Toyota desvela por completo el aspecto y detalles finales de su prototipo para movilidad personal bautizado como Toyota I-ROAD que debuta en el Salón del Automóvil de Ginebra. Aunque hablemos de vehículo conceptual, sus aspiraciones no son otras que las de convertirse en un rival directo para el Renault Twizy y el concepto inaugurado por éste donde la mínima expresión del vehículo busca la máxima polivalencia para el usuario.
El Toyota I-ROAD responde a uno de los últimos proyectos donde más se está esforzando la marca para encontrar una apuesta que permita al fabricante llegar al mercado con nuevas y mejores características que le permitan convertirse en un Twizy-Killer. Para ello, que mejor que idear un sistema denominada “Active Lane” que nos permite girar inclinando el vehículo en el sentido del giro que trazamos con el volante.
Toyota I-ROAD: buscando una alternativa real a los scooters
Sin lugar a dudas, la peculiaridad del Toyota I-ROAD por encima de su sistema de propulsión eléctrica sobre las ruedas delanteras o su configuración de triciclo con sólo tres ruedas de apoyo, reside en el diseño de su sistema de dirección que se nutre de un control de suspensión activo que permite variar la inclinación de las ruedas respecto al eje que une el tren delantero con la carrocería.
Hablamos de un sistema controlado electrónicamente que basa su funcionamiento en las leyes que transmite el volante a una unidad de control y que ejecutan la variación en el ángulo de la trazada manteniendo la verticalidad gracias al empleo de un giroscopio. De este modo, cuando giramos el volante en su interior, el sistema realiza la maniobra de giro variando el grado de inclinación de la carrocería respecto a la horizontal y modificando la caída de las ruedas delanteras.
Su sistema de propulsión eléctrica ofrece una potencia de 5,4 CV sobre las ruedas delanteras y cuenta con una autonomía máxima de hasta 50 kilómetros. Toyota destaca la anchura del I-ROAD con sólo 850 mm como uno de los puntos clave a la hora de ofrecer una alternativa real a vehículos de dos ruedas. El Toyota I-ROAD gracias a una anchura tan reducida promete ofrecer la maniobrabilidad de un scooter acompañada de los beneficios de contar con una carrocería cerrada, el confort de un vehículo para dos pasajeros y la maniobrabilidad que se extrae del uso de inclinación activa para efectuar giros completos en espacios mínimos.
Fuente: Toyota
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