Marcado por unas Pirelli que han sembrado el pánico en el paddock (Felipe Massa ha roto neumático trasero dos veces), y por una inoportuna avería en el DRS del F138 de Fernando Alonso, el Gran Premio de Bahrein ha discurrido sin demasiadas sopresas sobre un circuito excesivamente sucio fuera de la trayectoria trazada por el paso de los vehículos, donde Sebastian Vettel ha aprovechado para aumentar su saldo de ventaja sobre sus inmediatos rivales, sentenciando así el dominio de Red Bull en la primera gira asiática, y encarando el próximo desembarco en Europa de la asutriaca con mucha más tranquilidad de la que se suponía.
La salida discurría con Nico Rosberg (poleman) sosteniendo como podía a un Alonso y a un Vettel que luchando por la segunda posición durante los primeros giros, han mantenido una de esas peleas que gustan tanto a los aficionados, y en la que ha resultado vencedor el tricampeón del mundo sobre el hombre de Ferrari que veía al poco cómo se esfumaban todas sus posibilidades al sufrir su monoplaza un desastroso problema con el sistema de accionamiento del DRS, que a la postre ha significado la desaparición del asturiano del mapa.
Sebastian Vettel superaba sin problemas a Nico Rosberg, quien haciendo buenos los pronósticos más agoreros, veía de nuevo cómo el W04 de Mercedes se veía incapaz de superar con buen rendimiento las cinco vueltas. A partir de ahí, la lucha se ha circunscrito a ver cómo el alemán de Red Bull intentaba lograr una distancia suficiente como para contrarrestar la estrategia a dos paradas que iban a utilizar Sahara Force India y Lotus en las figuras de Paul Di Resta y Kimi Raikkonen.
Aclaradas las primeras posiciones, descartado Fernando Alonso, el interés de la prueba ha pasado inmediatamente a poner su foco en lo que sucedía detrás de la cabeza, y lo cierto es que en las medianías de la parrilla y en sus prostrimerías, ha habido espectáculo a raudales, toda vez que salvo Jean-Éric Vergne, quien ha sufrido un accidente en los primeros compases de la prueba, el resto de integrantes (21 en total), han terminado la carrera.
En este orden de cosas, cabe decir que protagonista a su pesar ha sido hoy el paulista de La Scuderia, incluso más que su compañero español, toda vez que tras un desafortunado incidente en las primeras vueltas, Felipe Massa ha corrido todo el Gran Premio con el alerón delantero dañado, viéndose obligado a cambiar gomas por rotura de banda de rodadura en la vuelta 10, y volviendo a hacerlo por idéntica razón aunque más aparatosa, en la 36.
Mal día en todo caso para la de Maranello, que ha visto cómo sus opciones se avaporaban mientras las de sus inmediatos rivales se ratificaban, especialmente las de Lotus, escudería que a la postre colocaría a sus dos hombres en el podio, arrebatando así a Ferrari la segunda posición del mundial de constructores. Pero no adelantemos acontecimientos.
Si habitualmente los aficionados nos quejamos de la poca permisividad que muestra la FIA en cuanto a arranques de coraje se refiere, hoy no nos hemos podido quejar, porque con el cuestionado y corajudo mexicano de McLaren como protagonista, hemos podido asistir a guerras fratricidas entre Pérez y Button, a batallas tramontanas entre el checo y el aussie, y a rifirrafes que antaño eran tolerables pero ahora no lo son, como el que han escenificado Fernando y Sergio en los últimos compases de la carrera.
Pero la prueba discurría cómoda para Sebastian Vettel y quedaba por ver quién se ganaba la 2ª plaza, y ahí que entra en escena de nuevo Kimi el silencioso, quien habiendo salido 8º, disputaba sin compasión el podio a un excelente Paul Di Resta sobre un soberbio Sahara Force India, para arrebatárselo y dejar servido a su compañero Romain Grosjean, una presa bastante cansada que no ha podido resistir el acoso del segundo Lotus.
Terminaba el Gran Premio y nos quedaba por ver todavía a Lewis Hamilton en estado puro, brengando por desmantelar la arboladura del RB9 número 2, cosa que ha conseguido a pesar de salir 9º, logrando auparse hasta la 5ª plaza, con el agravante de que ha dejado a Nico en evidencia y con un palmo de narices porque a pesar de que el alemán hiciera ayer la pole, ha quedado en Sakhir relegado al 9º puesto.
Sebastian Vettel obtenía la victoria y era custodiado por los dos Lotus en el podio. Kimi Raikkonen haciendo un soberbio segundo y Romain Grosjean, tercero. Tras ellos un correoso Paul Di Resta que hoy sencillamente merecía más. Lewis Hamilton en la 5ª posición, seguido por un Sergio Pérez que hoy ha despertado para matar al padre, a la madre, y para despejar todas las dudas que le sobrevolaban. Mark Webber se ha tenido que conformar con ser 7º y Fernando Alonso ha brindado con champán llegando 8º.
Más tarde, un deslucido Nico Rosberg de quien se podía esperar más, y cerrando la tabla de puntos, un excelente Jenson Button al que sólo ha ensombrecido su queja sobre el comportamiento de su compañero, inapropiada se mire como se mire, porque con sus más y sus menos, al checo, hoy, no se le puede reprochar nada que no se le pueda recriminar a un piloto de McLaren.
Las claves:
—El excesivo protagonismo de las Pirelli, de nuevo.
—Los problemas de Ferrari.
—La gestión de Lotus.
Lo mejor:
—Sebastian Vettel, certero y agresivo hasta encontrar la comodidad.
—Kimi Raikkonen, hoy por hoy el mejor con calzado Pirelli.
—Sergio Pérez, sin paliativos.
Lo peor:
—Los compuestos medios de Pirelli, inadecuados para Sakhir.
—Nico Rosberg. No es de recibo salir 1º y terminar 9º.
—La realización del Gran Premio de Bahrein, bonita, pero demasiado dispersa en contenidos.
Fuente: Formula1.com / Statsf1.com
En Diariomotor: Calificación Gran Premio de Bahrein. Rosberg se impone sobre Vettel y Alonso