Ya hace demasiado tiempo que se nos acabaron los calificativos para hablar del Nissan Juke-R, un deportivo atípico e inclasificable, una oda a la desproporción, un sinsentido con mucho sentido para el que ya lo ha catado todo y una máquina que nosotros, los mortales que luchamos para llegar a fin de mes, jamás nos podremos permitir. Pero por fin hemos tenido ocasión de conducirlo, y no sólo eso, de hacerlo por carreteras públicas por las que difícilmente se volverá a ver una máquina tan exclusiva y exótica. ¿Quieren conocer nuestra experiencia al volante de este Nissan Juke tan especial?
El Nissan Juke-R ha nacido con el espíritu del deportivo de la competición, para lo bueno y para lo malo. Poder bajarnos de un Nissan GT-R Track Pack, que también fue pensado para su disfrute en circuito, para subirnos posteriormente en el prototipo del Juke-R nos permitió comprobar todas las diferencias entre uno y otro. Y es que independientemente de su precio, podríamos decir sin ruborizarnos que hasta un super-coupé como el GT-R parece a un utilitario al lado del Juke-R, que se asemeja más a un deportivo de rallys o de carreras de turismos.
La bestia negra: un prototipo por las carreteras de Madrid
De un primer vistazo el Nissan Juke-R nos amedrenta e impresiona, su carrocería negra con tratamiento mate resalta aún más si cabe sus voluptuosas formas. Nadie se imaginaría que algún día este deportivo fue un pequeño crossover, salvo por la altura de su carrocería y sus proporciones. Nos sorprende su anchura y sus bajos a ras de suelo, su tratamiento aerodinámico y sus gigantescas ruedas 255/40 ZRF20.
Para el profano podría parecer un burdo y exagerado ejercicio de tuning, y no nos extraña, alerón aquí, difusor allá, es cierto que se trata de un Nissan Juke disfrazado de deportivo. Pero las dudas terminan en el momento en que se acciona el contacto y ruge con insistencia el motor de seis cilindros en uve twin-turbo del Nissan GT-R, y ni que decir tiene que a la hora de conducirlo cualquier parecido con un Juke de calle, es pura coincidencia.
Lo que ven en las fotografías adjuntas, es el prototipo, uno de los dos Nissan Juke-R que se construyeron y el único con el volante colocado a la izquierda. Si lo quieren ver en blanco y en su versión definitiva les remito a nuestro reciente artículo sobre el Nissan Juke-R 2013, el de los 545 CV y 500.000€.
Comodidades e incomodidades de un atípico deportivo
Subir a bordo requiere un ejercicio de contorsionismo por la jaula de seguridad que protege el habitáculo y aporta rigidez, pero es mucho más sencillo que hacerlo a cualquier otro deportivo de competición, dado que en este caso no tendremos que “tirarnos” sobre un baquet de competición, sino subirnos tras sortear las barras y las “orejas” del asiento.
Una vez más nos enfrentamos a la cruda realidad del prototipo, incluso en la posición más adelantada del asiento y el eje de la dirección en su máxima extensión, aunque llegamos bien a los pedales conducimos excesivamente estirados y definitivamente no logramos una correcta posición de las manos sobre el volante.
Esto es tan sólo una de las muchas curiosidades de este prototipo, que iremos descubriendo a lo largo de nuestra prueba de contacto. Pero sólo les diré, que la incomodidad que sentía sobre el asiento era únicamente comparable a la satisfacción de conducir una pieza única, un prototipo como los que habitualmente vemos quietos e inanimados en los stands de los salones internacionales.
Sensación de deja vú. El Juke-R es un GT-R con un envase diferente y muy pequeño
No sólo nos sentimos fuera de lugar en este Juke por contar con barras antivuelco y unos puros asientos de competición a los que estamos amarrados por un arnés de cinco puntos, sino también por el hecho de que multitud de elementos presentes en el Nissan GT-R han sido adaptados al habitáculo del Juke-R, como el cuadro de mandos, el volante, el selector de marcha, las levas o incluso un sistema de telemetría bien situado en el centro. Además, el habitáculo fue desplazado unos centímetros hacia atrás para hacer hueco al motor y la transmisión.
Otra curiosidad más, es que la jaula de seguridad del Nissan Juke-R elimina las plazas traseras aunque las puertas posteriores siguen presentes e incluso pueden abrirse, al menos en este prototipo.
Más adelante, en la segunda entrega de esta toma de contacto, les hablaré de la dinámica y de otros detalles muy interesantes acerca del Nissan Juke-R. Entre las muchas curiosidades de este prototipo hay que mencionar que su corta pero intensa vida y el tratamiento de pilotos probadores y periodistas ha hecho mella en su mecánica y requiere de un trato delicadísimo, recordemos que es una máquina construida prácticamente a mano.
Tras mi prueba, la última del día y de sus andanzas por España, el Nissan Juke-R subió a un camión que se encargaría de llevarlo a su próximo destino y a un intenso tour que lo llevará por varios países y algún que otro Salón del Automóvil, como el de Bolonia (Italia) en Diciembre.
Los responsables de Nissan encargados de que cuidáramos y tratáramos, como no podía ser menos, con respeto a su prototipo, nos adelantaron también que tras su recorrido final esta unidad de exhibición y pruebas del Juke-R, llegaría a Bedfordshire para pasar por un proceso de de-construcción y reconstrucción similar al que se practica periódicamente con los aviones. Es decir, los operarios de Nissan lo desmontarán de arriba a abajo, revisarán todas las piezas y lo volverán a ensamblar, sustituyendo muchos elementos (probablemente recibirá una versión mejorada del motor con 550 CV) y haciendo que este prototipo luzca como nuevo y a la altura de las unidades que sí irán destinadas a los clientes que paguen medió millón de euros por él.
Fotografías: David Villarreal – Diariomotor | Mikel Prieto – Nissan
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