McLaren se ha propuesto lanzar el mejor deportivo del mundo para su disfrute en carreteras públicas y su efectividad en circuito. Por eso mismo es lógico entender que la concepción de su habitáculo sea tan importante o más como su espectacular diseño exterior, su avanzada tecnología o sus prestaciones e infarto. Por primera vez tenemos acceso a la cabina de este avión de cuatro ruedas llamado McLaren P1, que más allá de su ergonomía inspirada en un avión de combate es extremadamente minimalista y como consecuencia, también ligero.
Lo primero que nos sorprende es la cantidad de fibra de carbono desnuda en el habitáculo del McLaren P1. Como si de un deportivo de carreras se tratase, se ha intentado dejar al descubierto muchos paneles y eliminar el aislamiento acústico para ahorrar aún más kilogramos. Como cortesía ciertos elementos, los mínimos indispensables, se han cubierto de piel y Alcantara, la misma con que han sido tapizados unos asientos de competición que envuelven al conductor y a su copiloto y cuentan con arneses de seis puntos.
Estos asientos cuentan con un anclaje fijo que puede personalizarse en el taller y variar la inclinación con la vertical para dejar una altura libre mayor con la que conducir más cerca del suelo y con espacio para el casco en nuestras incursiones de circuito.
Además de ergonomía y minimalismo, la inspiración en la aviación se aprecia entre otras cosas en la cabina acristalada, con una gran luneta delantera y un techo panorámico.
Pese a su enfoque radical el McLaren P1 no pretende prescindir de climatizador, ni equipo de sonido, ni tampoco navegador. Los controles se han situado en una consola central flotante de aspecto ligero y orientado hacia el conductor. El ahorro de peso se ha llevado al extremo, hasta en las alfombrillas que protegen el enmoquetado del suelo, que se ofrecerán únicamente como opción.
El cuadro de mandos completamente digital, que ya veíamos hace unos días, se complementa con un volante que según McLaren han diseñado siguiendo las especificaciones demandadas por sus grandes campeones de la Fórmula 1. Este volante está achatado por debajo y completamente cubierto de Alcantara y tras el, unas levas para el cambio de marchas.
Nosotros, mientras tanto, ya estamos contando los días – exactamente 21 – que faltan para que nos subamos al interior del McLaren P1 y nos sentemos en estos asientos de competición en el Salón de Ginebra. Y apuesto a que aún tendremos muchas sorpresas que contaros.
Fuente: McLaren
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