Reciclar los conocimientos en materia de seguridad vial, normativas y consejos para una conducción de calidad, es una responsabilidad de todo conductor y una necesidad para mantener y mejorar la seguridad de nuestras carreteras. Es por eso que la Dirección General de Tráfico piensa que una licencia que se obtiene en un momento dado y prácticamente nos habilita de por vida para ser conductores, dejaría mucho que desear cuando de lo que se trata precisamente es de instruir permanentemente a los conductores. Hasta aquí probablemente todos estaremos de acuerdo.
El problema llega tras las declaraciones de la directora general de la DGT, María Seguí, que propone que toda renovación de carné vaya acompañada, no sólo de una prueba de capacitación psicotécnica, sino también de un examen teórico de reciclaje. Es entonces cuando nos percatamos que un fin tan loable como el de culturizar al conductor puede terminar en una medida abusiva e incómoda, además de costosa, y una traba más para todos los conductores.
El reciclaje de los conductores no sólo es útil sino un bien necesario
Daremos la razón a María Seguí a la hora de reconocer que los constantes cambios en la tecnología de los automóviles y las normativas de tráfico son tantos y tan importantes, que los conductores deberían recibir una formación extendida en los años posteriores a la obtención de su licencia.
También apoyamos que se incentive la instrucción de unas nociones, no sólo de normativa, seguridad y el conocimiento más básico para mover el volante y desplazarnos de un punto X a un punto Y, sino también para practicar una conducción de calidad.
Con bastante acierto los nuevos exámenes teóricos y prácticos podrían requerir conocimientos y unas mínimas habilidades de eficiencia o situaciones que no se abordan en el sistema actual, como conducción en condiciones meteorológicas y del asfalto complicadas. Hace unos días os adelantábamos un estudio que revelaba que los jóvenes españoles son los más temerosos ante la nieve y la lluvia.
Reciclaje y cultura de la seguridad vial, sí, pero no pasando por caja
Por lo tanto no es un problema de fondo sino de formas. Exigir un nuevo examen cada vez que renovemos el carné podría requerir de un nuevo desembolso de dinero en concepto de formación en la autoescuela, tasas del examen, por no hablar del tiempo que sería necesario para la preparación. Todos estos efectos negativos llegarían independientemente de que el examen sea completo o simplificado para atenerse a cambios de normativa o conocimientos muy concretos que merece la pena afianzar.
Por otro lado, ¿demostraría un examen teórico que el conductor tiene los conocimientos y las habilidades para seguir conduciendo? ¿o únicamente demostraría que se ha preparado el examen y se ha estudiado las preguntas?
Que María Seguí haya apuntado a esta posibilidad en una convención anual de autoescuelas nos revela la realidad de sus declaraciones, tratar de dar falsas esperanzas a los profesionales que se encargan de la formación de los conductores, en un sector que ha acusado un notable descenso de los alumnos en los últimos años, sin valorar la repercusión que podría tener para el resto de los conductores. Por no hablar de la sensación que al final se transmite al conductor, que cada vez ve con mayor claridad como las medidas de la DGT no sólo no van encaminadas a mejorar su seguridad sino a aumentar su recaudación.
En definitiva, ¿es necesario reciclar los conocimientos de los conductores? Por supuesto que sí. ¿Tiene sentido hacerlo pasando por caja y regresando a la autoescuela cada vez que se renueve el carné? Parece que no.
Fuente: El Diario de Burgos
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