Arrancamos con la segunda parte de la prueba del Mercedes A 250 AMG Sport. 211 caballos, paquete estético AMG y como su nombre indica, una puesta a punto deportiva ¿lo suficientemente deportiva como para disfrutar de un tramo de curvas sin irnos a un SLK o a un SLS? ¿lo suficientemente Mercedes como para no dejarnos los lumbares en cada badén?
Momento de analizar el motor de esta versión del nuevo Mercedes Clase A, momento de ponernos tras su volante, de conocer cómo se desenvuelve, si las prestaciones están a la altura de esa imagen deportiva, de esas llantas multiradio, de esos frenos perforados que asoman tras ellas, de esos asientos deportivos… es la hora de poner a prueba la dinámica del Mercedes A 250 AMG Sport.
Si os perdisteis la primera parte de la prueba, por aquí podéis conocer el análisis del diseño exterior e interior del Mercedes A 250 AMG Sport.
Su motor: 211 caballos, gasolina, 4 cilindros y sobrealimentado
Empecemos por el principio. Los 211 caballos nos llaman. Lo sé. Pero antes, conozcamos el corazón de este alemán.
Bajo el capó de este Mercedes Clase A late un 4 cilindros en línea. Un bloque que con 2 litros, sobrealimentado, 211 caballos y un par 350 Nm queda situado en la parte más alta de la gama gasolina del Mercedes Clase A, por supuesto con la excepción del Mercedes A 45 AMG que recordemos, que contando también con un bloque de 4 litros sobrealimentado es capaz de alcanzar los 360 caballos ¿quién se iba a imaginar un AMG compacto de 4 cilindros y 360 caballos? Sólo aquel que fuera capaz de imaginar también un compacto en Mercedes con el diseño de este nuevo Clase A o una edición especial como el Mercedes A 45 AMG Edition 1.
Con 211 caballos entregados a 5.500 rpm, con los 350 Nm de par entregados entre las 1.200 y las 4.000 rpm, el Mercedes A 250 Sport registra una velocidad máxima de 240 km/h con una aceleración en el 0 a 100 km/h de 6.6 segundos.
¿Y qué pasa con los consumos del Mercedes A 250 Sport? Homologados, el Mercedes A250 Sport registra un consumo en ciclo urbano de 8,4 l/100 km, un consumo en carretera de 5.1 l/100 km y un resultado mixto de 6.4 l/100 km, lo que se traduce en unas emisiones de CO2 de 148 g/km.
Completa el apartado mecánico la transmisión 7G-DCT, un cambio automático de doble embrague que podemos operar también desde las levas situadas tras el volante y no, no está disponible con el cambio manual, tampoco creo, que por muy enfoque deportivo que tenga esta versión, su cliente potencial lo demande.
Aunque quizá en un futuro nos encontremos a esta mecánica acompañada por una tracción total 4matic, recordemos que esta plataforma está preparada para ello y que el A 45 AMG ya cuenta con ella, por ahora, los 211 caballos se transmiten al eje delantero.
¿Qué tiene de Sport este A 250 Sport?
“Engineered by AMG” así empieza Mercedes la definición del A 250 Sport. Exteriormente cuenta con el paquete AMG. Le sienta bastante bien. Pero, ¿qué hay de Sport bajo esa carrocería?
“Mercedes sólo ofrece modelos Sport que justifiquen ese complemento”… Mercedes sigue subiendo el listón definiendo al A 250 Sport y es que más allá de la línea exterior, más allá del bloque de 211 caballos, estas unidad cuenta con el tren de rodaje deportivo, un cambio que afecta a la altura del eje delantero y a los frenos, ofreciendo un mayor diámetro y perforados, así como cambios en la dirección frente a los modelos con los acabados Urban o Style y una suspensión más firme.
¿Y en la práctica? ¿Qué transmite el Mercedes A 250 Sport? Es el momento de arrancar para comprobarlo.
Análisis dinámico: “una de las suspensiones más duras que he probado ultimamente”
Arrancamos. La instrumentación blanca se ilumina, engranamos la D en su cambio automático, un cambio que mantiene la palanca de cambio tras el volante, algo que no me convence mucho en primera instancia, aunque con el paso de los días y los kilómetros lo termino aceptando.
Primeros kilómetros y sí, el sonido que llega al habitáculo es agradable, no voy a quejarme si se filtran al sonido las notas de un motor gasolina de 211 caballos, por muy 4 cilindros sobrealimentado que sea, es un sonido agradable pero no tiene una connotación excesivamente deportiva, no suena a que hayan vitaminado su sonido para darle una mayor sensación de deportividad. Tal vez me gustaría un poco más de sonido, puede sonar macarra, disculpenme por ello, pero ese tono rojo, ese paquete AMG, esa doble salida de escape… me lleva a pensar en que quizá debería llegar un sonido algo más grave, algo más embaucador. No está mal, pero no es un sonido deportivo, no es algo reseñable, suena a 4 cilindros gasolina. Normal. Por supuesto, bajo mi criterio, mejor que falsear el sonido a través de sistemas artificiales a través del sistema de sonido.
