Es vox populi que Mitsubishi ha sido uno de los pioneros en la verdadera llegada de una oleada de vehículos eléctricos que se las prometían felices, pero nada más. Cuatro años después del lanzamiento del Mitsubishi i-MiEV, es cierto que el mercado ha cambiado y también que la presencia de eléctricos es cada vez más común, pero la situación sigue estando muy alejada de los objetivos que Mitsubishi se había propuesto y que por cierto aún conservan. Mitsubishi sigue esperando que en 2020 uno de cada cinco de sus coches sea eléctrico.
Si bien ya tiene en marcha un proyecto de híbrido enchufable muy prometedor, el Mitsubishi Outlander PHEV, el Salón de Ginebra también dará la bienvenida a dos nuevos prototipos, un híbrido diésel y un eléctrico puro que pretenden retomar la senda del MiEV. El primero de ellos será un pick-up todoterreno y el segundo un compacto con gran autonomía eléctrica. Son dos segmentos muy diferentes que de una forma u otra son muy compatibles con la presencia de un motor eléctrico.
Un gran pick-up híbrido y diésel, porque la electrificación no entiende de tamaños
Por un lado tenemos un gran todoterreno con estética de pick-up, puesto que contará con un voladizo trasero descubierto para la carga, denominado Mitsubishi Concept GR-HEV. Los nipones reconocen que para potenciar de verdad la electrificación de su gama, tendrían que cubrir todos los segmentos posibles, desde el utilitario más urbano hasta vehículos de gran calibre e incluso con un enfoque industrial, comercial y agrícola.
Este prototipo, a diferencia del Outlander PHEV, cuenta con una mecánica híbrida basada en un motor diésel y varios motores eléctricos (aún no se ha especificado cuantos ni sus características). De forma que solidarios, todos ellos contribuyen en un sistema de tracción total que según homologación europea podría emitir algo menos de 149 g/km de CO2.
Un compacto eléctrico con baterías de alta densidad
Por otro lado el germen del MiEV original sigue vivo en el Mitsubishi Concept CA-MiEV, un compacto eléctrico puro que se convierte en la base ideal para ir desarrollando e investigando los eléctricos con las nuevas baterías de alta densidad que deberían emplearse en la próxima generación de eléctricos. Según Mitsubishi este prototipo sería capaz de ofrecer un autonomía de hasta 300 kilómetros en el uso urbano diario, que es una cifra considerablemente superior a la de la mayoría de vehículos eléctricos que pululan por nuestras carreteras.
El problema es que estas baterías siguen siendo inaccesibles y demasiado caras para un utilitario. Es más, tal vez el error del i-MIEV no fuera su autonomía, sino su precio.
De momento esto es todo lo que sabemos. El resto lo conoceremos en el próximo Salón de Ginebra, que será cuando nos encontremos por primera vez en vivo y en directo con estos dos prototipos. Sinceramente pienso que los objetivos de Mitsubishi, incluso a 7 años vista, siguen siendo demasiado ambiciosos, incluso para las expectativas más realistas sobre el eléctrico que hemos ido conociendo en los últimos años.
Fuente: Mitsubishi
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