Hoy es un día especial para Audi, ya que se acaba de cumplir una efeméride interesante en la historia de la marca. Ha salido de las líneas de producción el vehículo número 5.000.000 equipado con tracción integral quattro. Nunca es un vehículo elegido al azar, y en este caso se trata de un Audi A6 allroad 3.0 TDI quattro, con un potente motor turbodiésel de 245 CV de potencia bajo su capó. La gama Audi se compone de 140 variantes dotadas de tracción total, la más completa de entre los fabricantes Premium, según fuentes de la marca.
El primer vehículo de Audi en equipar la tracción quattro fue el Audi Quattro, un coupé deportivo que fue el vehículo que dio pie a que poco a poco berlinas y familiares fuesen montando sistemas de tracción total. Hoy por hoy, todos los modelos de la gama Audi tienen una versión quattro, sin excepción. En competición, el éxito llegó con las victorias de Audi en el Grupo B del Campeonato del Mundo de Rally, tres victorias en Pikes Peak con el Audi Sport Quattro e incluso varias victorias en el DTM con el Audi V8 Quattro.
No termina ahí la historia, incluso un Audi 90 IMSA muy modificado rompió moldes en el campeonato TransAm estadounidense. Estos éxitos vinieron en varios casos acompañados de prohibiciones de la tracción total en competición, especialmente polémico en el DTM alemán. La última aventura de quattro en los circuitos ha sido el R18 e-tron quattro que participó en la última edición de las 24 Horas de LeMans, con tracción total y una avanzada tecnología híbrida. Conozcamos un poco más qué tipos de tracción total tiene Audi en su gama.
En primer lugar, la aplicación para motores transversales es de tipo Haldex, normalmente envía casi toda la fuerza al eje delantero, pero puede llegar a mandar hasta el 100% de la potencia al eje trasero. Es el sistema empleado en los Audi Q3, A3 o TT, por ejemplo. Para aplicaciones de motor longitudinal, Torsen es nuestro amigo. Combinando un diferencial Torsen con un engranaje planetario, en condiciones habituales tiene un reparto 40/60 de la potencia. Los modelos con diferencial deportivo además reparten el par entre cada rueda del eje trasero.
Es el caso del Audi RS5, que recientemente hemos puesto a competir contra el BMW M3. El Audi R8 es la excepción en los sistemas quattro, ya que el reparto siempre favorece más al eje trasero, quedándose en un 30/70 en los casos más extremos y un 15/85 en situaciones de adherencia correcta y conducción normal. En el futuro, la electrificación completa o la hibridación abre un nuevo abanico de posibilidades para la tracción integral. Por lo pronto, seguirá siendo una de las apuestas seguras por parte de Audi.
Fuente: Audi
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