Seguimos repasando los coches de Azerbaiyán y nos preguntamos algo. ¿Es Baku una opulenta ciudad que nada en petrodólares, donde no existe la pobreza? Yo también lo pensaba hasta que una breve excursión a la localidad de Qobustan reveló el Azerbaiján verdadero, donde los salarios no superan los 300€ mensuales y lo máximo a lo que una familia puede aspirar es a un Lada 2107. Es posiblemente el coche más ubicuo del Azerbaiyán real. Basado en el Fiat 124, se fabricó en Rusia hasta el año pasado. Robusto y adaptado a los duros inviernos, su motor 1.5 de gasolina es capaz de soportar todo tipo de torturas.
Pero ello no esconde el hecho de que es un coche completamente desfasado y con unos estándares de seguridad que no pasan del cinturón de seguridad… que apenas nadie usa. Otros coches de origen soviético muy frecuentes en Azerbaiyán son los Lada Samara en todas sus variantes, además de algunos Autovaz Niva y otros vehículos menos conocidos como el GAZ-3102. Esta berlina se produjo en Gorky (Rusia) desde principios de los años 80 y hasta el año 2010, tras diversos lavados de cara y una gama de motores que podría llenar libros con su multitud de variantes.
Un vehículo que me llamó mucho la atención en Baku fue un pequeño ZAZ Zaporozhets. Estos vehículos eran considerados un chiste incluso por los propios operarios de su planta de producción, eran poco fiables y montaban pequeños motores refrigerados por aire en posición trasera. La unidad avistada fue un ZAZ-968M Zaporozhets, producido en algún momento entre 1979 y 1994. Su motor era un simpático V4 – una disposición muy poco frecuente -, que entregaba una potencia de sólamente 41 CV a partir de sus 1.2 litros de cilindrada.
En dos ocasiones pude avistar un clásico de tiempos soviéticos, el GAZ M21 Volga, fabricado por Gorkovsky Avtomobilny Zavod. Ambos vehículos eran máquinas para élites pudientes – léase conexiones en el Partido Comunista – y se encontraban en un estado de conservación magnífico. La primera unidad vislumbrada llevaba en su capó el característico emblema de capó de GAZ, un majestuoso alce. Ambas unidades pertenecen a la tercera serie del Volga original, por lo que como muy modernos, datarían del año 1970.
No eran coches potentes, apenas desarrollaban 85 CV a partir de un motor de 2.5 litros de cilindrada. Se produjeron 470.000 GAZ M21 de tercera serie. Otra curiosidad de tiempos pretéritos fue el VAZ-1111 Oka, un proyecto low-cost lanzado por Autovaz en 1988. Un urbano equipado con un motor bicilíndrico de apenas 750 cc de cilindrada. Desde 2004, se produjo en la ciudad azerí de Ganja, en números muy reducidos, por lo que podemos considerar una rareza a este coche. A pesar de su potencia de sólo 33 CV, su peso sorprendentemente bajo le permitía superar los 130 km/h y acelerar a un ritmo razonable.
Por último, aunque no tengo fotos, también algunos Dacia rondaban las calles de Baku. Pero no los Dacia que conocemos, Dacia fabricados en la Rumanía del telón de acero, basados en el Renault 12 y en un estado de conservación precario. Estado que contrasta con la opulencia extrema de los Mercedes Clase G aparcados a su lado.
Detroit y las clases medias también viven en Azerbaiján
Un detalle que me llamó bastante la atención era la gran cantidad de vehículos de origen estadounidense que rondaban las calles de Azerbaiyán. De hecho, Dodge y Ford venden de manera oficial coches como el Durango y el Explorer, respectivamente. Es una política de marca similar a la de Emiratos Árabes Unidos, donde también se pueden encontrar una amplia variedad de vehículos pensados para el mercado estadounidense. También es posible ver en Baku bastantes Ford Mustang, algún que otro Dodge Charger e incluso extraños como un Mercury Mariner.
Os prometo que incluso ví rodar un Lincoln Town Car, varios Buick poco conocidos a este lado del charco y alguna pick-up Ford F-250, de utilidad extrema en entornos urbanos. Muchos expatriados viven de la industria de los hidrocarburos, y con sueldos abultados, pueden permitirse máquinas de dicho calibre. Una parte de ellos son americanos, pero hemos de tener más que claro que el gusto por los vehículos americanos radica más bien en la forma de ser de los locales adinerados… y sus deseos de ostentación.
Os preguntaréis si hay vehículos normales en Azerbaiyán. Por supuesto que sí, la mayor parte del tráfico se compone de vehículos asiáticos o europeos de gama media, con cierta preferencia por los SUV. Los Kia Sportage o Hyundai ix35 son tan comunes como el Seat Ibiza en España y nunca he visto tantos Mitsubishi Montero juntos. Los Volkswagen Golf abundan y en el pasado Opel hubo de tener una gran cuota de mercado, hay muchísimos Astra y Vectra de en torno al año 2000, quizá fruto de algún acuerdo comercial en tiempos de comercio más restringido.
En cuanto a los combustibles, la gran mayoría de coches son de gasolina, y sólo taxis y vehículos comerciales funcionan con gasóleo en sus entrañas. El precio de los combustibles está regulado por el Estado, que no permite competencia entre gasolineras y marca un precio fijo. La gasolina cuesta 0,60 manat/litro – lo que viene a ser 0,60€/litro – y el gasóleo cuesta 0,45 manat/litro. Llenar el depósito de 100 litros de nuestro Cayenne Turbo sólo nos va a costar 60€, pero tampoco nos importa demasiado si nadamos en petrodólares.
La forma de conducir de los azeríes es un tanto caótica, respetan las señales de tráfico en mayor o menor medida, pero sólo en lo tocante a límites de velocidad y semáforos. Las líneas continuas no tienen significado y el cláxon es un fiel aliado si el coche de delante tarda 0,1 segundos más en arrancar al ponerse en verde el semáforo. Aceleran fuerte y no importa si el siguiente semáforo a 50 metros está en rojo. Supongo que es uno de los efectos secundarios de los precios subvencionados del combustible, visible en otros países también.
Para concluir esta serie de artículos he de reconocer que Azerbaiyán es un país sorprendente, y que el contraste que vemos en su parque automovilístico es patente en el resto de la sociedad.
En Diariomotor: Azerbaiyán y sus coches: contrastes, variedad y respuestas (I)