrilla, en los marcos de las ventanillas o en los faros antiniebla.
Acudiendo a las cifras nos encontramos con una longitud de 4.31 metros, una anchura de 1.78 metros y una altura de 1.47 metros, dejándonos con una distancia entre ejes de 2.65 metros y un coeficiente aerodinámico de 0.30. El peso mínimo en orden de marcha es de 1.268 kg, el máximo 1.392 kg.
Un interior amplio y con un buen ajuste pero que peca de excesiva sobriedad
Pasamos a su interior. Aquí la filosofía que prima si es la sencillez. No hay florituras, ni detalles exagerados de diseño, ni se aborda espacio alguno en su habitáculo buscando algún ekercicio de diseño. Es sencillo. Quizá para algunos demasiado. Para mi gusto lo es, peca de demasiada sobriedad pero lo que encontramos está bien acabado.
El resultado del conjunto interior es bueno. Más que por materiales por el ajuste, todo parece robusto y ofrece un buen aspecto. Encontramos algunos detalles en gris símil al aluminio que rompe con la monotonía en una consola central dividida en tres pantallas de dimensiones contenidas donde nos encontramos, de arriba a abajo, con un reloj y temperatura exterior, radio con reproductor de mp3 y finalmente la pantalla del climatizador bizona, que dicho sea de paso enfría muy correctamente. Todo digital y con un diseño, de led naranja, que resulta poco llamativo algo que se soluciona con un diseño mucho más favorable al incorporar el navegador GPS.
En el puesto de conducción nos encontramos con un completo volante multifunción donde se agrupan los botones para navegar por el menú (cuyo visionado se encuentra en el panel de instrumentos), audio, manos libres o incluso para regular la dureza de la dirección. Un acabado bueno el del volante, con un buen tacto tanto del aro como de los botones que en él encontramos.
Las esferas tienen una buena legibilidad con números blancos sobre fondo negro, dando prioridad a la velocidad en la esfera central donde también encontramos la pantalla del ordenador de abordo, flanqueada por otras dos esferas donde aparece el cuentarevoluciones y el nivel de combustible.
La posición de conducción es cómoda, con una sensación bastante óptima de espacio, tanto longitudinal, como en altura y respecto al acompañante. La unidad probada cuenta además con techo panorámico practicable, con cortinilla automática, por lo que la sensación de espacio aumenta gracias a la iluminación extra que aporta este techo. Tampoco podemos pasar por alto la mejora estética de su exterior con él.
En cuanto a huecos para objetos, encontramos bajo la consola central un buen sitio donde ubicar llaves, móvil y demás objetos cotidianos, estando también presente un mechero, una toma AUX, una entrada USB y una toma de 12v. Hay un buen espacio para objetos en el habitáculo con este espacio bajo la consola, los dos portavasos del puente central, los huecos en las puertas…
Las plazas traseras siguen con la tónica del buen nivel de espacio para tres adultos. La plaza intermedia tiene la desventaja de la prolongación del puente central, pero tampoco es demasiado acusado y la altura respecto a las plazas laterales no es demasiado elevada. Eso sí, es más duro. En espacio longitudinal y anchura está bastante bien solventado.
Es el turno de conocer su maletero que se muestra dentro de la media del segmento con 380 litros. Su capacidad se puede extender hasta los 1.318 litros plegando los asientos traseros. Destaca en este maletero detalles como la red para fijar objetos, ganchos en la parte inferior de la bandeja, cintas en los laterales, toma de 12v o la superficie con diversos compartimentos bajo el suelo del maletero.
En definitiva, poniendo punto y final a esta primera parte de la prueba del Kia cee’d nos encontramos con un producto con una buena capacidad para satisfacer la demanda del público europeo, un buen diseño exterior, fresco, dinámico, acertado que da paso a un interior sobrio, sencillo, en el que no encontramos floritura alguna, ni materiales exquisitos o pantallas táctiles a color, sino que encontramos un buen ajuste, de apariencia robusta y una buena habitabilidad.
En la segunda parte de la prueba continuaremos con el análisis de su motor, gasolina de 135 caballos y su dinámica.
En Diariomotor: Kia pro_cee’d 1.6 CRDi 128 CV Eco-Dynamics Emotion, a prueba| KIA Cee’d SW 1.6 CRDI 128 CV Emotion, a prueba
