Estamos en un tiempo de crisis en el que el Estado se las ve y se las desea para poder mantener todos los servicios públicos: mientras los ingresos por impuestos caen considerablemente, los gastos en cubrir determinadas prestaciones o servicios ascienden sin parar. Y en estas estamos cuando el Gobierno ya está ideando nuevos impuestos con los que equilibrar la balanza y aumentar la recaudación, algunos de los cuales, cómo no, afectarán a los ya de por sí sufridos conductores.
Por si el conductor no pagase ya suficiente impuestos, según numerosas fuentes el Gobierno está estudiando un nuevo impuesto, consistente en que los conductores pagasen un canon periódico por el uso de las carreteras, que se destinaría íntegramente a la conservación y mantenimiento de la red de carreteras públicas dependientes del Estado. ¿Un nuevo globo sonda, o hay muchas posibilidades de que se lleve finalmente a cabo?
Recordemos que en los últimos meses sonaba con fuerza la posibilidad de pagar un peaje por el uso de las autopistas y autovías públicas, al más puro estilo de las autopistas privadas. Así, las vías rápidas, ya fuesen de titularidad privada o pública, se convertirían todas en vías de pago y el dinero recaudado en autopistas y autovías públicas, gracias al pago de estos nuevos peajes, se destinaría a la conservación y mantenimiento de las mismas. Ahora surgen voces que anuncian otras posibilidades, entre las cuales se encuentra esta de la que aquí nos hacemos eco.
Ineco, empresa dependiente del Ministerio de Fomento, está estudiando la viabilidad de la implantación de este nuevo canon. Así todos aquellos que tengan un coche en propiedad (que, al fin y al cabo, son los que usan las carreteras) pagarían una cantidad por el uso de las autopistas y autovías dependientes del estado. Esto es, la Red de Carreteras se financiaría en conservación y mantenimiento (desconocemos si también nuevas infraestructuras) en buena parte gracias a este canon, con el que se gravaría a todos los vehículos que circulan por las carreteras españolas.
¿Cómo se efectuaría el pago de este nuevo canon? Hay dos opciones: mediante el establecimiento de peajes directos por el uso de las autovías y autopistas públicas, o bien mediante un impuesto más (que podría ser similar al Impuesto de Circulación), de forma que fuese pagado en forma de tasa anual por parte de todos los propietarios de un vehículo susceptible de circular por tales vías. Algo similar ya existe en Alemania, Austria o Suiza, con la famosa “Euroviñeta”, si bien en estos casos está dirigida únicamente a los vehículos pesados y al transporte de mercancías por carretera.
Con esta nueva tasa, se estiman unos ingresos de entre 1.500-2.000 millones anuales, que irían directamente a la conservación y mantenimiento de las carreteras del Estado. Ahora bien, hay que hacerse un par de reflexiones, ¿también estarían aquí incluidas aquellas carreteras dependientes de, por ejemplo, las Comunidades Autónomas?
Y también, ¿por qué lo llaman “copago” cuando claramente se trata de un “repago”, ya que las carreteras se sufragan directamente con nuestros impuestos? Impuestos que, por cierto, ya esquilman suficientemente al sector del automóvil y a los propios conductores. ¿Es justo que paguen impuestos y sufraguen un servicio público únicamente aquellos que lo usan directamente, o todos debemos contribuir mediante impuestos (como a los restantes servicios públicos, se usen o no)?
Fuente: El Confidencial
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