¿De verdad era tan necesario lanzar un nuevo coupé derivado del Rolls-Royce Ghost? Probablemente no. Lo que sí os podemos asegurar es que Rolls-Royce se ha marcado el objetivo de proseguir su imparable crecimiento y para ello no solo necesitan potenciar sus ventas en Asia, especialmente en China, y Estados Unidos, sino también aportar nuevos productos y sensaciones, o en este caso prestaciones.
Y es que incluso con el Rolls-Royce Phantom Coupé en boga, el Wraith sigue siendo un producto digno de mención, excelencia y lujo sin parangón y el nuevo objeto de deseo del millonario que pueda permitírselo. Este nuevo Rolls es una inmensa y pesada mole, con 5,27 metros de largo y 2.371 kilogramos de peso, en la que podemos viajar en primera clase y con la máxima comodidad y el exotismo – entre otras cosas – de sus puertas suicidas, pero también disfrutar de unas prestaciones inéditas para un Rolls.
Damas y caballeros, este es el Rolls en el que el señorito quitará del volante a su chófer para ponerse a conducir y disfrutar.
Casi tan práctico como un Phantom Coupé y más potente y rápido
Aún llevándose más de 30 centímetros con un Rolls-Royce Phantom Coupé, el Wraith no tiene nada que enviar a este último. Rolls-Royce ha resuelto su nuevo super-coupé con una trasera de tipo hatchback fastback que personalmente me encantó. Aunque la función del diseño de la zaga tiene bastante de estética y no tanto de practicidad, el acceso al maletero sigue practicándose mediante una tapa convencional.
Las puertas suicidas siguen siendo una extravagancia, menos práctica en un coupé de dos puertas, pero el acceso a las plazas traseras es tan cómodo y sencillo como lo pueda ser en un Phantom Coupé.
Tan sólo conocemos su precio antes de impuestos en Europa, en torno a 245.000 euros. Más adelante se confirmará el precio definitivo, incluyendo impuestos, en cada país, pero podemos ir adelantando que en España superaría con creces los 300.000 euros. No obstante, los Wraith que se matricularán en nuestro país (si llega alguno) podrán contarse con los dedos de una mano. Aún así seguiría siendo un precio considerablemente bajo respecto a un Phantom Coupé, que está bastante cerca de los 500.000 euros. Pero seamos serios, ¿a qué cliente le importará de verdad la diferencia entre uno y otro?
Un super-coupé de lujo único en su especie
Pensábamos que sería un verdadero rival del Bentley Continental GT, pero lo sentimos por este último, el Rolls se lleva la palma en lo que a lujo y exhuberancia se refiere. Pero está claro que los 100.000 euros que separarán un Wraith de un Continental GT W12 y los más de 150.000 euros que lo separarán de un más contenido Continental GT V8, hacen que el cliente objetivo de cada uno tenga clara su decisión.
Si soy honesto con nuestros lectores, al ver parar junto a una acera un Continental GT me esperaría cualquier cosa, que bajase un jugador de fútbol o una señorita (o un señor) cualquiera con toda su familia. Basta con que te hayan ido bien tus negocios y tengas una cuenta corriente desahogada para permitírselo.
Pero como en un Phantom Coupé, si veo un Wraith aparecer, lo primero que pienso es que tras el chófer se bajará una diva de la música pop o una estrella del rock. Pienso que en Europa, en tanto es un Rolls-Royce, el Wraith tendrá el “defecto” de ser demasiado exótico y despampanante para cualquiera. Una exhibición de millones que casi nadie se puede permitir en estos tiempos de crisis, aunque te sobre el dinero.
¿Desde cuando importan las prestaciones y la potencia en un Rolls-Royce?
Me atrevo a decir incluso que el Wraith ha sentado un precedente cuanto menos curioso, por primera vez la potencia y las prestaciones importan para Rolls-Royce. Y no es porque antes no importasen, sino porque nunca se habían exhibido con tanto entusiasmo las cifras de un nuevo modelo. Si tiramos de hemeroteca y nos remontamos varias décadas atrás veremos como incluso a la marca no le interesaba mínimamente hablar de la potencia de sus motores. Vendían lujo y unas prestaciones que independientemente de cifras, se sobrentendían extraordinarias.
Por activa y por pasiva Rolls-Royce nos ha cautivado diciéndonos que de verdad han fabricado un coupé de lujo, pero también deportivo y muy potente, con prestaciones inéditas para un coche de la marca. Ya saben, este Rolls ha sido pensado de verdad para el conductor.
Y no quiero decir nada más. Pero incluso con su peso, su longitud y su lujo sibarita, el Rolls-Royce Wraith es capaz de equipararse en sus prestaciones (0 a 100 km/h en 4,6 segundos) con todo un Bentley Continental GT W12.
Fuente: Rolls-Royce
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