Junto al nuevo Seat Toledo, la novedad estrella de la marca española en el Salón de París 2012 ha sido sin duda el Seat León. Ya conocido hace unos meses, en la muestra parisina hemos podido verlo y tocarlo en persona, y lo cierto es que el nuevo asalto de Seat al segmento de los compactos promete. La tercera generación del compacto español comparte tecnología y plafaforma con los nuevos Audi A3 y Volkswagen Golf VII dentro del Grupo Volkswagen, por lo que la comparativa es muy obvia, ¿está ahora el Seat León todavía más cerca de sus parientes?
Por el momento, al nuevo Seat León le faltan las versiones más deportivas y potentes, equivalentes al GTI (o R, más adelante) en el Volkswagen Golf o al Audi S3, pero seguro que esto se solucionará con el próximo Seat León Cupra. Tampoco tiene, todavía, carrocería de tres puertas, pero también está en camino una versión SC, con mayor diferenciación y tres puertas. Ciñéndonos a lo que de momento nos ocupa, al León no le faltará gama, equipamiento y tecnología o calidad, y todo ello con unos precios más contenidos que sus hermanos de gama, destinado a dar mucha guerra en el segmento puramente generalista.
De su diseño exterior poco se puede comentar que ya no esté dicho. Diremos que al natural se hace agradable y deportivo, sobre todo en las versiones FR. Su parrilla frontal en forma de rejilla, sus ópticas con tecnología LED o sus angulosos espejos retrovisores exteriores ayudan a ello. Ahora la apertura de sus puertas traseras se hace vista, y no oculta como en el León II. En resumidas cuentas, su diseño es puramente Seat, para lo bueno y para lo malo, porque lo cierto es que los parecidos con el actual Seat Ibiza (en su frontal o perfil y acristalamiento lateral, por ejemplo), son evidentes, si bien está claro que ha sido algo buscado para dar imagen de homogeneidad de marca.
En su parte trasera sí que quizás nos puede recordar a modelos de otras marcas, pero en cualquier caso el conjunto exterior está bien resuelto y se hace muy atractivo, aunque esta sea una opinión puramente personal. Yéndonos a su interior, aquí sí que aparecen más diferencias con respecto a la anterior generación del modelo. Y es que el Seat León II fue ampliamente criticado por su interior, sobre todo en aspectos como su salpicadero, con una elección de materiales poco vistosa y aparente.
Ahora el Seat León 2013 está mucho más cerca del Volkswagen Golf, por ejemplo, aunque sigue abusando de plásticos duros, por ejemplo en los paneles interiores de las puertas o en determinadas zonas del salpicadero y consola central. Aún así, el salto en calidad visual es más que evidente, dando una impresión mucho mejor con acabados y aspecto más logrados. Ahora tiene más de Volkswagen que antes, pero pese a todo en el grupo automovilístico alemán han querido seguir manteniendo distancias con el Golf, algo que también se nota en un estilo más deportivo y menos sobrio que en el modelo de Wolfsburg.
El interior también cambia su diseño por completo, ganando enteros y atractivo, con mejor ergonomía y una consola central ligeramente orientada hacia el conductor, en la que toma presencia la gran pantalla multimedia enmarcada entre las salidas de aireación (un tanto peculiares, por cierto). Su navegador es muy práctico y muy cómodo de utilizar, deslizando el dedo por los menús de forma muy intutitiva. En lo relativo a espacio, la habitabilidad continúa estando a muy buen nivel en su habitáculo, con un maletero generoso y de forma cúbica, muy aprovechable.
En Diariomotor: Seat León 2013 | Volkswagen Golf VII, comparativa con los nuevos Audi A3 y Seat León