Desde hace años se viene rumoreando que Ford lanzaría un nuevo coupé sobre la base del Focus. El retorno del mítico Ford Capri parecía inminente y el proyecto estaba aprobado por Ford of Europe, pero parece ser que ha vuelto al congelador. Las dudas sobre la economía europea y su mercado del automóvil ha hecho que el proyecto se aparque. En términos automovilísticos, es muy poco posible que se relance en el corto o medio plazo.
Según parece, este hipotético Ford Capri se situaría un paso por debajo del Mustang – que como ya sabemos tiene prevista una llegada oficial a Europa en 2015 – y se centraría en la diversión de conducción. Ford ya sabe que el Mustang atraerá mucha atención, pero su potencial de ventas será limitado por tamaño, precio y sed de combustible. El Capri habría sido un modelo más pequeño y asequible, centrado en el gusto comunitario.
De haberse construido, se habría partido de la plataforma del Ford Focus, aunque nunca se llegó a saber muy bien su posicionamiento, potencia o precio. La gama de Ford tiene en general unas buenas cualidades dinámicas, pero no cuenta con un modelo exclusivamente orientado a la diversión al volante. Actualmente, sólo el Ford Focus ST se erige como baluarte de “quemados”, a la espera del Ford Fiesta ST, versión picante del pequeño polivalente superventas.
Es realmente una pena que la economía de Europa no permita el lanzamiento de un coche así, pero los motivos se pueden entender. Un coupé es un vehículo de bajas ventas, con un elevado coste de desarrollo que sólo puede rentabilizarse en imagen. Además, suelen tener ciclos de vida cortos. Es por ello que a no ser que la situación económica mejore tendremos que conformarnos con el Mustang global y las versiones deportivas de Focus y Fiesta.
Realmente no está tan mal, pero siempre queremos más. A veces rebajar las expectativas no es mala cosa.
Fuente: InsideLine
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