Tercera y última entrega de nuestra prueba de casi 3.000km con el Nissan Leaf. Terminamos, como de costumbre, con un análisis de posicionamiento en el mercado, el detalle de los precios del Nissan Leaf y sus características, que en este caso son de lo más especial. Por su parte, la comparativa con otros modelos resulta especialmente difícil tratándose de un coche tan singular, pero intentaremos hacerla para sacar también algunas conclusiones globales de esta larguísima prueba.
Otro aspecto fundamental y que trataremos de cubrir aquí, es el sentido económico del Nissan Leaf. Una de las grandes cuestiones que se abren a la hora de valorar un coche eléctrico es si nos saldrá a cuenta una inversión inicial claramente superior a la de modelos tradicionales de similar funcionalidad, si es necesario hacer muchísimos kilómetros para amortizarlo o incluso si tiene sentido este planteamiento económico como principal criterio de compra. Empezamos.
Precio del Nissan Leaf, equipamiento y funcionalidad
Es curioso, pero esta es la primera vez que hago una prueba de un coche que ya no se vende en la versión probada. Las últimas unidades del Nissan Leaf 2010 se anunciaban hace sólo unos días por el increíble precio de 19.900€, baterías incluidas, pero a día de hoy en la web de Nissan ya no figura esa oferta. Quien ocupa su lugar es el Nissan Leaf 2013 en sus tres diferentes versiones.
Dicho esto, el coche es esencialmente el mismo, con algunas mejoras técnicas, algo más de maletero, más opciones de equipamiento (antes sólo había una) pero el mismo aspecto, tamaño y funcionalidad en general. Con estos cambios mínimos, creo que podemos tomar la experiencia del Leaf 2010 aplicable en un 99% a la que tendríamos con un Leaf 2013.
USB a la vista = invitación al robo. Mejor en un hueco cerrado #LeafTecmovia Nissan_ESP NissanLEAF_ESP pic.twitter.com/pA2HpsBsE2
— Tecmovia (@Tecmovia) May 21, 2013
Por otra parte, la cuestión aquí no es, realmente, valorar un coche dentro de un segmento. El Nissan Leaf, como explicaré a continuación, no tiene competidores en sentido estricto dentro de su tamaño y habría que hacer la única excepción de su primo el Renault ZOE, que en todo caso es un coche más pequeño. Así pues, los precios del Nissan Leaf 2013 quedarían como sigue:
Aunque Nissan lo denomina como un nuevo modelo, resulta difícil no calificarlo de restyling a la vista de las imágenes. En cualquier caso, hablamos de 24.000€ para la versión básica (18.500 aplicando el plan de ayudas para la compra de eléctricos y 16.500€ suponiendo que entreguemos un usado, gracias al plan PIVE 2013) asumiendo pagar un alquiler mensual por las baterías. El precio llega hasta los 36.000€ (28.500€ tras las mismas ayudas) por el tope de gama con baterías en propiedad.
Con respecto a la opción de alquiler o compra de las baterías, el sobrecoste de 5.900€ que supone comprarlas se amortiza frente al alquiler en entre 3,5 años (opción de 142€/mes) y 6 años (opción de 79€/mes). Para muchos kilómetros al año y una tenencia más bien larga, parece que compensa comprarlas mientras que para tener el coche unos pocos años sin hacerle demasiados kilómetros tendría más sentido un alquiler.
Para casos no extremos, habrá que sacar la calculadora y ver qué nos conviene. Además, cada cual tendrá que valorar también la garantía más allá de 5 años que supone alquilarlas frente a su posible remplazo gradual a medida que se vayan agotando (más sobre esto luego).
Sin descuentos adicionales que pueda aplicar Nissan en un momento dado y con estos datos en la mano, vamos a intentar explicar en detalle cómo se ven estas cifras después de usar el coche durante 36 días hasta el límite de sus fuerzas. ¿Tiene sentido?
Posicionamiento del Nissan Leaf
Enchufar bajo lluvia torrencial, un engorro de primera división #LeafTecmovia @Nissan_ESP pic.twitter.com/6Edkc7AfPO
— Tecmovia (@Tecmovia) May 16, 2013
Definir el posicionamiento del Nissan Leaf no es tan sencillo como parece. A priori, yo mismo lo situaba en el segmento de compactos 5 puertas, tipo Renault Mégane, Ford Focus, Toyota Auris… y un larguísimo etcétera de vehículos que se encuentran muy parejos en uno de los segmentos más competidos. La cuestión es que ahora ya no lo veo así.
