Normalmente un concesionario de coches es una gran instalación. El proceso de comprar un coche implica verlo, subirse al mismo, probarlo, negociar un precio, acordar la forma de pago y salir conduciendo el coche de la campa, si es que está en stock. Para comprar un Tesla Model S el modelo no podría ser más diferente. Los concesionarios no están ubicados en polígonos industriales, sino en grandes centros comerciales de lujo o en el mejor lugar de grandes urbes.
La sutíl, pero gran diferencia, es que los concesionarios de Tesla no son concesionarios. Se parecen más a un Apple Store que a un lugar donde se venden vehículos. Un espacio diáfano, con dos vehículos como protagonistas y varios motivos visuales colocados en las paredes. No debería extrañarnos que George Blankenship – vicepresidente de ventas de Tesla – fuese el encargado de diseñar el modelo de Apple cuando trabajaba para ellos. Los concesionarios tradicionales no están contentos.
El problema no es el concepto de concesionario, o la idea de la venta del coche de manera exclusiva. El problema es que no se trata de un concesionario. Tesla define los Tesla Store como un establecimiento educacional, donde se explican al cliente las bondades de sus vehículos. Si el cliente se decide a comprar un Roadster o un Model S, en un ordenador presente en el establecimiento puede hacer un depósito y se inicia el proceso de producción del vehículo.
Una vez construido en la fábrica de Freemont en California, el cliente puede recogerlo en fábrica o directamente que le sea entregado en su casa. Como se puede comprobar, el concesionario tradicional no aparece por ninguna parte. Técnicamente, la operación es 100% legal, pero la venta se ejecuta en el estado de California. Varias asociaciones de concesionarios han expresado quejas acerca del modelo, temiendo su expansión y la expansión de “concesionarios” propiedad del fabricante.
Ante quejas sobre dónde pasarán el mantenimiento los dueños de un Model S o un Roadster, Tesla posee una red de talleres oficiales, en la que para el próximo 1 de marzo el 90% de sus clientes se hallarán a menos de 100 millas de cualquier lugar del mapa de los EEUU, el 80% a menos de 50 millas. El asunto no irá a más por el momento, pero resulta interesante conocer estas tendencias, que pronto podrían llegar a aguas comunitarias, con su avalancha de quejas.
Fuente: Autopia
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