En los últimos años hemos podido comprobar como los cambios manuales rubricaban su extinción a favor de toda una serie de cambios robotizados y automáticos puros que han ido ganado terreno en este tiempo por razones varias, desde el confort hasta la eficiencia. En el caso de los superdeportivos la presencia de cambios manuales es cada vez más inusual, en algunos modelos incluso anecdótica. Hace poco os hablábamos de la posibilidad de adquirir un Lamborghini Gallardo de segunda mano y también de la dificultad de conseguirlo con cambio manual.
Ni tan siquiera un superdeportivo tan puro y pasional como el Porsche 911 GT3 se ha visto exento de esta vorágine. En Lamborghini apuntan que los cambios manuales tienen los días contados y que con la llegada del remplazo del Lamborghini Gallardo se cerrará un ciclo y Sant’Agata no volverá a producir deportivos manuales. Pero antes de tal despedida Lamborghini lanzará un “canto del cisne” para el Gallardo basado en los siguientes conceptos: será manual, tracción trasera, prescindirá de todos aquellos elementos que nos hacen la vida sencilla pero también suponen un peso extra y se comercializará en una tirada muy limitada.
La decisión de Lamborghini la conocíamos de la mano de Michael Lock, responsable de operaciones de Lamborghini America, en declaraciones a la revista Road&Track.
El Lamborghini Gallardo ya es todo un veterano. Este deportivo ha permanecido casi impasible al paso del tiempo, con ligeras modificaciones para ir modernizándose progresivamente, durante toda una década. En todos estos años se han construido más de 13.000 unidades del Lamborghini Gallardo, con una amplia mayoría de modelos de tracción total y cambio automático E-Gear. En 2009 se presentó una edición de tirada limitada con tracción trasera en homenaje a Valentino Balboni, ilustre probador de la marca, que más tarde se extendería a un modelo propio de tracción posterior y varias ediciones especiales que conservarían esa tracción trasera.
El Gallardo tiene los días contados y los Lamborghini manuales también. Pensemos por último que el desarrollo de un cambio manual deportivo y que en el caso de un Gallardo no solo sea efectivo, sino también confortable, requiere su tiempo, una inversión importante y la dedicación de los medios productivos necesarios para fabricarlo. Lamborghini apenas vende un deportivo manual por cada nueve automáticos, por lo que sin duda alguna parece que no resulta demasiado rentable invertir en una tecnología que, nos guste o no, es vetusta y un anacronismo para un superdeportivo que promete ser la punta de la lanza de la tecnología.
¿Echaremos de menos la clásica palanca con el juego de marchas en forma de H? Yo creo que sí…
Fuente: Road&Track
En Diariomotor: Lamborghini Gallardo de segunda mano: ¿ganga a la vista?