La marca Initiale París defendida por Renault en diversos productos a lo largo de su vida, vuelve a escena bajo otro nuevo desafío que pretende realizar la firma francesa en un futuro a corto-medio plazo. Se trata de la intención de servirse de la denominación Initiale París para ofrecer una línea de corte premium, para más tarde concebir una submarca paralela al más puro estilo Citroën DS.
El coqueteo de Renault con la intención de conferir un aspecto premium a sus productos no es nada nuevo, de hecho la alianza con Mercedes-Benz buscaba aportar a la firma francesa las aptitudes necesarias para desarrollar una berlina para el segmento E capaz de competir con las grandes firmas alemanas sin demasiados miramientos. Bajo este prisma, Renault Initiale París llegará como una línea de acabado exclusiva, diferenciada y de amplio carácter que, a través del tiempo, buscará ofrecer productos únicos.
La baza del lujo a la francesa
Huelga decir que la idea ya acumula no pocos años a sus espaldas, de hecho es una idea que lleva rondando la cabeza de las grandes firmas galas desde que el lujo francés se viera sometido por triunfo del carácter alemán. De ahí se extrae una de las grandes bazas de esta apuesta que pretende llevar a cabo Renault, donde el lujo buscará aunar diseño y calidad más allá del propio equipamiento.
A Citroën le va francamente bien con su incursión premium bajo la línea DS, de hecho, la apuesta final con una berlina capaz de evocar al mítico Citroën DS (Tiubrón) será el verdadero colofón de esta línea paralela de productos. Peugeot por su parte quiere centrarse aún más en la calidad de sus productos para situarse un escalón por encima de Citroën, prueba de este cambio de ubicación será el Peugeot 208 XY, donde se buscará imprimir ese toque exclusivo y de calidad que marca diferencias.
Diseño, calidad y exclusividad como acabado, más adelante como submarca
Volviendo a Renault, la estrategia pasará por una iniciativa similar que se basará en su actual gama de productos comenzando por el actual Renault Clio. La oferta de una línea de acabados con mayores cotas en calidad, diseño, tecnología… permitirá a los usuarios reconocer los patrones que definen la línea Initiale París. Más tarde, y de forma completamente paralela, llegará una gama dedicada donde bajo plataformas comunes, se darán a conocer modelos únicos y desarrollados para segmentos muy específicos.
El concepto premium vende, y vende muy bien incluso bajo esta situación actual. La problemática se da cuando la sobreexplotación de este factor deforma la oferta, algo que por el momento no ocurre gracias a la adición de diversas variables que buscan la calidad más allá de lo bueno o malos que sean algunos materiales. El lujo francés es una de las eternas promesas de los fabricantes galos, al igual que el mejor visto y vendido lujo italiano. Citroën no lo ha hecho nada mal, ¿Con qué nos sorprenderá Renault?
Fuente: Autocar.co.uk
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