Aprovechando la presentación del Honda Civic 1.6 I-DTEC de 120 CV pudimos tener un rato para probar el Honda CR-Z 2013. El pequeño coupé híbrido se reformó a finales del año pasado aunque, en esencia, sigue siendo igual.
¿Qué cambia? Su aspecto exterior se modifica en unos pequeños detalles como el alerón delantero o el difusor trasero (aunque hay que tener al CR-Z antiguo y al nuevo enfrente para poder apreciarlo) y además contempla un nuevo diseño de llantas y dos colores nuevos (violeta oscuro y amarillo dorado). Interiormente el 2+2 tiene más novedades como pequeñas mejoras en sus tapizados y, sobre todo, más potencia desde su tren híbrido.
Modulando el CR-Z: ECON, Normal y Sport
Sin duda el CR-Z es un coche muy especial. No solamente porque sea una especie de utilitario con forma de coupé, cuatro plazas (dos plazas delanteras y dos plazas muy pequeñas en la segunda fila) y un corazón híbrido. Es que además es un híbrido con cambio manual, ideado para disfrutar de la conducción mucho más que en otros híbridos con transmisiones automáticas (generalmente de tipo “continuamente variable” como la del Honda Insight).
Y como otros híbridos el CR-Z contempla varios modos de funcionamiento para adaptarse a las distintos comportamientos al volante, intercambiables a través de unos botones en un cuidado panel a la izquierda del volante.
Para una circulación muy relajada y que pretenda gastar poco existe el modo ECON (modo que existe también en los Civic convencionales) que lo convierte en un coche muy perezoso a la hora de ganar velocidad, incluso excesivamente lento para subir una leve cuesta en segunda a baja velocidad. Muy válido para la ciudad.
Para carreteras con cuestas y demás el modo Normal es más acertado y más cómodo al evitar en mayor medida las reducciones. Y si se pretende sacar los caballos a relucir está el modo Sport. La respuesta del acelerador es mucho más directa y su pequeño motor 1.5 parece otro, apoyado además por el generador eléctrico cuando se le exige potencia.
Sport Plus, el KERS del híbrido
Sin duda la novedad más vistosa del Honda CR-Z es el botón “S+”, que está integrado en el volante con un diseño muy característico. Esencialmente podría ser como un KERS: independientemente del modo en el que se circule al pulsar el botón Sport+ se consigue un aporte extra de energía con el que conseguir una fuerte aceleración: hasta 10 segundos de potencia extra, siempre y cuando la batería tenga al menos un 50 % de su carga total.
Ni que decir tiene que no lo convierte en un GTI aunque se nota el aporte energético. Sin embargo lo que consigue hacer muy bien es reducir la carga de las baterías, como es lógico. Puede ser interesante para realizar un adelantamiento rápido, por ejemplo, pero no deja de ser un extra para sentirse que bajo el capó se multiplican los caballos temporalmente.
Dinámica: el CR-Z no es un Prius pero tampoco un GT-86
Honda lo vende como un “coupé deportivo”, con las comillas que se le deben poner. Indudablemente está pensado para disfrutar más que de un compacto híbrido cualquiera (como sería su primo el Honda Insight), su ligereza y su chasis le aportan un extra de sensaciones amén de su dirección que es bastante directa. Saliendo del cómodo entorno de la ciudad hacia carreteras con curvas el CR-Z se muestra poco balanceador y bastante firme pero no permite excesivas alegrías.
¿Para quién está orientado el Honda CR-Z?
El Honda CR-Z es un coche especial, de hecho no hay un rival que se pueda considerar completamente directo. Es un híbrido con algo más y un pequeño coupé con algo menos, en cuanto a picardía sobre el asfalto se refiere. Podríamos considerar su precio, parte sobre los 24.600 euros, es bastante razonable sólo si tenemos en cuanta sus características y que es un coche único.
Si estás buscando un coche con componente tecnológico que además de híbrido te permita jugar con las marchas, disfrutar de la conducción y que no sea excesivamente caro esta el CR-Z puede ser tu opción. No lo será, desde luego, si necesitas más de dos plazas reales o si las prestaciones o las dimensiones no se ajustan a tu presupuesto.
En Diariomotor: Honda CR-Z GT Plus a prueba