Llegó el momento en que decides que por fin puedes hacerte con un deportivo, el tipo de automóvil con el que habías soñado tanto tiempo y por razones económicas, familiares o laborales no te habías podido permitir. En ese momento en que optas por adquirir un vehículo por otras razones más allá del hecho de desplazarte de un punto X a un punto Y, es probable que también lo estés haciendo por dos razones: será tu segundo vehículo o no recorrerás muchos kilómetros al año.
En ese momento en que el corazón te pide un deportivo es probable que tu situación económica no sea mucho mejor que la última vez que pasaste por un concesionario. Pero incluso en el mejor de los casos en que tu presupuesto es holgado, ¿es mejor adquirirlo nuevo o de segunda mano? Ahora sí, y recurriendo por primera vez a la razón, la respuesta es que en la mayoría de los casos merece la pena renunciar al placer del olor a coche nuevo y un cuentakilómetros casi inmaculado, cuando de lo que se trata es de tener un deportivo de verdad en el garaje.
Depreciación, algo que no te deberías permitir en un “coche capricho”
Seamos realistas, cualquier coche nuevo se deprecia considerablemente desde el momento mismo en que sale del concesionario, eso es inevitable, y no por ello recomendaré desde aquí a evitar un coche nuevo y recurrir siempre a la segunda mano (sólo faltaría eso con la que está cayendo). El problema es que en tu coche habitual, el que utilizas a diario, la depreciación que se produce debería compensarse por el mero hecho de su utilización y ese término tan desconocido para muchos particulares, la amortización.
Evidentemente esto va dirigido para el lector al que le preocupa el dinero que invierte. ¿Te preocuparía por tanto saber que ese flamante deportivo que hay en tu garaje y utilizas los fines de semana está perdiendo valor día tras día aunque el odómetro apenas aumente sus kilómetros? El cliente que se lleva un Lamborghini Gallardo estoy convencido de que jamás se preocupará de que su deportivo valdrá en unos años la mitad de lo que pagó por él, sin que a nadie le importe (o tal vez sí) demasiado que en su día tuviera el capricho de equiparlo con costosos extras como llantas ligeras, frenos carbocerámicos, lunas de policarbonato y un tapizado de Alcantara teñido a juego con el bolso de su mujer.
En fin, la depreciación es algo que nos afecta a aquellos que nos preocupamos por tener en el garaje algo más que un sumidero de euros en gasolina, seguros, revisiones y reparaciones (gastos inevitables), sino un objeto de deseo de cuatro ruedas que el día de mañana podría tener salida minimizando la inversión perdida. Y es que precisamente la vida de los “coches capricho” es así de dura y con las vueltas que da la vida es fácil que surjan razones que nos pueden obligar a deshacernos de aquel bonito biplaza o de ese fantástico coupé que tenía que llevar todo el tiempo una gasolinera detrás. A todos nos gustaría tener un garaje inmenso en el que conservar todos nuestros viejos coches, pero eso es algo en la mayoría de los casos inviable.
La segunda mano te ofrece deportivos más potentes y exclusivos a un precio ajustado
Llegó el momento en que asumes que tienes un presupuesto limitado, tal vez suficiente para un buen deportivo nuevo de los de ahora o tal vez tan ajustado que no tengas ni para un utilitario de 60 CV nuevo. En el primer caso podrías encontrarte con una feliz sorpresa, superdeportivos de antaño con precios significativamente inferiores a un deportivo actual hasta el punto de que podrías asumir con tu presupuesto todas aquellas reparaciones y sustituciones que puedan ser necesarias en un coche usado de su naturaleza, labores de mantenimiento básicas o incluso la gasolina de los primeros meses o años.
Si tu presupuesto es más limitado te alegrará saber que existen deportivos muy divertidos, exclusivos y con potencia suficiente por mucho menos de lo que cuesta un Renault Clio, incluso teniendo margen una vez más para averías y labores de mantenimiento básicas en un segunda mano. Nuestros colegas de 8000vueltas hicieron incluso dos recopilaciones con deportivos asequibles desde 5.000€ y deportivos de tracción trasera delantera hasta 10.000€.
Inconvenientes: averías, mantenimiento y seguridad
Primeros inconvenientes que se nos plantean. Según aumente la edad del vehículo en cuestión generalmente aumentará la propensión a averías, el coste de su mantenimiento y los consumos. En otros muchos casos también habrá que renunciar a las comodidades de los deportivos de hoy en día, di adiós a volantes multifunción cargados de botones (¿realmente son imprescindibles?), pantallas táctiles, navegadores, Bluetooth o conexión para iPod. En algunos casos estos elementos podrán incorporarse gracias a accesorios after market, aunque no siempre será posible.
Es vital conocer bien el mantenimiento y las averías habituales de nuestro futuro coche. Que encuentres un Ferrari Mondial más barato que un Audi TT nuevo, no significa que te lo puedas permitir.
Otro tema muy preocupante y por el cual salvo en ciertos casos – como este – recomiendo vehículos de reciente matriculación, es la seguridad. Tendrás que valorar o al menos reconocer que tu vehículo prescindirá de elementos de seguridad imprescindibles hoy en día como controles de estabilidad, arco antivuelco (en algunos descapotables), airbags, cinturones con pretensores y en casos extremos incluso ABS.
Los pequeños GTI de los ochenta, eran auténticos deportivos que por sensaciones nada tienen que envidiar a los utilitarios racing de ahora.
Basta un vistazo al buscador de coches de Segunda Mano de Diariomotor, u otros servicios similares, para percatarse de que hay ofertas muy interesantes de deportivos con pocos años y kilómetros, aún más interesantes de deportivos de finales de los 90 que con su precio original jamás nos hubiéramos podido permitir y si nos vamos directamente a buscar verdaderos clásicos o pre-clásicos en torno a 25 años de edad el resultado es aún más demoledor.
Para aumentar aún más las posibilidades también es interesante la búsqueda en otros países, en Alemania sino chollos, sí que podemos encontrar ofertas bastante buenas, como también sucede en Reino Unido donde probablemente tendríamos que lidiar con un volante a la derecha (un gran inconveniente, sin duda).
Y ahora bien, nuestros lectores, ¿qué deportivo clásico os compraríais para satisfacer vuestro capricho?
Se abre el turno de opinión en nuestros comentarios y prometo “tirarme a la piscina” y reconocer cuáles son los deportivos de segunda mano que más me atraen y por qué razón.
Fotografías: BMW | Ford | Lamborghini | Mazda | Renault
En Diariomotor: GTI de los ochenta: aquellos deportivos pequeños, pero matones