Los compactos de 5 puertas no son coches estrictamente urbanos, para empezar, con lo que el Leaf parte con una limitación enorme. Esta limitación de autonomía lo emparejaría más bien con un Smart, por caricaturizarlo al máximo y que se entienda bien lo que quiero decir. De hecho, incluso un Smart puede llevarnos a 1.000 km de distancia en un día y el Leaf no llegaría mucho más allá de 200 km en ese mismo tiempo.
La otra cara de la moneda es la experiencia de usuario que pone sobre la mesa un Leaf. De la misma manera que no puede viajar y parte de una tremenda desventaja, en uso urbano y periurbano proporciona un nivel de satisfacción tan grande, tan completo y es, en una palabra, tan superior a un coche térmico que tampoco veo justa la comparación.
La conclusión de todo esto es que el Nissan Leaf tendrá rivales directos cuando comience a venderse el Ford Focus, el Volkswagen Golf y cualquier otro eléctrico de ese tamaño que aparezca en el mercado en los próximos meses o años. De momento, está solo y debemos entenderlo como un segmento nuevo y distinto. Creo que esa es la interpretación correcta, al margen de que el producto nos convenza o no y el precio nos parezca adecuado o no.
Vamos con eso ahora.
Sentido económico del Nissan Leaf
El dinero hace girar el mundo y será el dinero el que haga, finalmente, factible o no la adquisición de un Nissan Leaf. Vamos con algunos números básicos, prometo intentar no aburriros.
A lo largo de la prueba, el consumo obtenido fue el siguiente:
Distancia: 2.816 km
Consumo: 542,4 kWh
Consumo medio: 192,61 Wh/km
Tarifa ejemplo: 0,121 €/kWh
Coste medio: 2,33 €/100 km + ineficiencia en la recarga (25% estimado) = 3,10€/100km
Todos los datos del recuadro de la izquierda, excepto la ineficiencia en la recarga, salen de la aplicación Carwings, de Nissan, con la que es posible controlar el consumo del coche trayecto a trayecto. Conviene aclarar que esa aplicación nos informa de cuánto consume el coche pero hay que hacerle dos importantísimas salvedades: la primera es que no hay forma de comprobarlo por otros medios, la segunda es que la eficiencia en la recarga (la energía que se pierde en el cable, en el inversor interno o en calentamiento de batería y otros componentes) no llega nunca a reflejarse en Carwings precisamente porque no se llega a almacenar ni a utilizar, pero esa también la vamos a pagar.
Según las mediciones comparativas entre mi contador y el consumo registrado en Carwings, la energía perdida en la recarga superaba el 20% del total, lo que representa un consumo adicional al empleado en mover el coche bastante notable. Si además tenemos en cuenta que el contador utilizado estaba justo en el punto de recarga y que la energía baja del contador principal hasta el garaje, con bastantes metros de cable por el medio en mi caso, mucho me temo que la ineficiencia sea aún algo mayor y podamos estar hablando de valores superiores al 25% de la energía perdida antes de llegar a la batería
Tal vez os pueda sorprender esta diferencia entre consumo energético en el contador y energía empleada en mover efectivamente el coche, pero creo estar siendo bastante conservador con las pérdidas. Si no puedo afinar más es porque el contador en el punto de recarga no daba decimales y la mitad de las recargas se hicieron en un enchufe que ni siquiera contaba con este elemento. Si algún lector ha podido comprobarlo de forma más precisa, agradecería un comentario al respecto porque Nissan no se ha pronunciado sobre este punto, ni siquiera después de preguntarles con las cifras concretas.
Teniendo en cuenta este gran “agujero en la manguera” con la que repostaremos cada día, las cifras de consumo se parecen más a algo como 256kWh/km y unos 3,10 €/100km. En su descargo hay que decir que ese consumo corresponde a un uso muy exigente en carretera y autopista, a velocidades altas (legales) y con pendientes muy fuertes y constantes arriba y abajo, todo ello combinado con la recarga doméstica más lenta posible (la peor en pérdidas). Por otro lado, no deja de ser un valor muy inferior a lo que podría costar un diésel, que probablemente se acercaría casi al triple de esa cifra con el mismo nivel de exigencia.
