Volvo en colaboración con el fabricante Denso nos muestran un nuevo avance en lo que se refiere a evolución de las mecánica movidas por gasóleo. Se trata de una evolución de importancia, que no una revolución, pues la tecnología de partida continúa empleando el sistema Common-Rail donde una única rampa alimenta un número determinado de inyectores y es una bomba de alta presión la encargada de generar la presión absoluta que reinará en todo el circuito.
El uso del Common-Rail se ha impuesto a tecnologías como el inyector-bomba tan popular en la anterior generación de mecánicas TDI de origen Volkswagen por la mayor eficiencia de la primera. Sin embargo, el Common-Rail todavía cuenta con aspectos faltos de desarrollo para encontrar un mayor rendimiento en el uso del combustible. La tecnología i-ART desarrollada por Denso permite limar uno de los grandes hándicaps del denominado raíl común, la gestión de la presión real en cada inyector, ofreciendo un control más preciso y exhaustivo de los ciclos de combustión que se desarrollan en cada uno de los cilindros.
Un uso más preciso del gasóleo para reducir emisiones y aumentar el rendimiento
El ciclo de combustión diésel, en el apartado referente a la inyección, tan sólo necesita del control de cuatro variables: presión de inyección, caudal de combustible, tiempo de inyección y temperatura del gasóleo para determinar el volumen. Las tres variables últimas se consiguen mediante múltiples sensores ubicados en diferentes emplazamientos de circuito de alimentación, sin embargo, la presión absoluta cercana a los 2.500 bares en la actual generación de la tecnología, tan sólo era medida en la propia rampa de inyección como un factor común a todos los inyectores conectados.
Esta medición no resulta precisa en tanto que el funcionamiento de cada uno de los cilindros dista mucho de ser similar, motivo por el cual se dan diversas alteraciones de la combustión en cada uno de los cilindros que requieren factores de corrección específicos. Este hecho provoca que ante el uso de inyecciones múltiples, las fluctuaciones en la presión de la rampa afecten a cada uno de los inyectores, llevando a cabo post-inyecciones fuera de los parámetros ideales.
i-ART pretende terminar con este defecto instalando un microprocesador en la cabeza del inyector que cuenta con comunicación directa con la unidad de control principal (ECU). De este modo, este microprocesador controla directamente, y de forma independiente al resto de inyectores, el tiempo de inyección y caudal de cada una de las inyecciones en tiempo real. Esta solución permitirá adaptar la inyección de forma precisa a las necesidades de cada uno de los cilindros, con total y absoluta independencia del funcionamiento del resto de cilindros.
Temperatura de combustible y presión real de entrada serán también determinados en el propio cuerpo del inyector, por lo que al final contamos con una medición real de los parámetros críticos en el lugar que más nos interesa, el inyector.
Fuente: Volvo | Denso
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