Hoy os traemos una ganga: el Chevrolet Corvette Grand Sport de 437 CV, el deportivo que me traía loco cuando era un chiquillo, que me hacía anhelar y cuya cuarta generación aún conservo como maqueta en la estantería de mi dormitorio. Para mí es todo un mito y poder probarlo tantos años después es un sueño… pero, ¿y si no está a la altura? Delante tengo a la sexta generación del ‘Vette, uno de los deportivos americanos más carismáticos de todos los tiempos, a quien voy a hacerle un auténtico homenaje de despedida.
Sí, has leído bien: despedida. El Chevrolet Corvette C6 lleva en el mercado desde 2005, eso hacen ya siete años. No obstante fue actualizado convenientemente en el año 2008. Pero, desde hace poco, yace en su lecho de muerte. En apenas unos meses, el 13 de enero de 2013, se dará a conocer a su sucesor, el Corvette C7, después de dos años de retraso respecto a los planes iniciales de General Motors.
Una vez más su punto fuerte es el precio, parte desde sólo 87.541 euros. Sin embargo, allá por 2007 tenía una relación prestaciones/precio difícilmente superable, si bien comercializado bajo la marca Corvette podría adquirirse un Grand Sport de 400 CV por apenas 70.000 euros. Aunque donde verdaderamente sigue siendo una ganga es en EEUU: por 56,000 dólares, unos 43.000 euros al cambio, puedes tener esta bestia parda en tu garaje. Allí es donde este coche tiene sentido…
Basta con echarle un vistazo a la ficha técnica para caer en la cuenta que “las armas las carga el diablo”: biplaza de tracción trasera, motor delantero V8 de 6.2 litros y 437 CV. Para el crono en el 0-100 en unos fugaces 4.7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 300 km/h. Lo que más impresiona no está en la ficha técnica. Permitidme la expresión, pero el bramido que sale de las cuatro colas de escape hace que se orinen los conductores de los vehículos que llevamos detrás. Es espectacular, y su diseño exterior es soberbio… aunque haya perdido esos queridos faros escamoteables de las anteriores generaciones, con los que yo soñaba cuando era niño.
1953-2013, 60 años de pasión
El primer Corvette apareció en el verano de 1953. Muy lejos queda ese descapotable de corte británico, del que sólo se fabricaron 300 unidades producidas a mano y con motor de 6 cilindros en línea y 150 CV, que se remplazó por un V8 de 195 CV en 1955. Sin embargo, no fue hasta la segunda generación, diez años más tarde, cuando adquirió ese diseño de carrocería tan característico. Desde entonces, se ha conservado fiel a sus ancestros.
De hecho, los frikis de la automoción dicen que es el Porsche 911 del otro lado del charco. Y no faltan razones: el Chevrolet Corvette es un deportivo pasional como el 911 y aún aguanta fiel a un diseño y filosofía desde el inicio de sus andaduras.
Exterior: bajo, ancho, sensacional
En la calle, a veces, parece un coche corriente aunque muy bajo y ancho. Es normal que la gente gire la cabeza, pero no tantas personas como esperaba inicialmente. No sé si será por el abominable color “Carlisle blue” de nuestra unidad de pruebas o el discreto sonido de los escapes a bajas vueltas. Pero esperaba algo más de expectación por parte de mis vecinos viandantes…
Puntualmente encontrarás a alguien que te pida – en medio de la ciudad – que le pises al acelerador, para convertirte en un hooligan más… o que te haga una foto por la vía pública. Tiene un aspecto combativo, suficiente como para tomarle una instantánea y colgarla en tamaño cartel en tu dormitorio. Yo lo he hecho. Es de ese tipo de coche que, aunque se lanzase hace muchos años, aún no pasa de moda.
Cuenta con un look agresivo, por unas dimensiones exageradas que no siguen las proporciones normales a las que estamos acostumbrados. Dos conductos de aire funcionales en los laterales y unos monumentales neumáticos atrás de 325/30 con llantas de 19 pulgadas, acompañados de los frenos de la versión Z06, con discos perforados y pinzas de seis pistones delante y cuatro atrás… un punto extra en prestaciones.
A diferencia del Chevrolet Volt que probamos haciendo el Camino de Santiago, aquí no encontraremos ningún elemento muy tecnológico, ni que permita reducir consumos. Es algo más tosco. No esperes ver Start&Stop, cambio de marchas de siete relaciones (es de seis, pero no necesita más porque va muy holgado en autovía), sistemas de recuperación de energía u, obviamente, neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Aquí verás bajar la aguja del combustible cual secundero de reloj. Eso sí, el coeficiente de resistencia aerodinámica es idéntico al del bucólico Volt.
Sin embargo, encuentro tres grandes defectos. La eliminación de los pilotos delanteros escamoteables me sigue pareciendo un sacrilegio, hasta tal punto de casi producirme un trauma en mi adolescencia. En segundo lugar, las facciones atrás ya denotan un tono anticuado, aunque las cuatro colas de escape aún resultan intimidadoras… Y, por último, ¿os acordáis de esa famosa escena de Top Gear donde Jeremy Clarkson presiona sobre la carrocería y se abomba? Pues es totalmente verídico, ya que es de plástico para ahorrar peso. Dentro vídeo:
Grand Sport, un proyecto – inicialmente – fallido
La denominación Grand Sport se remonta a 1962 cuando el ingeniero jefe de Chevrolet Zora Arkus-Duntov pretendía construir una versión aligerada y más potente, con el fin de asaltar las competiciones de la FIA. El proyecto se cuajó a espaldas de los directivos de General Motors, pero el programa fue detenido cuando todo esto llegó a los oídos de los magnates, y sólo cinco coches fueron fabricados.
La denominación actual, en cambio, no afecta a la potencia o peso, sino que se limita a pequeños detalles de la carrocería. A diferencia del Corvette C6 “a secas”, éste cuenta con nuevas salidas de aire, ruedas más anchas, barra estabilizadora o unas llantas específicas. Además cuenta con una suspensión con una configuración más agresiva y rígida, muelles más duros y barras estabilizadoras más grandes que –según Chevrolet- ofrecen un mejor rendimiento en circuito y carretera. Asimismo, los modelos Grand Sport equipados con la transmisión manual vienen con un sistema especial de lubricación por cárter seco.
A parte de la motorización de 437 CV, hay otras dos versiones disponibles en nuestro país: el Z06 de 512 CV y el impresionante ZR1 de 647 CV, que tiene el motor más potente utilizado en la producción de un Corvette hasta la fecha.
Mañana encenderemos el V8 y te contaré porqué nos ha impresionado. Permaneced atentos.
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