Desde que el Gran Premio de Bahrein pasara a formar parte del calendario de Fórmula 1, en 2004, de las 9 pruebas disputadas hasta el momento sobre el trazado de Sakhir (la carrera de 2011 fue suspendida), Ferrari se ha llevado la victoria en 4 ocasiones y Fernando Alonso en 3, la última, 2010, a bordo precisamente, de un F10 de Maranello.
Dado el escaso tiempo que transcurrirá entre la celebración del Gran Premio de China que se disputó ayer, y el de Bahrein que lo hará este próximo domingo, la salud mostrada por Ferrari y su piloto asturiano en Shanghai puede extender su sombra hasta Sakhir, ya que como dijimos en su momento [Grandes Premios de China y Bahrein. Un nuevo asalto a dos mangas al Mundial de Fórmula 1], las soluciones previstas por las escuderías para las dos citas que cierran la primera gira asiática, forman parte del mismo paquete de mejoras posterior al Gran Premio de Malasia, que servirá a su vez como antesala de las evoluciones que veremos en Barcelona (Gran Premio de España, 10 a 12 de mayo del corriente).
Bajo esta perspectiva, resulta fácil entender la alegría que recorría ayer los garajes de La Scuderia al término de la prueba china, ya que la victoria de Fernando Alonso, así como las prestaciones del F138, auguran un horizonte sin nubarrones para este próximo fin de semana, que de concluir felizmente para la italiana, la permitiría encarar el retorno a Europa desde una posición mucho más cómoda que la que se intuía a la salida del circuito de Sepang hace escasamente 21 días, donde recordemos, el de Oviedo se veía obligado a abandonar al término de la primera vuelta, y Felipe Massa se veía incapaz de pasar de la 5ª plaza.
Y es que Sakhir, como decíamos al inicio, resulta un circuito muy asequible a la de Maranello, a su piloto asturiano y también al paulista que conduce el coche número 4.
En 2004, año inaugural del Gran Premio de Bahrein, vencía Michael Schumacher, con Rubens Barrichello (por aquel entonces militando en la de Il Cavallino Rampante) haciendo segundo, firmando así el segundo doblete del año para Ferrari (el primero se obtuvo en Australia, con el alemán y el brasileño en el mismo orden).
Durante la disputa de la carerra del año siguiente (2005), era Fernando Alonso quien se subía a lo más alto del podio. Había vencido con el Renault R25 y en aquella ocasión compartía honores con Jarno Trulli (Toyota) y Kimi Raikkonen (McLaren). En 2006, el español volvía a lograr la victoria, esta vez sobre un R26 también de la escudería Renault, sobre Michael Schumacher (Ferrari) y otra vez Kimi Raikkonen (McLaren de nuevo).
En la temporada 2007, Felipe Massa se encaraba al cajón más alto de Sakhir, habiendo obtenido su victoria sobre un F2007 de Maranello, y en el podio estaría acompañado por un Kimi Raikkonen que recién había estrenado su mono rosso, aunque el finlandés era 3º ya que el 2º puesto se lo llevaba la promesa del año: Lewis Hamilton (McLaren). El paulista repetía triunfo en 2008, esta vez con Iceman en la 2ª plaza, firmando ambos el primer doblete de la sesión para Ferrari. Robert Kubica (BMW Sauber) les acompañaba en aquella ocasión.
Habría que esperar a 2010 para que La Scuderia volviera a triunfar en Bahrein, aunque lo hacía por todo lo alto, con doblete y con victoria de Fernando Alonso en su estreno con los colores de la italiana. Así, el asturiano lograba su primera victoria en su nueva escudería, en la primera carrera del año, sobre Sakhir, con su compañero Felipe Massa consiguiendo el 2º puesto, y con Lewis Hamilton (McLaren) en la 3ª posición.
El año pasado (la edición de 2011 fue suspendida), Sebastian Vettel vencía no sin pasar ciertos apuros ante el hostigamiento de los Lotus de Raikkonen y Grosjean en las vueltas finales. La de Maranello no andaba bien. El F2012 estaba dando aún sus primeros pasos, y aunque la victoria de Alonso en Malasia había conseguido enmascarar un inicio de temporada bastante difícil, en el trazado bahreiní los viejos fantasmas volvieron a hacer acto de presencia, de manera que el asturiano de Ferrari acababa 7º y Felipe Massa, 9º.
Pero esta temporada todo parece diferente. El F138 se muestra solvente y consistente sobre la pista, como pudimos ver en Shanghai, circuito donde Fernando Alonso obtenía un triunfo bastante cómodo, fruto entre otras cosas, de sus manos y cabeza, de un excelente trabajo en el wall italiano y de una serie de mejoras en el monoplaza, que a diferencia de etapas pasadas, se están implementando correctamente hasta el punto de ofrecer los resultados deseados con casi todo tipo de neumáticos. Una concatenación de circunstancias que sin lugar a dudas, permiten a Ferrari encarar con mucha confianza la que será la cuarta prueba de esta sesión.
En Diariomotor: G.P. de China. Repoker de ases con Fernando Alonso venciendo en Shanghai