Con respecto a los costes de mantenimiento, teniendo en cuenta que el motor del Leaf no hay que tocarlo nunca, que no lleva lubricantes y que su fiabilidad se supone a prueba de bomba, podemos dar por buena la estimación que nos cifra el ahorro en mantenimientos en un 20% con respecto a un coche convencional.
Por último, nos queda la gran incógnita de las baterías y su duración. En caso de alquilarlas, esto no debería preocuparnos porque Nissan se encargará de remplazarlas en el momento en que empiecen a fallar, pero en el caso de comprar el coche “entero” habrá que ir haciéndose a la idea de gastarnos algunos cientos de euros al año, no mucho más allá del quinto año, en ir remplazando células que vayan perdiendo capacidad.
Nissan no facilita datos precisos sobre este punto porque no es posible hacerlo. El nivel de deterioro de la batería depende totalmente de las condiciones de uso, las temperaturas que deba soportar (climatología) y también del tipo de recargas que hagamos y su frecuencia. Vamos, que es totalmente variable para cada usuario pero no por ello debemos olvidar el problema que, tarde o temprano, llamará a nuestra puerta.
En el caso de alquilar las baterías, hay que sumarle entre 7 y 8 €/100km a los cálculos anteriores, lo que nos deja con un coche mucho más barato pero con un coste por km que ya no supone ahorro alguno frente a un térmico e incluso podría suponer una cierta penalización. El posible remplazo gradual de las baterías tendría la última palabra en cuanto a rentabilidad de una opción u otra, porque el alquiler las cubre totalmente.
Finalmente, en el caso de comprar las baterías, podríamos suponer un ahorro de entre 5 y 6 € por cada 100 km con respecto a coches de similar tamaño que, como ya he explicado antes, no se pueden comparar más que en el propio tamaño con un Leaf. A ese ritmo y suponiendo unos generosos 15.000 km al año (que la mayoría de propietarios no van a alcanzar por razones obvias) nos daría un ahorro menor de 1.000€ al año en el mejor de los casos.
Es un montón de dinero contante y sonante, que nos ahorraremos cada año bajo todos esos supuestos de tarifas y kilómetros, pero no perdamos de vista que estamos poniendo sobre la mesa 22.400€ (ayudas descontadas) igual de contantes y sonantes por el modelo básico de un coche en el que no podemos viajar… ¿veis como la comparación es imposible?
Por último, o el Leaf tiene sentido por sí mismo, como producto con todas sus características, virtudes y defectos o no lo tendrá por comparación con otros coches que no juegan al mismo deporte ni con las mismas reglas.
Valoración del coche eléctrico, hoy
Llegados a este punto, tan sólo queda una pregunta fundamental por responder: ¿tiene algún sentido comprarse un eléctrico? Después de tenerlo y usarlo tanto tiempo, ¿cómo se ve?
Los pasajeros alucinan con el silencio de marcha. Sorprendente #LeafTecmovia
Nissan_ESP</a> <a href="https://twitter.com/NissanLEAF_ESP">
NissanLEAF_ESP pic.twitter.com/dQW5K0q0j4— Tecmovia (@Tecmovia) May 17, 2013
Vamos a ver. El uso diario del Leaf me ha gustado tanto que, sinceramente, creo que es una compra con pleno sentido para alguien que sepa muy bien lo que puede y no puede hacer con él. Que todos tus amigos y conocidos quieran probarlo y se queden boquiabiertos al ir en él dice mucho en su favor y considero que tien un valor añadido importante porque pocos coches logran ese efecto.
Personalmente, y a pesar de todo, sí creo que los precios que se manejan son algo altos incluso tratándose de un producto tan vanguardista y tecnológicamente caro. Tal vez Nissan hasta pierda dinero en cada unidad, no digo que no les cueste un montón fabricarlo, pero de cara al usuario eso es totalmente irrelevante y lo que quiere es un producto atractivo por un precio razonable.
El producto es atractivo, eso ha quedado claro, y la razonabilidad del precio dependerá de cada persona y cada bolsillo. Quien se lo pueda permitir y se decida, se lleva un coche de lujo disfrazado de compacto del que presumir durante años.
Y en completo silencio.
En Diariomotor:
Nissan Leaf, presentación en Noruega: Así transcurrió nuestra prueba por las calles de Oslo, la capital del coche eléctrico
En Tecmovia:
El alquiler de las baterías del Nissan Leaf es oficial, analizamos todos los detalles
2.000km de prueba con un Nissan Leaf (VI): el coche eléctrico ¿es el coche del futuro?