Hace ya casi ocho años que salió a la venta el Bugatti Veyron, un superdeportivo que pasará a la historia por numerosas razones, entre las cuales destaca primordialmente el hecho de tener 1.001 CV, una cifra inusitada para un coche de serie en aquella época. El millar de CV que entrega el motor de 16 cilindros en W que monta en su parte central se convirtieron inmediatamente en el objetivo de otros fabricantes y proyectos alternativos que deseaban plantar cara al Veyron.
En Europa podemos encontrarnos el Koenigsegg Agera como actual rival más directo del superdeportivo francoalemán, y en un escalón inferior en potencia (que no en sensaciones) está el Pagani Huayra. Desde el otro lado del charco, la propuesta más serie proviene de Hennessey, que desde el año 2010 produce el espectacular Hennessey Venom GT. Basado en el Lotus Exige y con un motor del Corvette hipervitaminado, en su lanzamiento hace algo más de dos años contaba con potencias de 800, 1.000 o 1.200 CV.
En cuanto a potencia y exclusividad, estaba al nivel del Bugatti Veyron, puesto que el precio de partida del coche se estimaba en un millón de dólares. Siguiendo la estela del Veyron, Hennessey lanzó el año pasado el Hennessey Venom GT Spyder, la versión descapotable de esta bestia de la carretera. No contentos con contar con una gama tan prolija, el fabricante estadounidense acaba de anunciar la versión 2013 de su superdeportivo (en versión coupé), que se caracterizará por tener la friolera de 1.500 CV.
Respecto al Veyron, modelo con el que rivaliza, tiene una potencia un 50% superior, y también saca 300 CV al Bugatti Veyron Super Sport, la variante más potente. El anterior motor 6.2 V8 turboalimentado deja paso al bloque 7.0 V8 de origen General Motors, al que han añadido un par de turbo y una serie de retoques en su construcción para entregar la espectacular cifra de 1.500 CV. Hennessey ofrecerán bien una transmisión manual de seis velocidades o bien una automática secuencial de siete.
Por ahora no se conocen más detalles adicionales de esta nueva entrega del Venom, por lo que no sabemos si el aumento de potencia viene acompañado de más mejoras. Sólo para comparar, la actual versión de 1.200 CV pasa de 0 a 100 km/h en 2,2 segundos y alcanza 440 km/h, con un peso de 1.220 kg. A poco que la potencia sea controlada por la electrónica y el chasis aguante las embestidas del motor, podemos esperar unas cifras aún mejores que éstas, con lo cual estaríamos ante el coche de producción más rápido del planeta.
Aparte de los cambios en el motor, las recreaciones publicadas por Hennessey muestran un lavado de cara estético, lo cual ayuda a dar una imagen algo más diferenciada del Lotus Exige del que se basa. Por lo que vemos cambia el diseño de los faros, el frontal y la línea trasera, así como el sistema de apertura de las puertas. Por ahora no sabemos tampoco si cambia el interior o si la zaga recibe modificaciones, pero en unas semanas saldremos de dudas.
Fuente: Autoevolution
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