Sin lugar a dudas el detalle más importante, y el toque de diferenciación, del Lamborghini Aventador LP700-4 Roadster respecto a su hermano de techo cerrado, es el techo desmontable. Las razones por las cuales Lamborghini recurre a este sistema, y no a un dispositivo de apertura y cierre convencional, son muchas (estética, aerodinámica, incapacidad para instalar el sistema de capota…) y la tradición de techos tipo targa se remonta a los años 70 y el flamante Lamborghini Silhouette. Difícilmente un Aventador se entendería con un techo escamoteable, tipo Ferrari 458 Spider, o de lona, tipo Gallardo.
Lo peculiar en este caso del techo del Lamborghini Aventador LP700-4 Roadster es que se basa en dos piezas de fibra de carbono divididas para adaptarse mejor al reducido espacio de carga del maletero en el que se alojan y para facilitar su manejo. Cada una de las dos piezas pesa exactamente 6 kilogramos, prácticamente como un ordenador portátil de 17” de los de antes. Aparentemente el proceso de montaje y desmontaje es rápido y sencillo, basta abrir el cierre que se encarga de sujetar el techo a la carrocería y colocar cada pieza en su posición.
Un avance respecto al techo del Lamborghini Murciélago Roadster
Nadie dijo que un superdeportivo de techo targa fuera cómodo, pero en este caso parece que no hay que ser muy habilidoso ni fornido para llevar a cabo el proceso. Todo lo contrario que en el antiguo Lamborghini Murciélago LP640-4 Roadster que contaba con un engorroso techo de varillas y lona que, como mínimo, requería de unos minutos para su instalación y un proceso de aprendizaje previo para asegurar en qué lugar se colocaba cada pieza.
Aparentemente más práctico que el techo del Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport
Tampoco tiene nada que ver con el sistema del Bugatti Veyron 16.4 GrandSport, que empleaba un techo de policarbonato de mayor tamaño que por su tamaño no podía alojarse en el maletero, siendo la única opción posible dejarlo en el garaje cada vez que quisiéramos disfrutarlo a cielo abierto. Pero para ello Bugatti ideó otra socorrida solución, una especie de paraguas plegable que cabía perfectamente en el maletero y en caso de vernos sorprendidos por un chaparrón pudiera evitar que se encharcase nuestro querido y millonario deportivo.
En otras palabras. Lamborghini: 1. Bugatti: 0.
Fuente: Dragtimes | Worldcarfans
En Diariomotor: Lamborghini Aventador LP 700-4 Roadster: el Aventador descapotable a fondo