Todos sabemos que los atascos en los accesos en las grandes ciudades, sobre todo en horas punta, no son de gusto de nadie, con todo lo que ello implica: minutos, u horas de retenciones, gasto de combustible, llegar tarde al trabajo, etcétera. Si decimos que en España abunda la picaresca y el ingenio a la hora de afrontar cualquier situación, más allá del puro tópico, es algo que también se ajusta como un guante a este caso.
Un conductor madrileño de 33 años fue sorprendido por la Guardia Civil hace unos días, en el tránsito hacia su trabajo. Iba circulando por el carril Bus-VAO, carril para vehículos de transporte público y vehículos de alta ocupación) de la Autopista A6, a la altura de Las Rozas, con su cinturón abrochado y cumpliendo correctamente en principio las normas, ya que en el vehículo iba más de un ocupante, en concreto, un pasajero en el asiento del copiloto. El problema era que este pasajero no era una persona, sino un maniquí.
No era un maniquí cualquiera ni una muñeca hinchable, sino que no es de extrañar que, de lejos, la Guardia Civil o la Policía Local no viese nada extraño, puesto que daba perfectamente el pego. Este maniquí femenino iba completamente vestido, con peluca, vestimenta y hasta con accesorios ya para nota, como unas gafas de sol o un foulard en su cuello. Vamos, que a este hombre imaginación no le faltó, y habilidades de escaparatista, tampoco. Hasta llevaba el cinturón correctamente abrochado, para no levantar la más mínima sospecha, al menos desde una visión lejana. Claro está, al parar la Guardia Civil al conductor saltó la sorpresa.
El ahorro en tiempo y combustible usando este carril Bus-VAO es considerable. Según un informe, los doce kilómetros del carril se podrían recorrer en nueve minutos, mientras que de la forma convencional, en hora punta, se puede tardar media hora o incluso algo más, gastando el doble de combustible. De ahí que la picaresca aflore en estos casos, para usar el carril sin ser sancionados: hay conductores que incluso usan una silla de bebé con un muñeco para pasar desapercibidos.
Un carril VAO (para “vehículo de alta ocupación”) sólo puede ser usado por el transporte público, motocicletas, vehículos mixtos adaptables (incluyendo servicios de urgencia como ambulancias, bomberos o policía) y vehículos que circulen con alta ocupación (en este caso en concreto, la exigencia era de dos o más personas), con la intención de descongestionar el tráfico y racionalizar el acceso y tránsito en las ciudades, por lo que este tipo de carriles deberían de tener menos tráfico y ser más rápidos. Algo que será efectivo siempre y cuando no se popularice la picaresca o un uso abusivo de este tipo de carriles, porque si no perderían toda su razón de ser…
Fuente: El País
Imagen: EURIST e.V.
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