Desde que en 2009 se presentase el prototipo Volkswagen BlueSport Concept, los rumores sobre la posibilidad de un Volkswagen pasional, biplaza y ligero, han sido constantes. Pero quizás nos olvidásemos de que la mejor base para un deportivo radical y con prestaciones de infarto, podría estar precisamente en el propio Volkswagen Golf. De momento parece que a corto plazo no veremos ni lo uno ni lo otro, pero el Wörthersee 2013 nos permite soñar con el deportivo en el que el GTI pierde su nombre para acercarse a lo que tradicionalmente hemos considerado un superdeportivo.
El Volkswagen Golf Design Vision GTI se autodefine como un deportivo de carreras nacido de un GTI, aunque también podríamos considerarlo a la inversa. Se han amortizado los rasgos del Golf GTI y la plataforma MQB se ha adaptado para culminar en este compacto que es 15 milímetros más corto, 57 milímetros más bajo, pero 71 milímetros más ancho que el modelo del que teóricamente se deriva. También para calzar llantas de 20 pulgadas y neumáticos de 235 delante y 275 detrás, prácticamente como un Porsche 911 Carrera. No nos olvidemos que estamos ante una máquina cercana a los 500 CV de potencia.
Aunque el Golf originalmente sea fiel a los cuatro cilindros, este prototipo ha requerido de un 3.0 V6 TSI llevado al extremo con dos turbos secuenciales para lograr 496 CV de potencia a 6.500 rpm y un par máximo de 500 Nm a partir de las 2.000 rpm. Tanto empuje se gestiona con una transmisión de doble embrague de tipo DSG y tracción a las cuatro ruedas. Volkswagen ha dispuesto de dos catalizadores con el objetivo de reducir las emisiones, aunque no nos facilitan el dato concreto que homologaría.
Lo que sí sabemos es que este Golf puede alcanzar los 300 km/h y hacer el 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, prácticamente como un Ferrari FF con un motor el doble de grande y con el doble de cilindros. Para detenerse con efectividad se han instalado unos frenos cerámicos de 380 milímetros delante y 356 milímetros detrás. Nada mal ¿no?
Pero lo cierto es que hemos quedado tan impresionados por sus prestaciones como por su diseño. Sus creadores han culminado un GTI que bien podría haberse diseñado tras recibir una hoja en blanco. El frontal es realmente agresivo y afilado, aunque mantenga rasgos inconfundibles del GTI, la carrocería es extremadamente baja y ancha en la zaga con un aspecto que nos podría recordar a los famosos sideblades del Audi R8. ¿De verdad sería una locura trasladar estos rasgos a un Golf muy especial de calle? Yo creo que no.
A bordo, este Volkswagen Golf Design Vision GTI goza de la austeridad digna de un deportivo de carreras, un monitor de telemetría, tapizados de Alcantara y un volante de competición achatado con una especie de Manettino para gestionar los modos de conducción y el botón de arranque del motor para salir lanzados sin perder ni un segundo accionando el contacto. La palanca de cambios es similar a la que nos podemos encontrar un deportivo de rallys, con un joystick que con una acción rápida nos permite bajar o subir marchas sin separar demasiado la mano derecha del volante.
Imaginamos que no será la última vez que lo veamos y seguro que Volkswagen estará deseando sacar su preciado prototipo a pasear. No obstante y por descontado, como decíamos desde un principio, este épico GTI no llegará a la calle y aún menos a los concesionarios.
Fuente: Volkswagen
En Diariomotor: Design Vision GTI: el Volkswagen Golf GTI de más de 500 caballos