Después de analizar en profundidad las diferentes características del nuevo Ford Kuga, sólo queda hacer un recorrido detallado por su inusual equipamiento e intentar posicionarlo dentro del segmento de los SUV. Como resumen, podríamos decir que el precio del Ford Kuga (sin extras) lo sitúa más o menos en el centro de la categoría. Sin embargo, sus opciones electrónicas pueden llevarlo hasta un nivel bastante superior, entrando peligrosamente en el segmento más premium, donde sus prestaciones y calidad de construcción no acaban de estar del todo a la altura.
Pero es precisamente el variado, completo y caro equipamiento tecnológico opcional, con especial atención a las ayudas a la conducción, lo que más llama la atención. El nivel de asistencia al conductor es tan grande, que en algunos momentos es el conductor quien tiene la sensación de estar asistiendo al cerebro electrónico del coche más que a la inversa. Vamos a analizar uno por uno estos sistemas, cuantificar el precio del Ford Kuga y proponer algunas alternativas similares entre los coches de la categoría.
Precio del Ford Kuga Titanium 2.0 TDCI 140CV 4WD
El precio del Ford Kuga, con el motor, la transmisión 4WD del modelo probado y el equipamiento base de la versión Titanium, ascendería a 31.730€ (a falta de promociones y descuentos como el plan PIVE, que a fecha de escribir estas líneas supondrían algo más de 4.000€ de rebaja). Sin embargo, para igualar la casi infinita lista de equipamiento que llevaba encima el coche que pudimos conducir durante una semana, habría que llegar hasta los más que respetables 38.620€ (promociones y descuentos aparte, de nuevo unos 4.000€). La distancia entre ambas cifras es muy grande y prácticamente cambia los rivales a los que debería enfrentarse.
Casi es necesario hacer un pequeño máster para entender lo que significa cada una de las opciones que llevan el precio de una cifra a la otra. Intentaré simplificarlo al máximo para que se entienda lo que es y qué tal va cada una de esas opciones, con la idea de facilitar el trabajo a un posible comprador.
Ayudas electrónicas a la conducción Ford
- Apertura y arranque sin llave con portón automático Ford Hands Free (600€) – Tiene su gracia que el portón se abra y cierre solo, pero además de ser caro, el mecanismo resulta algo lento (por seguridad, supongo) con lo que personalmente no lo recomiendo demasiado.
- Control de crucero adaptativo (ACC) con Foward Alert, radar de proximidad y capacidad de frenado autónomo (900€) – Este es uno de mis favoritos, aportando un nivel de seguridad en autopista realmente sobresaliente. Mantiene la velocidad constante, detecta los vehículos que nos preceden reduciendo el ritmo para mantener la distancia de seguridad y frena por nosotros en caso de despiste. Altamente recomendable, aunque tiene una pega, que es que el sistema de alerta se activa cuando nos acercamos mucho al coche de delante, aunque este se esté desviando (por ejemplo) y te mete unos sustos de pánico sin necesidad. Digamos que detecta, pero no comprende lo que detecta.
- Faros Bi-Xenon HID con ajuste automático y función cornering, Lavafaros , Luces diurnas LED y Luces traseras LED (PVP del paquete 900€, pero viene de regalo así que no hay que sumarlo).
- Paquete Tech (1.050,00 €) incluye Ford Active Vision con avisador de cambio involuntario de carril, asistente de mantenimiento de carril, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, control automático de luces de carretera, monitor de conducción segura, Active City Stop, detector de ángulos muertos (BLIS), retrovisores exteriores plegables eléctricamente y parabrisas térmico Quickclear – Vamos por partes aquí.
El avisador de cambio involuntario de carril con asistente es capaz de avisarnos y girar el volante para mantener el coche entre las líneas pintadas en la carretera. Junto con el control de velocidad adaptativo, en autopista da la sensación de que el conductor es prescindible (aunque sólo tomará el control puntualmente, avisándonos de que retomemos el volante). El reconocimiento de señales muestra el límite vigente en el cuadro (nos lo recuerda) además de otras señales y resulta más útil de lo que parece.
El control automático de luces de carretera gestiona la función de poner y quitar las largas ante la presencia de otros vehículos y funciona bastante bien. Va incluido en la versión Titanium sin coste adicional, y detecta coches que vienen de frente y coches que circulan en nuestro mismo sentido para no deslumbrarlos.
El monitor de conducción segura detecta la fatiga del conductor y reacciona con señales lumínicas y sonoras, además de recomendarnos un descanso. El Active City Stop es una frenada de emergencia a baja velocidad que pretende evitar o minimizar los daños de las colisiones por alcance (no lo hemos probado, por razones obvias) y el detector de ángulos muertos nos avisa si invadimos un carril por el que viene otro coche (y lo hace muy bien).
El parabrisas térmico Quickclear es un auténtico parabrisas calefactado, que derretirá la nieve y el hielo rápidamente para los amantes del esquí (o quien viva donde sea necesario) a cambio de mostrar miles de rayas verticales ante nuestros ojos (el mecanismo “se ve” en el parabrisas) introduciendo un tenue elemento de distracción frente a nuestros ojos ante ciertas condiciones de luz. Si no vemos mucha nieve al año, yo prescindiría de esto porque molesta un poco.
