Tras haber rendido cuentas acerca del diseño y calidad del Jaguar XF y su dinamismo y mecánica, hemos preferido dedicar esta última parte única y exclusivamente a hablaros de la economía de los consumos del Jaguar XF 2.2 Diésel. A mi parecer este apartado era imprescindible tras haber leído por activa y por pasiva los sorprendentes resultados de este motor en el reto que se habían propuesto muchos para conseguir kilometrajes altísimos con un único depósito o consumos que en muchos casos rebajaban con facilidad los 5 litros/100 kilómetros.
La ruta escogida para probar a fondo este Jaguar XF fue Madrid-Málaga-Madrid y el objetivo no fue concretamente el de obtener el mínimo consumo o la máxima autonomía, sino de experimentar la evolución de los consumos en todos los escenarios posibles y determinar si efectivamente este Jaguar es tan ahorrador como anuncia ser y como en muchos retos de eficiencia ha demostrado ser.
Consumos por debajo de la homologación a 120 km/h de marcador
La prueba de consumos común que practicamos habitualmente, se saldó con un resultado de 4,8 litros/100 kilómetros. Se trata de una prueba en la que pude recorrer algo más de 130 kilómetros, con tráfico fluido en autovía, a un ritmo constante de 120 km/h de marcador (la velocidad media según el ordenador de a bordo fue de 114,1 km/h) y en recorrido compensado, es decir, de ida y vuelta.
Estaríamos diciendo que con una conducción relajada y cuidadosa, simplemente con eso, a velocidades legales, con una orografía del terreno y tráfico favorables, con su depósito de 64 litros de capacidad (incluídos 5,5 litros de reserva) seríamos capaces de recorrer teóricamente más de 1.300 kilómetros, o lo que es lo mismo llegar desde Madrid a París con un único depósito.
El resultado de 4,8 litros/100 kilómetros es inferior a la cifra homologada en ciclo combinado para este motor, de 5,4 litros/100 kilómetros, y exactamente la misma obtenida en la homologación para carretera. Hay que decir que en su nueva iteración, este motor homologa 5,1 litros/100 kilómetros en ciclo mixto.
Pero en los más de 1.200 kilómetros que hicimos en esta prueba hubo tiempo para todo, para cruceros a velocidades legales y en ocasiones ligeramente por encima, para ciudad y de vez en cuando algunos tramos de montaña y puertos a un ritmo más alto. Precisamente lo mejor de este Jaguar XF 2.2 Diésel es su capacidad para mantener cruceros altos con mucho confort y sin que los consumos se disparen excesivamente, siendo menos agradable por el tacto de la dirección y la frenada en los tramos más revirados de montaña.
En ciudad gracias al Start&Stop pudimos rondar los 7-7,5 litros/100 kilómetros sin demasiado problema, cifra similar a la que obtendríamos en carretera yendo a un ritmo significativamente superior al impuesto por los límites de velocidad vigentes en España. La suavidad del cambio ZF de 8 velocidades ayuda a desplazarnos a un ritmo tranquilo por la ciudad empleando siempre la marcha más larga posible.
La autonomía real con autovía, cruceros altos e incluso puertos de montaña
Tras haber recorrido más de 750 kilómetros, con una autonomía aún de 80 kilómetros antes de entrar en la reserva y con una cifra final según el ordenador de a bordo por encima de los 7 litros/100 kilómetros, hicimos nuestro primer repostaje. Habíamos agotado, sin contar la reserva y los litros que aún nos quedaban para llegar a esta, un depósito completo de 64 litros.
Incluyendo la reserva nuestra autonomía real hubiera sido de más de 850 kilómetros, nada mal, teniendo en cuenta que hubo tiempo de recorrer autovía y autopista a 120 km/h de marcador, pero también de imponer un ritmo más alto o incluso terminar la recta final de nuestro viaje por un tramo de 150 kilómetros de carreteras de montaña, en los que el consumo se disparó.
Lo mejor
- Confort y suavidad del cambio ZF
- Consumos bajos y gran autonomía
- Elegancia y lujos a bordo
A mejorar
- Dirección asistida demasiado artificial
- Tacto de los frenos
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