Una de las principales sorpresas del SEMA Show es el Dodge Charger que aparece en vuestras pantallas. Llamado Dodge Charger Juiced Concept se trata de un Dodge Charger en el que MOPAR ha transplantado un motor 8.4 V10. Es uno de los llamados “crate engine”, un término común en Estados Unidos que designa motores que se pueden adquirir sueltos, para montar en el coche que se quiera. Es el motor de un SRT Viper.
Una bestia que genera 650 CV de potencia y 800 Nm de par motor sin sobrealimentación alguna. Dodge admite que el motor es más ecológico que montado en un Viper, pero casi parece un chiste hablando de un motor de diez cilindros y el cubicaje de una cabeza tractora. Otras mejoras prestacionales instaladas por MOPAR son una admisión deportiva, un escape con mejor flujo y una suspensión rebajada en unos milímetros.
El coche está pintado de un color cobre metalizado, creado en exclusiva para la ocasión. El techo y capó están pintados en una versión mate del mismo color. Hablando del capó, es un prototipo con una entrada de aire funcional, necesaria para que el inmenso V10 respire adecuadamente. Las llantas de color negro tienen 20 pulgadas de diámetro y están envueltas en neumáticos deportivos de alto calibre.
Unos labios oscuros se añaden a los paragolpes, resultando en una estética bastante discreta, con todo. En el interior, del que no disponemos de imágenes, debería de haber una serie de accesorios MOPAR como pedales de aluminio, un pomo para la palanca de cambios “pistol grip” y cuero de alta calidad envolviendo asientos deportivos.
Nota: apenas existen mejores imágenes, por lo que no hemos subido una galería en alta resolución.
Fuente: Carscoop
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