- Paquete Parking (550,00 €) – Retrovisores exteriores plegables eléctricamente , Sensor de parking delantero y trasero y Active Park Assist. La verdad es que resulta sorprendente cómo es capaz de aparcar solo el Active Park Assist en paralelo, pero hay que tener en cuenta que si el sitio es muy, muy justo, el sistema lo descartará, obligándonos a aparcar a mano justo cuando más haría falta un autómata. Para sitios con cierta holgura, aparca de cine.
- Aparte de todo esto, el coche lleva un dispositivo que cambia de color las luces del interior denominado Ford Ambient+ (de dudosa utilidad una vez pasado el primer momento de curiosidad), techo panorámico Open Air (1.000€) que tampoco es demasiado grande, asientos de cuero integral (1.600€), color de carrocería blanco (180€) y navegador con una diminuta pantalla de 5” (910€).
Como ya se ha mencionado, actualmente hay en vigor una oferta que nos descontará 4.150€ del precio final, incluyendo el plan PIVE y ciertos supuestos de financiación, pero esto podría cambiar a lo largo del tiempo y no ser aplicable a todos los clientes.
Posibles rivales del Ford Kuga
Llegados a este punto, tan solo nos queda echar un vistazo a los rivales a los que se tendrá que enfrenta el Ford Kuga a la hora de tomar una decisión de compra. La verdad es que el segmento se ha poblado mucho en los últimos tiempos y la cosa no está nada fácil para ninguno de ellos. Sin pretender se exhaustivos, vamos a ver algunos de los más claros.
Empezando por el principio, habría que mencionar ineludiblemente al Toyota RAV4, recientemente renovado de arriba a abajo. Es el pionero y la referencia del segmento, con un comportamiento campero por encima de la media (al menos hasta ahora).
En la versión 2013 se ha optado por unos tarados de suspensión totalmente de asfalto y se ha suprimido la rueda de repuesto (que queda como opción) dejando ver claramente una orientación para carretera y ciudad. En su versión 150D AWD, con 150 CV, encontramos el rival perfecto para nuestro Kuga, con un precio de partida que 29.990€ pero que quedaría muy parejo al irlo igualando en equipamiento.
Otro rival a considerar sería el Honda CR-V, que también acaba de ser totalmente renovado en 2013. Su amplitud interior y su confort y silencio de marcha suponen una apuesta por un enfoque familiar, y lo sitúan un punto por encima del Kuga en cuanto a vida a bordo, además de poner sobre la mesa un excelente y silencioso motor 2.2 diésel de 150 CV.
Probablemente sus aptitudes todo-terreno no sean su mejor baza, aunque la tracción integral que incorpora debería bastar para sacarnos de cualquier apuro sobre asfalto deslizante o nieve, sin llegar a situaciones extremas. Por último, un impresionante maletero de 589 litros impone su ley en la categoría en capacidad de carga.
Dentro de la variada oferta del segmento, otro modelo que podría considerarse un rival interesante del Kuga sería el Kia Sportage, que cuenta con algunos años ya en el mercado y se ha convertido en un atractivo superventas. En este caso, se trata de un coche casi de asfalto puro, con un motor diésel de 136CV más frugal que el del Kuga y unos acabados que nada tienen que envidiarle al Ford.
Aparte de un nivel de calidad francamente elevado, el Kia Sportage ofrece unos precios realmente competitivos en el segmento, un equipamiento completísimo (prácticamente sin opciones) y siete años de garantía total. A estos argumentos habría que reconocer gran parte del éxito de ventas del modelo, además de que la estética ha resultado muy acertada para el mercado europeo desde el primer momento.
Con un formato algo más compacto, tendríamos el Mazda CX-5. Sus principales bazas serían un consumo muy contenido, en base a una masa total muy baja y un motor turbodiésel con tecnología Skyactiv que es una auténtica joya (suave, progresivo, contundente y económico), junto con una dinámica claramente por encima de la media y al nivel de las mejores berlinas por su tacto en curva.
En definitiva y a falta de bastantes más rivales como el Mitsubishi Outlander, el Citroën C4 Aircross, el Hyundai ix35, o incluso un Nissan Qashqai tope de gama (algo justo este último en acabados, pero también algo más barato), lo que podemos concluir es que el Ford Kuga está peleando por uno de los segmentos más competidos del mercado, lleno de posibilidades a cada cual mejor, y lo hace con dos armas diferenciadoras muy claras.
El primer argumento de ventas, como elemento diferenciador del Kuga sobre su competencia, probablemente sea su equipamiento tecnológico que, a día de hoy, resulta muy difícil de igualar por ninguno de sus rivales. Eso sí, ese equipamiento habrá que pagarlo y no resulta especialmente barato, si bien hay que reconocer que estaremos invirtiendo en seguridad adicional muy palpable.
El segundo argumento diferenciador del Kuga con respecto a casi toda la categoría es un comportamiento digno de un turismo muy afinado, terreno en el que tendría como rival principalmente al Mazda CX-5 y poco más. Así pues, el Kuga se perfila como una opción perfectamente razonable como vehículo familiar, apto para excursiones a la nieve o pequeñas escapadas por caminos en buen estado y muy capaz de transportar a toda la familia.
En Diariomotor: ¿Qué SUV me compro? En busca de un SUV diésel con aptitudes 4×4 de menos de 40.000 euros | 4 razones por las cuales un SUV merece la pena hasta el último euro invertido | 5 razones por las cuales no deberías comprarte un SUV