La jornada de sábado en Melbourne no ha podido estar más repleta de sorpresas. A unas horas de la disputa del G.P. de Australia, primera prueba puntuable para el mundial de este año, y con la sensación de superioridad mostrada ayer por Red Bull y Sebastian Vettel todavía flotando en el aire, tal y como estaba previsto, el día iba a estar marcado por feos nubarrones en el horizonte, por abundante agua, y por la aparición de una fuerte tormenta de lluvia durante la calificación.
En este orden de cosas, la tercera y última sesión de entrenamientos libres, el momento en que los equipos y los pilotos suelen afinar sus máquinas de cara a lograr un buen puesto en la parrilla, y a defenderlo o ganar alguno más durante la prueba de mañana domingo, se ha desarrollado bajo una meterología cambiante, pero dominada por la presencia de la lluvia, aunque sus primeros compases se han llevado a cabo sobre asfalto seco.
Romain Grosjean lideraba la tabla de tiempos cuando ha caído el primer aguacero sobre Albert Park, a 16 minutos de la puesta en verde del semáforo, seguido por Fernando Alonso, Felipe Massa y Paul Di Resta. El obligado cambio de gomas y la imposibilidad de utilizar los superblandos durante el resto de los entrenamienos, han echado por tierra la posibilidad de entrever si las sensaciones obtenidas ayer se ratificaban o por el contrario, se venían abajo, lo que a la postre ha definido un cambio de escenario en el que cabe destacar que se ha visto mejor a McLaren, y que el dominio mostrado por Red Bull sigue teniendo su Talón de Aquiles en el aspecto de la fiabilidad, pues Sebastian Vettel no ha podido completar sus evoluciones en pista por haber sufrido un problema hidráulico en su monoplaza.
Entre unas cosas y otras, la tercera sesión de entrenamientos terminaba prácticamente en un suspiro (es la más corta de todas ellas, concretamente de 1 hora de duración), y con las miradas puestas en el cielo de Melbourne, oscuro y amenazante. El trabajo realizado por la mañana con los compuestos mixtos y extremos (Cinturato Pirelli, vitola verde y azul, respectivamente), sin duda debería dar sus frutos en la calificación, fase en la que la presencia de la lluvia se daba por hecho, y que se prometía movidita porque los setups elegidos por los equipos para resolverla se insinuaban con meramente coyunturales ya que la carrera se disputará casi con absoluta seguridad en condiciones de seco.
Horas más tarde, a las 17:00, daba inicio la calificación bajo una fuerte tormenta que ha obligado a Dirección de Carrera a posponer el encendido en verde del semáforo. Si a priori el retraso no iba a suponer ningún impedimento, conforme pasaban los minutos y el atardecer australiano comenzaba a oscurecer Albert Park, los nervios empezaban a aflorar, circunstancia que ha obligado a Charlie Whiting a dar el permiso para que los vehículos comenzaran a rodar bajo unas condiciones de pista que lejos de mejorar, parecía que habían empeorado.
La Q1 es la tanda más larga de la calificación (20 minutos), de manera que entre el tiempo perdido y la duración de la misma, ya se daba por cierto que la Q2 y la Q3 se celebrarían con poca visibilidad. Los coches comenzaban a calentar gomas y poco a poco la tabla de tiempos se iba completando, mientras en pista se sucedían las salidas e incluso los accidentes (Felipe Massa y Charles Pic), proponiendo un escenario gobernado por las prisas en el que al final sobresalían Nico Rosberg (Mercedes) y Fernando Alonso (Ferrari), y en el que perdían el pasaporte para la Q2 4 de los 5 rookies: Jules Bianchi y Max Chilton (Marussia), Giedo van der Garde (Caterham), Esteban Gutiérrez (Sauber), a los que acompañaban Charles Pic (Caterham; por accidente, como hemos comentado antes) y Pastor Maldonado (Williams), este último a tan sólo 3 décimas de Adrian Sutil y del paso a la siguiente fase.
Pero la meteorología adversa, terca y persistente, obligaba de nuevo a Dirección de Carrera a retrasar el inicio de la Q2 aun a riesgo de que la falta de visibilidad pusiera en riesgo a máquinas y pilotos en las dos últimas tandas de la calificación. Con el paso del tiempo, sobre el paddock y los garajes se extendía la sensación de que la neutralicazión podía derivar en una cancelación, circuntancia que al final se ha confirmado, cuando Charlie Whiting ha anunciado que la Q2 y Q3 se celebrarán mañana domingo a las 11:00 horas de Melbourne, porque las condiciones de visibilidad y la cantidad de agua en pista, así lo aconsejaban.
Fuente: Formula1.com
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