Dado que el último BMW Serie 3 Berlina que había conducido estaba equipado con un motor 320d, que me gustó especialmente por ofrecer unas prestaciones muy dignas y sobre todo lograr unos consumos sorprendentemente bajos, esa misma fue mi elección para mi primer contacto con el Gran Turismo. A priori pensaba que este motor seguiría siendo adecuado para un automóvil de estas características, incluso a sabiendas de que entre el sedán y el GT existen 20 centímetros de diferencia en longitud, también una carrocería más grande y alta, lo que se traduce en 145 kilogramos añadidos para el Gran Turismo.
El BMW Serie 3 Gran Turismo también contará con un motor diésel más modesto, el 318d con 143 CV, y otro más potente, el 325d con 218 CV que llegará en julio. La gama de motores de gasolina se distribuye en 320i de 184 CV, 328i de 245 CV y 335i de 306 CV. Tanto el 320d como el resto de motores de gasolina recibirán a partir de verano la opción de la tracción total xDrive.
Veamos qué tal fue nuestra primera toma de contacto con este BMW 320d Gran Turismo con cambio manual.
Como ya os habíamos hablado largo y tendido del 320d en nuestra prueba de la berlina, iremos al grano. Con este motor tenemos la impresión de que el Gran Turismo apenas ha perdido soltura frente a la Berlina, acelera constante y con energía y la diferencia de pesos se puede acusar ligeramente tardando media décima más en el sprint hasta los 100 km/h y en recuperaciones. Poca cosa. En cualquier caso me reafirmaría una vez más diciendo que este puede ser uno de los motores más adecuados para este modelo.
En el recorrido tuvimos ocasión de hacer aproximadamente 70 kilómetros en autovía, a 120 km/h de marcador y en un recorrido con algunas pendientes descendentes importantes que compensaban otras pendientes ascendentes también acusadas. El resultado que obtuvimos en la prueba de la Berlina, con unos consumos en estas condiciones en torno a los 4,0 litros/100 kilómetros o incluso inferiores, lo refrendamos una vez más con el Gran Turismo que marcó 4,2 litros/100 kilómetros en este recorrido. En fin, una cifra que sorprende aún más en un “envase” grande y pesado como este con sus 4,82 metros de longitud y 1.640 kilogramos.
El Gran Turismo homologa 4,9 litros/100 kilómetros en ciclo mixto con el motor 320d, unas décimas por encima del consumo homologado de Berlina y Touring. Además, con 129 g/km de CO2 requiere pagar un 4,75% del Impuesto de Matriculación. Con un 318d y llantas de 17” estaríamos exentos de pagar este impuesto.
Ahora bien, el dinamismo era otro de los puntos ante los que era bastante escéptico. Ese peso añadido, su altura y su elevado centro de gravedad tenían que pasar factura de alguna forma. Es evidente que las diferencias entre el BMW Serie 3 Gran Turismo y la Berlina son notables, empezando por un puesto de conducción que prima ir sentado en una posición elevada dominando la carretera. Las inercias son más acusadas y se siente algo pesado, pero su agilidad sigue siendo sublime y muy cercana al sedán, también por la tracción trasera marca de la casa, que compensa la tendencia a cabecear que podría tener un automóvil de su altura. Nótese en este punto que nuestra unidad de pruebas estaba dotada de línea Sport y llantas de 18” (la gama Serie 3 GT parte de serie con llantas de 17”, a diferencia de la Berlina que de serie equipa 16”).
Evidentemente para lograr esa agilidad y mantener a raya el balanceo, que se aprecia más que en la berlina pero sin llegar a ser un problema, se han endurecido las suspensiones y eso se nota al superar baches y resaltos. Pero por suerte pudimos disfrutar de su conducción en una ruta con tramos con asfalto en condiciones muy diferentes, desde el firme casi perfecto de una autovía y carreteras nacionales hasta puertos de montaña muy rotos y con enormes baches.
La mayor diferencia frente a un Touring o a la Berlina la notaremos, no obstante, en que la confianza que dan estos cuando encaramos curvas más cerradas y lentas a un ritmo alto, no será la misma.
Y aquí llegó la verdadera sorpresa. El Serie 3 Gran Turismo con su recorrido de suspensiones relativamente alto y su mayor batalla, afrontaba todos los baches e irregularidades del terreno sin incomodar ni al conductor ni a su acompañante, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta el endurecimiento al que se ha enfrentado para adaptarse a esta carrocería y las llantas de 18” que empleaba nuestra unidad, por supuesto con neumáticos Run Flat.
En definitiva he de decir que este BMW Serie 3 Gran Turismo me ha sorprendido y, ciertamente, ha roto mi escepticismo. Me parece que la diferencia de precios es suficientemente importante para pensar con mucho detenimiento si merece la pena su adquisición antes que una Berlina o un Touring, ¿de verdad necesitas ese espacio extra? ¿estás dispuesto a pagar más por el diseño y los detalles que ya vimos anteriormente del Gran Turismo?
En cualquier caso en esta breve toma de contacto ya hemos visto que ni los consumos son mucho más elevados que en la Berlina ni su dinamismo se ve en exceso resentido, aunque si el espacio no es una de tus máximas prioridades estoy convencido de que un BMW Serie 3 Berlina será tu apuesta segura.
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