Hace ya siete años que el Bugatti Veyron puebla de vez en cuando las portadas de los medios del motor, y más de una década desde que comenzó a hablarse de este fastuoso proyecto. Ya ha pasado mucho tiempo y no acapara tanta atención como antes, pero conviene recordar que la firma aún no ha agotado las 150 unidades previstar del Bugatti Veyron Grand Sport (la versión con carrocería targa), que apareció en el mercado poco antes de que se agotaran las 300 unidades del Bugatti Veyron coupé.
Las malas lenguas dicen que a la firma francoalemana le está costando mucho trabajo colocar esta tirada, a pesar de que es un preciado objeto de deseo. Este bajo ritmo de ventas puede que sea una de las explicaciones a la gran cantidad de unidades especiales que Bugatti ha lanzado en los últimos tiempos. Tras varios meses sin novedades, esta semana han presentado el Bugatti Veyron Grand Sport Venet, una unidad única que ha sido caracterizada por el artista francés Bernar Venet.
La marca ha dejado carta abierta a Venet para decorar el Bugatti Veyron Grand Sport a su antojo, y el resultado es el que vemos en las fotografías. El color marrón es el que preside el coche al completo, tanto en el exterior como en el interior. La carrocería va pintada en marrón, cuyas tonalidades van degradándose de atrás hacia adelante. En la zona frontal nos encontramos fórmulas matemáticas en la propia pintura, algo muy sorprendente. Las llantas delanteras también van pintadas parcialmente en color marrón.
El mismo esquema de colores nos lo encontramos en el interior donde, exceptuando las inserciones metálicas, todo va tapizado en numerosas tonalidades de marrón. Destaca el marrón claro de la columna central, que se convierte en algo más oscuro en los asientos. El volante y el salpicadero van tapizados en el marrón más oscuro. El detalle de las fórmulas matemáticas también se repite en los paneles de las puertas, donde a su vez nos encontramos el mismo degradado de color.
Esta unidad estará expuesta en los próximos días en el Art Basel de Miami, donde probablemente encuentre un comprador dispuesto a quedarse con esta joya, cuyo precio probablemente se aproxime a los dos millones de euros. La parte mecánica permanece intacta, presidida por el bestial motor 8.0 W16 de cuatro turbos que entrega 1.001 CV.
Fuente: Bugatti
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