Por la Gran Bretaña estos días estarán entonando ese triste himno que dice: algo se muere en el alma, cuando un amigo se va. Y es que uno de los iconos de la competición y los rallys de las últimas décadas dejará las islas sin que esté previsto su regreso. Según anuncian los medios británicos la marca está agotando los stocks existentes del Subaru Impreza WRX STI tras el fin de su importación.
De momento no habrá razones para temer que el ejemplo británico se repita en otros países europeos, por ejemplo en España. Pero no estaría mal analizar el trasfondo por el cual el distribuidor de Subaru en Reino Unido ha decidido descatalogar el modelo más representativo de su gama, el Subaru WRX STI (también conocido como Impreza STI). Entre las razones esgrimidas el problema medioambiental, enfocarse en otros productos más populares, apostar al máximo por el nuevo Subaru BRZ y la crisis y el cambio de mentalidad de los compradores. Si bien yo me pregunto, ¿acaso la mentalidad del comprador tradicional de un STI ha cambiado?
Los problemas a los que se enfrenta el Subaru Impreza STI
El problema medioambiental es algo recurrente y un compacto deportivo con un consumo homologado en ciclo mixto por encima de los 10 litros/100 kilómetros, más propio de un Ferrari o en la línea del consumo de un Bentley Continental GT, nos guste o no, es algo indecente en los tiempos que corren. La realidad es bien diferente y en la práctica las fichas de homologación siempre resultan engañosas, pero las cifras reales que hemos visto en un Subaru BRZ (hermano del Toyota GT 86) nos parecen mucho más lógicas y coherentes con el tiempo que nos ha tocado vivir que las que apreciamos en su día en nuestra prueba del Subaru Impreza STI.
Una nueva generación de compactos, que para ser honestos en muy pocos casos transmiten tanta deportividad como el WRX STI, han conseguido ganar la partida “ecológica” (si es que existe tal palabra en un deportivo) al bóxer sobrealimentado del Subaru.
Rivales cada vez más fuertes y modernos
Pero lo que más ha pesado sin duda en Reino Unido ha sido el descenso de las ventas de los últimos años y de la fuga de clientes hacia productos modernos como los Volkswagen Golf R, los Audi S3 y RS3 y el BMW M135i. Una vez más por la mejilla del cliente británico debería correr una lagrimilla al percatarse de que con el STI también se va una generación de deportivos concebidos sobre la gravilla de los tramos de rally, hace unos años también nos dejó el Mitsubishi Lancer Evo.
Fuente: Evo.co.UK
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