Aston Martin acaba de presentar el nuevo Rapide S, de nuevo enmarcandose en el centenario de la marca. Se trata de la nueva versión del elegante coupé de cuatro puertas, situado entre lo mejor de las berlinas deportivas del mercado. No se trata simplemente de una nueva versión, sino de un reemplazo para el Rapide. Por tanto, la gama se compondrá únicamente del Aston Martin Rapide S. Entre las novedades, un aspecto actualizado y un motor 6.0 V12 más potente, con 550 CV.
Está claro que el Aston Martin Rapide es uno de los coches más bonitos de su segmento. Aston lo sabe, y por ello la actualización estética ha sido ligera. La calandra se ha rediseñado siguiendo las pautas marcadas por el nuevo Aston Martin Vanquish, y el paragolpes también recibe un lavado de cara. En la preciosa zaga el portón del maletero tiene un borde más anguloso, mientras que las ópticas oscurecidas no reciben cambios.
Dos tubos de escape siguen asomando por su parte baja. Unas nuevas llantas de 20 pulgadas y un Carbon Exterior Pack añade elementos en fibra de carbono a la carrocería, rematando un conjunto que roza lo pornográfico. En cuanto al habitáculo, se añade una amplia gama de opciones orientadas a la deportividad y un nuevo acabado en Piano Black, así como un aislamiento mejorado para mayor confort de los ocupantes.
Un cuero de doble tonalidad, rojo y negro, se añade a la lista de opciones y entre el equipamiento de serie destacado podemos encontrar un sistema de audio Bang & Olufsen de gama alta, con 13 altavoces, cancelación activa de ruido y 1.000 watios de potencia. Por supuesto, si queremos personalización total y absoluta de nuestro Rapide S, podemos adscribirnos al programa “Q by Aston Martin”, que tiene ciertas referencias al agente 007.
Tampoco nos olvidamos de que todo el interior sigue teniendo la misma calidad de siempre, inserciones en materiales nobles y terminado artesanal. Esta berlina deportiva de lujo recibe sus mayores cambios bajo el capó. El conocido motor AM11 recibe un chute extra de potencia, que lo coloca en 550 CV a 6.750 rpm, el par máximo crece a 620 Nm a 5.000 rpm. Son 80 CV y 20 Nm más que la anterior versión del V12, mejoras más que sustanciales.
Con todo, la potencia continúa pasando al tren trasero a través de un diferencial autoblocante y una caja de cambios automática Touchtronic 2 de seis relaciones, que ha sido recalibrada para soportar el incremento de prestaciones y potencia. El Aston Martin Rapide S acelera hasta los 100 km/h en 4,7 segundos, 0,4 segundos más rápido que el Rapide. La velocidad punta crece hasta unos más que respetables 306 km/h.
El consumo baja ligeramente, hasta una media de 14,2 l/100 km. No es una cifra que vaya a importar mucho a los futuros dueños de esta máquina. Para ponerse al día con respecto a rivales como el Porsche Panamera Turbo S o el Mercedes CLS 63 AMG, el Aston Martin Rapide S incorpora una suspensión adaptativa ADS con varios modos de funcionamiento, Normal, Sport y Track, variando su dureza y feedback en función de los deseos del conductor.
En el modo automático este sistema “lee” la carretera y automáticamente se ajusta para lograr la mejor experiencia de conducción posible. El control de estabilidad y el sistema de frenado también han sido recalibrados. Con todo, no es un coche tan rápido como sus rivales, algo quizá evidenciado por la veteranía de su motor y sobre todo, su caja de cambios. No podemos decir que sea por peso, pues sus dos toneladas son similares al peso de sus rivales.
En resumen, una de las joyas de la corona de Aston Martin recibe una más que buena actualización, a un precio que aún no ha sido declarado, pero que superará los 200.000€ casi con toda seguridad. Sigue estando en nuestra lista de coches que compraríamos para el garaje ideal si nos toca el Euromillones, porque si ya era bonito, han logrado que sea excelso.
Fuente: Aston Martin
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