La berlina de lujo del Siglo XXI debería satisfacer la fastuosidad, elegancia y confort que demanda el cliente más sibarita, pero también hacer gala de tal dotación de extras y equipamiento tecnológico, que haría las delicias de cualquiera de los personajes de la serie The Big Bang Theory. Si alguno pensaba que existía un límite en el que la tecnología y el lujo no podrían ir de la mano, el nuevo Mercedes Clase S llegará para romper este tópico combinando elegantemente inmensas superficies ocupadas por pantallas de alta resolución con el clásico reloj de esfera y aguja de toda la vida.
Lo primero con lo que se encontrará el conductor del futuro Mercedes Clase S, que se dará a conocer muy pronto y del que ya conseguimos las primeras fotografías espía sin camuflaje, serán dos inmensas pantallas que ocuparán las dos terceras partes del salpicadero con 12,3” de diagonal cada una. Es decir, si el Lexus GS 350h presumía de contar con una pantalla más grande que un iPad (también de 12,3”), el buque insignia de Mercedes-Benz hará gala de no una, sino dos, que además de servir para manejar el equipo de entretenimiento, navegación y dispositivos a bordo, hará las veces de un avanzado y tecnológico cuadro de mandos.
Se dice rápido: 156 botones a bordo. Más de 60 únicamente en las puertas
Y si pensábamos que el futuro tecnológico que nos espera prescindiría de botones, qué mejor que el Clase S para demostrarnos cuan equivocados estábamos. Según la revista Autoweek, el Mercedes Clase S contará a bordo con un total de 156 botones, de los cuales 23 se cuentan únicamente en la puerta del conductor, otros 13 en la del acompañante y 15 para cada una de las puertas traseras. El “telefonillo” de las berlinas de lujo de antaño ha dado paso a prácticos y confortables sistemas de llamada mediante manos libres y Bluetooth, pero el Clase S tampoco prescindirá de un teclado numérico en la consola central con otros 16 botones.
Cada butaca del Clase S ya será una pieza de ingeniería que no solo integrará los ajustes eléctricos tradicionales, incluida la posibilidad de abatirse ligeramente para las plazas traseras, sino seis programas de masaje y ventilación (con aire frío y calefactado) combinada con el microperforado de los asientos y el propio revestimiento de las puertas.
Ninguna sorpresa en los materiales empleados. Maderas y pieles nobles escogidas en exclusiva para un modelo que de alguna forma tendrá que hacer que sus clientes no echen de menos la ausencia de Maybach. De hecho, este Mercedes Clase S en su versión limusina, será el sustituto natural de los antiguos modelos Maybach.
Fuente: Autoweek
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