Quattro victorias consecutivas de Audi en Le Mans y ya van nueve en la última década, dos para el último híbrido diésel de los alemanes. Los Audi se han convertido en los reyes de Le Mans y este año han reafirmado su reinado en la carrera de resistencia más épica e importante del año con una victoria, nada sencilla, frente a unos Toyota que en los últimos doce meses han madurado lo suficiente para plantarles batalla. El Audi R18 e-tron quattro se coronó cruzando el primero la bandera a cuadros seguido, a una vuelta de distancia, por el Toyota TS030 Hybrid. A vuelta y media del campeón entraría el tercero en discordia, también Audi, completando un podio de ensueño para los de Ingolstadt.
Recién aterrizado de Le Mans no quería perder la oportunidad de ofreceros este rápido balance de la carrera. En lo que resta de semana os prometemos muchas curiosidades, fotografías, impresiones de los pilotos y las personas involucradas en las 24 Horas de Le Mans de 2013 y nuestras vivencias de una carrera sin igual, el culmen de la resistencia y un anacronismo puro y duro que nada tiene que ver con prácticamente cualquier otra competición existente en el mundo en estos momentos.
Una carrera marcada por la tragedia y el fallecimiento de Simonsen
El trabajo de Toyota durante el último año y la confirmación de una normativa que favorecía a los japoneses para permitir que estos fueran más competitivos frente a Audi avanzaba que no sería un camino de rosas para los alemanes, y así sucedió. Los Toyota salieron lanzados desde la primera vuelta, con un ataque testimonial, de cara a la galería, en una carrera que no se juega al sprint sino con suma constancia y mucha estrategia. No obstante, el público agradeció el gesto con vítores desde el primer paso por la recta de meta de los espectaculares prototipos preparados por Toyota y Audi.
En menos de diez minutos la emoción se tornaba en tranquilidad, pero también en decepción. El primer Safety Car salía a pista y un Aston Martin permanecía estrellado junto a las barreras, que los operarios se encargarían de arreglar durante una hora, en la zona del Tertre Rouge. Ese bajón inicial se transformaría en profunda tristeza y hasta consternación cuando nos enterábamos de que el piloto Allan Simonsen había fallecido como consecuencia de las heridas sufridas en el choque.
La competición entraña muchos peligros, aún más en Le Mans. Pero aún así no podemos resignarnos a eso cuando un chaval se ha dejado la vida en la pista en el que probablemente fuera uno de los días más felices de su vida.
La hora número 7 decidió que el Audi #2 sería el adalid de esta gesta
Durante las 24 horas el protagonismo también se lo llevaron las esporádicas lluvias que, aunque ligeras, estuvieron presentes en prácticamente cada una de las 24 horas de carrera. En estas condiciones y tal y como nos confirmaba esta mañana Pascual Couasnon (Director de Motorsport de Michelin), el neumático slick preparado para lluvia ligera por Michelin se convertiría en la salvación de los equipos de LMP1.
Mientras tanto Toyota mantenía el tipo pero los Audi estaban vendiendo muy cara su piel. Hasta que en la séptima hora de carrera el Audi #3 del equipo de Marc Gené rompía la válvula de su neumático al colisionar con otro piloto y se veía obligado a pasar por boxes. Por si no fuera poco el Audi #1 perdía vueltas y arrojaba por la borda sus opciones de victoria mientras los mecánicos se afanaban por reparar su transmisión en el box. Fue un momento crítico para los alemanes, que aún así supieron reponerse y dosificar sus fuerzas con el que por fuerza del azar, el Audi #2, se había convertido probablemente en su único candidato de Audi para la victoria.
Durante toda la noche y hasta la bandera a cuadros, el Audi #2 mantuvo distancias con los Toyota y ni la lluvia nocturna ni el aguacero que caía cuando apenas faltaba una hora y cuarto para el final, fueron suficientes para medrar su convencimiento de ganar. Incluso a sabiendas de que en un error de cálculo Audi había montado neumáticos slick una vuelta antes de que arrancase el diluvio universal. A paso tortuga se completó la vuelta para pasar de nuevo por boxes y montar el neumático adecuado para estas condiciones.
Fue en ese momento cuando el Toyota #7 se empotraba contra la barrera de neumáticos y forzaba un nuevo y definitivo Safety Car y su entrada en boxes para reparar el desaguisado y los desperfectos que se produjeron en el frontal de su coche, que quedó abandonado en algún lugar de las escapatorias de las famosas eses de Porsche.
Nada podría arrebatar esta victoria a Audi. El equipo formado por Tom Kristensen, Loïc Duval y Allan McNish vencía en un año importante para los cuatro aros, puesto que el año que viene la situación podría ser bien diferente con el cambio de reglamentación y la entrada en juego de Porsche.
A lo largo de la semana os traeremos más imágenes, impresiones, historias y análisis del resto de categorías. Permaneced muy atentos.
Resultados de la categoría LMP1 en las 24 Horas de Le Mans de 2013
En Diariomotor: Marc Gené se sincera antes de Le Mans: “Mi momento de mayor alegría, y también de mayor miedo, lo he vivido en Le Mans”