Viajamos hasta Florencia para ponernos al volante de la nueva generación de Renault Clio, y ya van cuatro, en las carreteras de la Toscana. Se trata de un superventas con más de dos décadas de éxito comercial que protagoniza un nuevo salto evolutivo que se hace patente, sobre todo, en lo estético, lo tecnológico, sus soluciones mecánicas y la novedad de renunciar por primera vez a su carrocería de tres puertas.
En su manejo y dinamismo la evolución no ha sido tan acusada, tal vez porque su predecesor ya estaba en un punto óptimo con respecto a la competencia, aunque tras recorrer algo más de 100 kilómetros conduciéndolo podamos decir que las mejoras sí son apreciables. Pero vayamos por partes y empecemos con algunas de las cuestiones más relevantes de este nuevo Renault Clio, analizándolo por dentro y por fuera y deteniéndonos muy brevemente a ver sus posibilidades de personalización.
Con su nuevo diseño el Renault Clio gana empaque con una oda a las líneas curvas
Por fuera el nuevo Renault Clio sorprende, primero, por sus rasgos modernos y muy similares a los de su hermano eléctrico el Renault Zoe. Recordemos que ambos heredan su estética también del prototipo Renault DeZir Concept y previsiblemente marcarán la senda a seguir por el resto de modelos que se presentarán en los próximos años. Como curiosidad tanto el nuevo Clio como el DeZir compartieron equipo de diseñadores, lo cual se hace patente con un simple vistazo a su frontal.
La segunda sorpresa está en las propias proporciones del nuevo Clio. El aumento de la anchura de vías y de su carrocería, así como de su longitud, junto con la reducción de altura y armonización de las proporciones del voladizo frontal, hacen que de puertas para fuera se aproxime cada vez más a un Megane, además de conferirle la pose de un buen turismo. En líneas generales esta viene siendo la tendencia actual de compactos y utilitarios, ganar anchura y longitud y reducir altura, para hacer énfasis en la estética proporcionada de, por ejemplo, una berlina y salvar distancias con monovolúmenes y SUV.
Sus rasgos podrán ser más o menos discutibles según cada cual, pero es indudable que el nuevo modelo trata de recuperar la línea redondeada y carente de aristas afiladas de la primera generación (y también la segunda), tal vez con el objetivo de recuperar el toque entrañable y juvenil de que siempre, o casi siempre, hizo gala el Renault Clio.
Renault se ampara en un único Clio de cinco puertas y multitud de opciones de personalización
Hay que valorar el esfuerzo de Renault para rematar este nuevo producto con detalles distinguidos y cuidados, como los cromados exteriores, el diseño de las defensas con un difusor de serie posterior y una parrilla frontal con un sistema de carenado activo del que hablaremos más adelante.
Probablemente echaremos en falta una versión de tres puertas de este Renault Clio, la marca ha creído conveniente prescindir de esta carrocería dotando a su utilitario de una única carrocería de cinco puertas de aspecto más deportivo y evitando que los tiradores de las puertas traseras rompan su estética camuflándolos en el vértice que forman estas con el pilar C. Sí se mantendrá por otro lado otra carrocería alargada de cinco puertas de tipo familiar. A mi parecer si ya desde las versiones iniciales se echa en falta un tres puertas, aún lo haremos más con la llegada de las versiones más deportivas y el Renault Sport.
Renault también tomó la decisión de aumentar las posibilidades de personalización, hasta un punto en mi opinión innecesario, pero que al menos garantiza que cualquiera que esté dispuesto a ir más allá con la configuración de su Renault Clio, contará con un amplio catálogo de opciones como sustitución de los detalles cromados por otros en color rojo, negro, azul y marfil (166€), tres estilos de adhesivo para el techo (248€), llantas de diseño diamantado de 16” y 17” con el interior en color azul, rojo, negro y marfil (por 82€ adicionales). El habitáculo también puede decorarse con diferentes ambientes (145€).
