Envuelta en la polémica, entre continuas informaciones imposibles de contrastar, constantes bulos y desmentidos, Pirelli sigue siendo protagonista muy a su pesar de este inicio de temporada. Con la renovación de su contrato como proveedor único de neumáticos para el campeonato FIA de Fórmula 1 2014 todavía en el alero, y mientras comienza a sonar con fuerza la posibilidad de que la coreana Hankook pudiera hacerse con el relevo de la italiana para el año próximo, la milanesa parece haber sucumbido a la presión ambiental y anunciaba ayer mismo que el prometido cambio para Canadá en el modelo de construcción de sus compuestos en la gama PZero, se pospone hasta el Gran Premio de Gran Bretaña, cita que se celebrará el 30 de junio.
En este orden de cosas, cabe recordar que las quejas suscitadas después del Gran Premio de España, en tanto en cuanto que Lotus en mayor medida y Ferrari con cierta sorna, habían escenificado su descontento ante la iniciativa de cambio de gomas prometida por Pirelli para dentro de unos días (G.P. de Canadá), había dado lugar a que la propia FIA emitiera un comunicado recordando que el artículo 12.6.3 del reglamento técnico, no permite cambios sustanciales en los compuestos durante la sesión, salvo que concurra un problema de seguridad o la circunstancia de que todos los equipos lo acuerden por unanimidad.
No es el caso, obviamente, y puesto que el tiempo se iba consumiendo y no había noticias al respecto, todo el engranaje mediático daba por sentado que para Canadá, la italiana iba a cumplir su promesa, ofreciendo unos neumáticos que paliaran los problemas habido en las pruebas de Malasia, China, Bahrein y España. Pero tras la disputa del pasado Gran Premio de Mónaco, a cuya terminación se conocía que Mercedes AMG había realizado unas pruebas de 1.000 km. en Barcelona de las que se dice no tenía noticia nadie, ni siquiera el máximo organismo federativo, pero que sin duda estaban en la base del éxito cosechado por la escudería de Brackley en El Principado, las circunstancias atenuantes que servían de telón de fondo al affaire Pirelli se han enturbiado lo suficiente como para que ésta haya anunciado que atendiendo al artículo 12.6.3 del reglamento técnico, en el circuito Gilles Villeneuve veremos los compuestos inicialmente propuestos para la temporada 2013 más unos experimentales, que si son consensuados, serán las novedades que se aplicarán a partir de Silverstone para seguir vigentes el resto del calendario.
Que Pirelli está entre las cuerdas ya no se puede negar. Pendiente de renovación, en la diana de numerosas sospechas (incluso de achacar a las bajas temperaturas sufridas en Jerez y Montmeló, el anómalo rendimiento de sus gomas en pretemporada), acuciada por un escenario que a todas luces juega en su contra, la italiana ha decidido ganar tiempo posponiendo el estreno de sus soluciones hasta el Gran Premio de Gran Bretaña, una prueba que a diferencia de Canadá, resulta mucho más previsible en cuanto al rendimiento de los neumáticos, ya que se celebra sobre un circuito permanente (Silverstone), en el cual, casi todo son habas contadas.
Así las cosas, como ha ocurrido recientemente durante la disputa del G.P. de Mónaco, la propuesta de la milanesa para la prueba canadiense: superblandos (distintivo rojo) y medios (distintivo blanco), parece a priori bastante adecuada, y aunque queda por ver cómo responde una vez los monoplazas comiencen a rodar en el Gilles Villenueve, nada hace augurar un nuevo fiasco, entre otras cosas porque tradicionalmente (2011 y 2012), el compuesto prime para esta cita en concreto era el blando (vitola amarilla), lo que a la postre supone que Pirelli ha endurecido su elección, si no por el tipo de compuesto, sí por la elevación en dureza de la selección considerada como más adecuada para un circuito semipermanente, que esta vez sí, pondrá a prueba por sus características, unos elementos, los neumáticos, que antaño eran simples herramientas, pero que hoy por hoy, se han convertido en esenciales.
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