En febrero Audi nos presentó al Audi TT RS Plus, la versión más potente del Audi TT. Un TT capaz de alcanzar los 100 km/h en 4.1 segundos, un Audi TT con 360 caballos. Ahora, es nuestro turno para probarlo. Estamos en el Jarama. Más de 16 grados de temperatura. Sol. Miguel Molina, piloto de DTM de la marca acompañándonos. Un nutrido grupo de Audi TT RS Plus rojos nos esperan ya en el pit lane. Arrancamos con la prueba del Audi TT RS Plus.
Pero el Audi TT RS Plus no está solo en esta entretenida tarde de martes. No está solo, no está nada mal acompañado. Junto a él todo un elenco de modelos de Ingoltadt con la S en su parrilla y su zaga. Toda la gama S de Audi, desde el S4 al S8 están allí esperándonos. Avant, cabrios, berlinas de lujo, berlinas de diseño coupé y muchos, muchos caballos listos para enseñarnos de que es capaz toda la gama S de Audi.
Audi TT RS Plus: 360 caballos y 465 Nm para alcanzar los 100 km/h en 4.1 segundos
Nuestra tarde en el Jarama empieza con el Audi TT RS Plus. Un Audi TT equipado con el bloque de 5 cilindros y 2.5 litros, TFSI, el mismo del Audi TT RS, exprimido, con 20 caballos más, 360 caballos en total con un par de 465 Nm, estando disponible con un cambio manual de 6 velocidades o el cambio S Tronic de 7 relaciones, que es el que equipan las unidades que vamos a probar durante esta jornada. Empezamos por él porque básicamente es la estrella del cartel. Es el RS entre tanta S y eso que no es el más potente. Es el menos “burgués” de los presentes, el tipo duro en un día de circuito. Y después de haberos hablado de él en febrero, tenía ganas cogerlo, más aún de cogerlo en circuito.
Además del extra de potencia y de par, el Audi TT RS Plus cuenta con ligeros cambios que ayudan a diferenciarlo de un Audi TT RS “normal”, cambios que llegan de la mano de unos retrovisores en CFRP que contrastan con el rojo de la carrocería, salidas de escape en negro mate,ovaladas, y una parrilla en la que se mezcla el aluminio en mate y la rejilla de panel de abeja en un tono antracita. Todo ello teniendo en cuenta que partimos de la estética del RS, por lo que el alerón fijo y el frontal más llamativo siguen presentes. También hay unas llantas en 19 pulgadas, negras con pinceladas en rojo. Las unidades que nos acompañan hoy llevan unas de 18 pulgadas que a mi gusto… le sientan mejor.
Un vistazo a su exterior y nos ponemos tras su volante, achatado. Antes de sentarme dejo bien fijada la mochila con la cámara de fotos tras el asiento del acompañante, encajada, se avecinan curvas. Alcántara, cuero y aluminio, todo en una perfecta, sobria y elegante armonía, con alguna pizca de deportividad, pero no exagerada, nos recibe. No hay asientos “ultradeportivos” ni colorines por doquier como encontramos en otros muchos modelos de tintes deportivos. Ya está arrancado, bajamos la palanca selectora del cambio S Tronic y salimos del pit lane. Empieza lo bueno.
Primeros metros, final de recta, primera curva, primeras sensaciones. Un sonido grave ocupa el habitáculo acompañado de un importante, bastante apreciable, soplido del turbo. 4.000, 5.000 revoluciones, sigue subiendo. Una muy buena respuesta desde abajo, encontrándonos desde bien temprano con toda la potencia y a pesar del tamaño del turbo que nos lleva a imaginar el soplido que inunda el habitáculo no hay nada de lag al acelerar a las salidas de las curvas. Unas curvas que digiere con absoluta entereza, perfecto, sin demasiadas complicaciones y apoyados por su tracción quattro. La misma buena respuesta que transmite el cambio S Tronic.
Desde las primeras vueltas transmite la sensación de estar todo bajo control y eso que estamos con 360 caballos bajo el acelerador… alguna vibración en las frenadas, pero muy probablemente sea algo que podamos achacar al desgaste del uso en circuito. La respuesta entre las curvas es realmente noble, me transmite confianza y la sensación de que podemos rodar rápido desde el principio. Muy ágil. No hay reacciones inesperadas y tras un par de curvas sabes bien como va a digerir el siguiente codo, así que sólo te queda soltar el acelerador, frenar, encauzar la trazada y volver a acelerar a fondo. Nada de peleas con el volante (por mucho que a veces nos guste pelearnos con este).
Mientras acariciamos los 200 km/h a final de recta no tenemos tiempo a pararnos para comprobar el 0 a 100 declarado, de 4.1 segundos, tampoco alcanzamos su velocidad máxima, de 280 km/h… y por supuesto nuestro consumo dista mucho de los 8.5 l/100 km declarados. Eso sí, nuestra vuelta en el Jarama, saliendo desde lanzado y medido un poco a la ligera, se queda en poco más de 2 minutos y 10 segundos.
Con la S presionada, situada cerca de la palanca selectora del cambio S Tronic, el sonido del escape nos deja una bonita y grave melodía, cuidada, nada exagerada, pero altamente satisfactoria en cada reducción, peleándose con el turbo para ver quien es el mejor vocalista del grupo en cada aceleración. Reducimos el ritmo, enfilamos el carril de boxes… aparcamos a un lado el Audi TT RS Plus, no lo paramos, no ponemos el freno de mano, sólo dejamos su cambio en P, habrá tiempo de más vueltas. El sol cae por el fondo del Jarama… y nos esperan todavía toda una legión de “eses”… el S4, el S5, el S7, el S6 Avant y todo un S8. No os perdáis la segunda parte de esta toma de contacto con el Audi TT RS Plus y la gama S de Audi.
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