Por cierto, los colores de serie ya son bastante llamativos con pinturas opacas como blanco glaciar y azul trendy (ver foto) y amarillo sport (ver foto). El rojo deseo de algunas fotos de nuestra galería cuesta 392,56€ adicionales y está heredado directamente del prototipo DeZir, con un tratamiento metalizado especial. El resto, gris platino, gris casiopea y negro brillante costará 309,92€ adicionales.
Una evolución significativa en el diseño del salpicadero y el cuadro de mandos
Si por fuera el Renault Clio sorprende, por dentro lo hace aún más. El aspecto es más juvenil que nunca con un salpicadero de diseño atrevido en el que una gran consola central de plástico en color negro brillante, que hace las veces de un gigantesco (e hipotético por supuesto) tablet PC pegado al salpicadero, monopoliza el equipo multimedia con pantalla táctil y los controles del climatizador. La pantalla del equipo multimedia es bastante grande, para su segmento, con 7” y es muy accesible gracias a su posición predominante en la consola central. Como alternativa al sistema Media Nav más básico también podremos optar a un equipo avanzado denominado R-Link sincronizado en internet y con sus propias aplicaciones, pero de ello os hablaremos más adelante.
La parte superior del salpicadero está rematada con plástico rugoso y ligeramente acolchado, agradable al tacto y aportando su pequeño granito si no a una sensación de gran calidad, sí a la certeza del esmero que se ha puesto en ciertos detalles dentro y fuera de este utilitario.
Un volante minimalista, con pocos botones, y ajuste de la columna de la dirección en altura y profundidad
Los ajustes tanto en profundidad como en altura del volante ayudan a lograr la posición idónea para el conductor, cuyo asiento también es regulable en longitud y en altura (en realidad este último es un ajuste en diagonal que eleva y aproxima el asiento al volante). Quizás el único problema que apreciamos es que con poco que se eleve la base del asiento para conducir más erguidos, la altura con el techo se ve disminuida excesivamente, sin llegar a ser un problema para un servidor que mide 1,69 de altura, pero tal vez sí para un conductor alto.
El diseño del volante es bastante sencillo y aunque el revestimiento del eje es de gran tamaño se ha optado por una solución bastante minimalista y acertada para el que aprecie los volantes con pocos botones. En los radios centrales únicamente nos encontramos con dos pares de botones destinados a manejar el control de velocidad, que por cierto, se activa accionando un botón entre los asientos y por debajo de la palanca de cambios que ni mucho menos presume de ser accesible. En el mismo lugar también nos encontramos con el botón Eco del que hablaremos con mayor detenimiento en la siguiente parte de esta prueba.
El maletero del Renault Clio es bastante espacioso, sin rueda de repuesto, pero con 300 litros de volumen
En Tecmovia te desvelamos como funciona el sistema de navegación y multimedia R-Link y su tienda de aplicaciones.
Las plazas traseras en apariencia son tan espaciosas como las de su predecesor, la anchura es suficiente para dos pasajeros y un tanto limitada para un tercero. En general las nuevas cotas del Renault Clio tan sólo han redundado en un maletero de mayor tamaño, que en realidad es bastante espacioso y profundo con un cubicaje de 300 litros, a costa de prescindir de rueda de repuesto, aunque opcionalmente podemos contar con ella (alojada en el exterior bajo el suelo del maletero) por 82,64 adicionales.
No se vayan muy lejos para conocer con todo detalle la dinámica, los motores probados de este nuevo Renault Clio (TCe 90 y dCi 90) y el sistema multimedia R-LINK. Ya os puedo adelantar que aunque la conducción del Renault Clio ha mejorado, y sigue las líneas de sus predecesores, el salto no ha sido cualitativo, más allá de la importancia y el interés que deberían despertar una nueva generación de motores que hará del Clio uno de los modelos más eficientes de su segmento.
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