La temporada tocaba a su conclusión sobre el circuito brasileño de Interlagos, bajo la amenaza de una lluvia que no había terminado de hacer acto de presencia pero que había marcado indeleblemente la clasificación del sábado.
En este orden de cosas y a pesar de que el venezolano Pastor Maldonado sufría una penalización de 10 puestos en parrilla, la disposición en ella de Fernando Alonso y Sebastian Vettel, 7º y 4º respectivamente, aventuraba una carrera cómoda para el alemán y difícil para el español, en una prueba en la que tanto el uno como el otro debían tratar de dilucidar el título de pilotos.
Sin embargo, no fue así, y el guión saltaba hecho pedazos desde el momento mismo en que el semáforo se puso en verde.
Los McLaren, dominadores absolutos durante el sábado, arrancaron bien a pesar de que la lluvia había comenzado a caer, aunque levemente. Hamilton, el poleman, parecía no querer desperdiciar la oportunidad de volver a vencer como hiciera en el Gran Premio de los USA la semana anterior. Tras él, Button se sumaba con decisión a la apuesta de Woking por arrebatar a Ferrari el segundo puesto en el Mundial de Marcas, mientras a su espalda, Webber trataba de defender a Vettel del ataque de los de Maranello después de que el de Heppenheim hiciera una salida desastrosa en la que perdió algunas posiciones.
Los primeros compases fueron trepidantes. La S de Senna se convirtió en un embudo por el cual se hacía necesario pasar a toda costa y un terreno en el que el bicampeón del mundo, lejos de asegurarse de que Alonso no se escapara, le sirvió al alemán para encontrarse dentro de la zona más peligrosa de todas: la montonera, razón por la cual, en una maniobra dudosa, golpearía a Bruno Senna, obligándose a luchar a partir de entonces desde la última plaza de la parrilla y con el fondo plano de su RB8 tocado.
Delante las cosas parecían pintar bien para el aspirante al título. Durante el segundo giro, Massa lucha con Webber por la tercera posición, instante que aprovecha el de Oviedo para ganarles la plaza. En ese momento Alonso es virtual campeón del mundo, pero la lluvia sigue cayendo de manera persistente y el pescado todavía no está vendido, y aunque Hamilton lidera la prueba seguido por su compañero Button, el asturiano ve por los retrovisores a un Hulkenberg que ha pescado en río revuelto y que tras desembarazarse de Felipe se acerca peligrosamente al Ferrari número 5.
Seguía lloviendo y comenzaban los pasos por garajes. Hamilton cometía un error y era superado por Button. Hulkenberg ya había hecho lo mismo con Alonso. Jenson devolvía la posición a Lewis para volver a arrebatársela en la vuelta 8. Fernando iba cuarto pero Sebastian ya era sexto…
En el giro 17, el alemán es virtual campeón del mundo toda vez que va a la cola de Alonso, ocupando la quinta plaza. Button gobierna la prueba con mano férrea, seguido a muy corta distancia por Nico. Tras él, Hamilton. Para el 18, Hulkenberg es líder, posición de la que no se apeará hasta casi treinta vueltas más tarde.
Pero no adelantemos acontecimientos. La abundante porquería que había sobre la pista debido a los numerosos percances ocurridos, había originado un peligroso pinchazo en el Mercedes AMG de Rosberg, lo que a la postre hizo que Dirección de Carrera desplegara al Safety Car a partir de la vuelta 23 y hasta la 29. La prueba lógicamente, se compactaba beneficiando tanto a Fernando como a Sebastian, quienes navegaban cuarto y quinto respectivamente.
Reiniciada, unos giros más tarde, en la vuelta 34 concretamente, Felipe Massa supera a Vettel y posteriormente a Kobayashi, colocándose a la espalda del Ferrari número 5 y dejando que éste intente el necesario asalto a la cabeza de la carrera, que sigue en manos de Nico Hulkenberg hasta que en el giro 48, debido a un patinazo, el alemán se la ceda a Lewis Hamilton —para ese instante, Button va cómodo en tercera posición y mantiene una distancia aparentemente insalvable para Alonso—.
Pero en la vuelta 54, Nico ataca a Lewis, chocan, Hamilton se ve obligado a retirarse, y Button toma las riendas definitivamente mientras Hulkenberg se irá retrasando irremediablemente. Detrás, Webber adelanta a Vettel, quien es séptimo hasta que supera a Schumacher. Las esperanzas para el de Oviedo pasan por esperar que el RB8 de su rival rompa.
Los últimos compases de la prueba vendrían marcados por el intento del asturiano por acercarse a Button, cosa que no sucede. Jenson se muestra muy solvente en cabeza y gobierna la carrera sin fisuras. Tras él se dibujan amplios espacios en apariencia intransitables para los Ferrari, quienes comienzan a conformarse con terminar segundo y tercero respectivamente, delante de Mark y de Nico, y por supuesto de un Sebastian que ya sueña con coronarse como el tricampeón más joven de la historia de nuestro deporte.
Como guinda a una carrera electrizante, Paul di Resta choca a falta de tres vueltas en la recta de tribunas, obligando al segundo despliegue en piesta del Safety Car. Todo ha terminado a pesar de que los dos últimos giros se realizan bajo bandera amarilla.
En líneas generales, la carrera de ayer ha sido una de las más bonitas e interesantes de toda la temporada. Tal vez la tensión por ver cuál era el desenlace, o la lluvia y las constantes peleas sobre el asfalto, obraron el milagro de cerrar la sesión con broche de oro. Jenson Button, resucitado contra todo pronóstico y justo vencedor. Nico Hulkenberg, demostrando una vez más que es un piloto al que la fortuna no ha sonreído como merecía. Lewis Hamilton, glorioso hasta que sucedió lo inevitable. Fernando Alonso, en su línea, luchando hasta el banderazo que daba por terminado todo, incluso sus aspiraciones. Sebastian Vettel, mostrando su parte más débil y sombría, aunque al final, como los números son lo que cuentan, es el campeón de esta temporada 2012.
Y para concluir esta crónica no quiero desaprovechar la ocasión para hacer mención de los escuderos de Red Bull y Ferrari, ambos en su sitio durante todo el transcurso de la prueba, aunque Felipe Massa fue sin duda quien mejor lo hizo.
Nos leemos
Fuente: Statsf1.com y Formula1.com
En Diariomotor: Calificación GP Brasil 2012: Hamilton se hace con la pole, con Vettel cuarto y Alonso octavo
