Lexus ha presentado en el Salón de Ginebra la última versión del nuevo IS. Hablamos del Lexus IS 300h, una versión híbrida que se pondrá a la venta en el mercado europeo en verano. No se ha hablado en ningún momento de una versión diésel, por lo que lo más probable es que no se llegue a ofrecer, en línea con la estrategia empresarial de Lexus. No obstante, no hará falta un diésel, ya que el Lexus IS 300h promete unas emisiones de CO2 de 99 g/km y 220 CV de potencia combinada.
Estéticamente apenas hay diferencia con otros Lexus IS, más alla de logotipos con el fondo azul eléctrico y una ausencia de tubo de escape en la parte trasera. Con los demás Lexus IS comparte un diseño afilado y rompedor, del que no nos quejamos en absoluto. En lo tocante a su motorización, monta un sistema Lexus Hybrid Drive ya estrenado en el Toyota Camry Hybrid estadounidense. Su potencia combinada es de unos nada desdeñables 220 CV, permitiendo unas prestaciones más que correctas.
El motor térmico de este sistema híbrido en paralelo es un nuevo 2.5 de cuatro cilindros con ciclo Atkinson. Desarrolla 178 CV a 6.000 rpm y 221 Nm de par entre las 4.200 y las 5.400 rpm. Va acoplado a un motor eléctrico de 141 CV, que desarrolla nada menos que 300 Nm de par. La batería de tipo NiMh hace de cuello de botella, permitiendo que la potencia combinada sea menor que la suma de las potencias de ambos motores. Con todo, 220 CV me parece una cifra más que correcta para un híbrido premium.
El Lexus IS 300h es capaz de acelerar hasta los 100 km/h en 8,3 segundos, logrando una velocidad punta de 198 km/h. El consumo homologado es de sólo 4,3 l/100 km, con unas emisiones de 99 g/km de dióxido de carbono. Toda la potencia se dirige al tren trasero, a través de una caja de cambios E-CVT de variador continuo, eficiente y muy suave. Aunque por ejemplo un Audi A4 2.0 TFSI de 211 CV sea más rápido, su consumo medio es más de 2 l/100 km superior al del Lexus IS 300h.
Para contrarrestar la falta de sonido del propulsor híbrido, el Lexus IS 300h equipa una tecnología llamada Active Sound Control que imita el sonido de un motor térmico en aceleraciones y deceleraciones en las que el verdadero motor de gasolina está desconectado. El Lexus IS 300h no tiene fallo alguno, pero, ¿será capaz el mercado de aceptar la falta de una motorización diésel? Pienso especialmente en mercados como el español. Ahí está la principal duda.
Fuente: Lexus
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