Al igual que Bentley y Rolls-Royce, Lamborghini ha crecido notablemente en sus ventas en 2012 (un 30%). La crisis no ha impedido que el crecimiento se haya mantenido en prácticamente todos los mercados en los que los italianos tienen presencia, incluida Europa, y aunque Estados Unidos y el área Asia-Pacífico siguen ganando importancia, las ventas de Lamborghini se reparten casi equitativamente entre estos tres escenarios.
El protagonista de este año ha sido sin lugar a dudas el Lamborghini Aventador LP700-4, que con 922 unidades vendidas estuvo muy cerca de las 1.161 unidades producidas del Lamborghini Gallardo, que sigue siendo el Lambo más vendido de todos los tiempos. Tener un Lamborghini sigue siendo algo exclusivo, pero ahora un poquito menos, puesto que si te compras un Gallardo tendrás que saber que habrá otros 13.000 como el tuyo, o muy parecidos, pululando por el mundo.
La clave de 2013 será el inicio de las entregas del nuevo Lamborghini Aventador LP700-4 Roadster. Si te quieres hacer uno será mejor que te armes de paciencia, puesto que ya hay reservas cerradas para los próximos quince meses. Tocará esperar.
Sigo pensando que Lamborghini necesita revulsivos, de cara a producir y vender más y también a afianzar su imagen y referencia como fabricante de superdeportivos. Ya os di mi opinión sobre el Lamborghini Veneno en el Salón de Ginebra y vuelvo a decir que aunque te deshagas de tres deportivos únicos (y cuatro, si contamos el Aventador Jota de 2012) estás descuidando tu trabajo en la producción de verdaderos iconos como el McLaren P1 o LaFerrari. Un Lamborghini Veneno es un producto impactante, exótico y de museo, pero jamás será un icono de nada.
Lanzar un todocamino o una berlina quizás sea un movimiento demasiado extremo, pero ahí tenemos el caso de Ferrari que vendió 7.318 coches y sigue cosechando unos resultados espectaculares. Quizás sea un buen momento para que Lamborghini apueste por muchas otras posibilidades existentes en el mercado de los deportivos. La idea de una berlinetta nos seduce, incluso de un arriesgado “shooting brake” al más puro estilo Ferrari FF o un gran turismo al uso.
¿Por qué no? Lamborghini cuenta con numerosos ejemplos a lo largo de su historia que nos demuestran que no todo va a ser mantener dos superdeportivos, un V10 y un V12.
Fuente: Lamborghini
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