Hundimos el acelerador, buscamos un comportamiento deportivo y los 211 caballos hacen acto de presencia. Una leve pérdida de tracción mientras afrontamos una recta nos recuerda que estamos ante un Mercedes de tracción delantera con un enfoque deportivo. Sube de vueltas, sube con progresividad y con una respuesta presente desde no muy arriba en el tacómetro, es más, su potencia máxima como pudimos ver está situada en las 5.500 rpm. Buena respuesta de su transmisión en rapidez y sobre todo en comodidad, podría ser mejor, sí, el cambio DSG tiene una mejor respuesta, pero desde luego el cambio es cómodo y rápido.
Empuja, además de desde abajo, con fuerza, transmite una sensación palpable de aceleración. Por encima de las 3.000 rpm tenemos la diversión. Y lo mejor viene cuando empezamos a trazar las primeras curvas. No se balancea ni un ápice. No hay balanceo alguno, ni lateral ni cuando hundimos el pedal del freno. Las suspensiones hace un muy buen honor al Sport del nombre del A 250 Sport. Su tarado es muy deportivo, muy duro, con una excelente respuesta, al igual que los frenos, responden bien, no llegue a apreciar fatiga durante un uso intenso y su frenada es verdaderamente contundente. Tracción delantera… sé que desde que lo habéis leído habéis pensado ya inmediatamente en subviraje, en curvas que se hacen rectas… pero no, hay que forzar mucho para conseguirlo y obviamente aparece, pero no de una manera evidente. Un 10 para suspensiones y frenos cuando de buscar deportividad se trata, pero, ¿qué pasa cuando en lugar de por un tramo de curvas circulamos por una vía urbana?
Aquí esa grata dureza, ese tarado que os aseguro que es de los más duros que he probado en un coche de calle en los últimos meses, se vuelve en cierto modo en su contra. Y digo en cierto modo porque para mí, personalmente, bienvenida sea esa radicalidad, esa incomodidad, ese tener que renunciar a algo por el enfoque deportivo. La suspensión es en definitiva muy dura y la respuesta de la parte ciclo muy buena, pero acuérdate de, además de pasar con sumo cuidado por badenes e intentar evitar los baches (para alivio de tus lumbares), avisar a los ocupantes de las plazas traseras, si estos tienen cierta altura, para evitar que lleguen a rozar en un badén con la cabeza en el techo. Bienvenida sea esta puesta a punto. Me gusta que tenga este carácter el A 250 Sport, me gusta como responde dinámicamente el chasis del Mercedes Clase A, sin duda, para mí, uno de sus mejores puntos junto a su diseño o ciertos detalles de su habitáculo (esos asientos…).
2.000 rpm, llaneamos a 120 km/h por autovía, a 100 km/h la aguja del tacómetro baja hasta 1.800 rpm, hay un leve rumor de aíre desde las ventanillas. No demasiado y como dije también se escucha levemente su motor y como vuelvo a decir, es un 211 caballos gasolina, no me importa que llegue al habitáculo ¿vibraciones? Ninguna ¿es cómodo para viajar? Sí, puede devorar y devorar kilómetros perfectamente y además con espacio suficiente para 4 adultos en un largo viaje.
Llega el momento del consumo y sí es algo alto. El consumo medio, después de un uso con bastante ciudad, pero en un ciclo mixto, en una proporción en la que apróximadamente un 35-40% de la conducción se ha desarrollado en ciudad, es de 8 l/100 km. Se baja de 8, te mueves en unos 7 l/100 km cuando te mueves en vías rápidas, pero al entrar en ciudad los 211 caballos “pesan” cuando de consumos se trata. Como en el caso de las suspensiones, creo que es algo que debemos asumir cuando accedemos a un modelo de enfoque deportivo, una vez asumido, mejor pensar en cada repostaje en el coche que tienes ante ti. Y disfrutarlo.
Paramos el 4 cilindros. Ponemos el freno de mano, electrónico y nos despedimos hasta la tercera y última parte de la prueba del Mercedes A 250 AMG. Han sido 889 kilómetros con este Clase A, 25 horas y 49 minutos si sumamos todo el tiempo que he estado tras su volante en una semana (nos advierte de ello el ordenador de a bordo) y el Mercedes Clase A me ha convencido, es más, es el que elegiría del trío de compactos premium. Pero no adelantemos acontecimientos.
En Diariomotor: Audi A3 1.8 TFSI 180 CV S Tronic, probamos un compacto picante e interesante| BMW 118i Sport 170 CV: a prueba un interesante compacto de tracción trasera| Mercedes A 250 Sport AMG, a prueba (I): análisis de su diseño exterior e interior