Cuando el Lancia Voyager fue presentado hace ya tres años, fue considerado poco menos que una herejía por asaltar la gama del mítico fabricante italiano con unas líneas que poco tienen que ver con las que cabría esperar de un Lancia de épocas pasadas. Lo creamos o no, este gran monovolumen heredado directamente de Chrysler se ha convertido en el principal puntal de ventas de la firma italiana en Europa, de ahí que hayan decidido realizar una importante modificación en su gama.
Hasta ahora, el único motor era un 2.8 CRD turbodiésel de cuatro cilindros que entregaba 163 CV, más que suficiente para el mercado europeo. Ahora, han realizado una vuelta de tuerca para aumentar la potencia de este motor hasta los 178 CV, mientras que su par máximo se mantiene 360 Nm. Sólo se puede configurar con una caja de cambios automática de seis velocidades y, en todo caso, es de tracción delantera.
Con este nuevo motor, el consumo medio homologado se cifra en 7,9 l/100 km, mientras que en ciudad registra una cifra de 10,5 l/100 km y en carretera se conforma teóricamente con 6,3 l/100 km. Las emisiones de dióxido de carbono se quedan en 207 g/km. Las prestaciones no son lo más importante en un coche de este tipo, pero gracias a este aumento de potencia la cifra de aceleración de 0 a 100 km/h se reduce de 11,9 a 11,5 segundos.
Por lo demás, la gama queda configurada como hasta ahora en tres acabados: Silver, Gold y Platinum, en orden creciente de cantidad de equipamiento incorporada. Lancia ha aprovechado esta renovación para promocionar en el mercado español el Lancia Voyager, que ahora se ofrece desde 34.700 € en el acabado básico siempre y cuando el comprador pueda acogerse al Plan PIVE. Los acabados Gold y Silver parten de 41.800 euros y 44.500 euros respectivamente para familias numerosas.
Fuente: Lancia
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