En la vida de todo aficionado hay ocasiones en las que sin saberlo, asiste a una de esas carreras que por las circunstancias que sea va a pasar a la historia del deporte, bien por un final apretadísimo, como el ocurrido en el Gran Premio de España de 1981; por unas rocambolescas vueltas terminales, como sucedió en el Gran Premio de Mónaco de 1982; por la muerte de uno o más protagonistas, como en el Gran Premio de San Marino de 1994; o bien porque el segundo piloto dejó pasar al primero a pocos metros de cruzar la meta, como aconteció en el Gran Premio de Austria de 2002; etcétera. Son citas especiales en las que concurre una o varias situaciones extraordinarias, y hoy, en Silverstone, ha vuelto a suceder.
Nadie en su sano juicio podía prever la concatenación de hechos (lamentables unos, no tanto otros, felices los demás), como los que se han dado en el Gran Premio de Gran Bretaña esta misma tarde, una carrera que como decíamos esta misma mañana, venía marcada por una meteorología que había hecho muy complicado valorar correctamente y con antelación las exigencias de la prueba, y un insuficiente tiempo dedicado durante el fin de semana a la exploración por parte de los equipos de las prestaciones reales de los compuestos que había elegido Pirelli para la cita británica, los compuestos más duros de su gama PZero para 2013.
En este orden de cosas, tal y como estaba previsto, el tiempo soleado que bañaba Silverstone desde primeras horas de la mañana ha permitido disfrutar de un asfalto, que si es cierto que no había alcanzado la temperatura óptima para exprimir las posibilidades de las gomas más duras de la italiana, sí iba a permitir gestionarlas con mejor fortuna que ayer durante la tercera sesión de entrenamientos y la calificación.
Así las cosas, con los dos Mercedes AMG ocupando las dos primeras posiciones de la parrilla (Lewis Hamilton como poleman y Nico Rosberg a su lado), custodiados desde la segunda línea por los Red Bull de Sebastian Vettel y Mark Webber, el semáforo se ponía en verde a la hora prevista, dando lugar a que tras la desastrosa arrancada del aussie, el piloto británico de Brackley tomara con firmeza la cabeza de la prueba, seguido por Sebastian Vettel, quien se había quitado de encima a Nico Rosberg antes de llegar a la primera curva.
Detrás, Mark Webber colapsaba a buena parte de la parrilla a pesar de de las generosas dimensiones en anchura de pista que ofrece Silverstone, momento que aprovechan Felipe Massa y Jenson Button para ganar algunas posiciones, mientras Fernando Alonso, el segundo Ferrari, queda clavado en territorio de nadie.
La carrera discurre con absoluta normalidad durante sus primeros compases. Lewis Hamilton parece no tener rival y domina la prueba con consistencia. Sebastian Vettel permanece al acecho, a una distancia que le permite controlar las evoluciones de los dos Mercedes AMG, el que lleva delante y el que tiene detrás. Adrian Sutil (Sahara Force India) ocupa la 4ª posición, atosigado por un Felipe Massa que quiere abrirse paso para distanciar a un estupendo Daniel Ricciardo (Toro Rosso), que contiene con soltura a Fernando Alonso.
Pero en la vuelta 8 ocurre lo impensable. El neumático trasero izquierdo de Lewis Hamilton se dehace literalmente. El británico cede su posición al tricampeón de mundo mientras retorna a garajes. Todo parece seguir su curso, pero a la rueda trasera izquierda del F138 de Felipe Massa le sucede lo mismo que le ha ocurrido al coche del campeón del mundo de 2008, esta vez en el giro 10. Saltan las primeras alarmas ya que el viernes, un suceso de similares características afectaba al McLaren de Sergio Pérez.
Sin saber muy bien qué estaba pasando, las radios entre los pilotos y los muros crepitan repletas de preguntas y respuestas. Por precaución se recomienda no tocar los pianos, pero en la vuelta 14, la rueda trasera izquierda del Toro Rosso de Jean-Éric Vergne, clona lo sucedido en el W04 de Hamilton y el F138 de Massa.
Las alarmas se convierten en pánico ante una situación que se está yendo literalmente de las manos y Dirección de Carrera neutraliza la prueba sacando el Safety Car mientras los comisarios se afanan en limpiar la pista. Para ese momento la mayoría de pilotos ya han hecho su primera detención en garajes, y los que todavía no habían cambiado las gomas de sus vehículos, aprovechan para hacerlo.
El Coche de Seguridad estará en pista desde el giro 16 al 21. Pirelli no se aventura a dar una explicación convincente, con lo que la cautela recomendada por la FIA hasta ese preciso instante, sigue vigente y parece que será la sintonía para lo que queda de carrera. Sebastian Vettel lidera la prueba en la reanudación y es seguido por Nico Rosberg y Adrian Sutil. La neutralización y el consiguiente reagrupamiento de la parrilla favorece las aspiraciones del resto de participantes en el Gran Premio de Gran Bretaña, fundamentalmente las de Fernando Alonso, quien ha visto reducida la distancia que le separaba del alemán de Sahara Force India antes de la interrupción, y empieza a soñar con rentabilizar la 4ª posición que ocupa. Tras él se sitúan Kimi Raikkonen, Romain Grosjean, Daniel Ricciardo y Mark Webber.
Lewis Hamilton está firmando una bonita remontada a pesar de los daños que afectan a su coche. Felipe Massa también parece encontrarse en buena sintonía con su monoplaza, de manera que mientras en la cabeza de la carrera hay poco que contar, a partir de la 3ª plaza el interés se reparte entre los lances en pista y los intentos de los muros de las escudería por quebrar a los rivales jugando con las estrategias.
Hacia el giro 40 la carrera ya ha vuelto a la normalidad más absoluta y nada hace sospechar que suceda algo que distorsione una nueva victoria de Sebastian Vettel. Pero sucede, y en la vuelta 41 la caja de cambios del RB9 de alemán dice basta. El segundo Safety Car de la jornada es desplegado mientras se retira el vehículo número 1. Estará circulando sobre el asfalto de Silverstone desde la 42 a la 45, intervalo de tiempo que es aprovechado por pilotos como Fernando Alonso para cambiar a uno de lo juegos de neumáticos blandos que aún le quedan. Por el contrario, Lotus recomienda a Kimi Raikkonen que se quede en pista y defienda la 2ª posición, cometiendo un error que costará al finlandés perder toda posibilidad de pisar el podio.
La reanudación compensará con creces el tedio que se ha soportado. El neumático trasero izquierdo del McLaren de Sergio Pérez también revienta. Quedan apenas 7 vueltas y Fernando Alonso desde atrás y Mark Webber delante, protagonizan sus respectivas batallas por terminar entre los tres primeros. Nico Rosberg aguanta, pero Kimi Raikkonen comienza a ceder terreno en cuanto las gomas de su E21 empiezan a mostrar signos de debilidad, y es rápidamente superado por el australiano de Milton Keynes, quien a partir de ese momento, empieza el acoso a la primera posición.
Por su parte, Fernando Alonso da buena cuenta de Adrian Sutil, llevando en su rebufo a un Lewis Hamilton que no está por la labor de haber dicho la última palabra, y que a su vez, también supera al alemán de Force India. Los antiguos compañeros en McLaren, atacan a Kimi Raikkonen y lo terminan rebasando, mientras Felipe Massa se acerca peligrosamente a la cola del vehículo de Iceman, firmando así una preciosa remontada que no podrá ser coronada con un mayor éxito, sencillamente porque la prueba se está acabando, por suerte para el asturiano de Ferrari, cabe decirlo, porque el nivel de hostigamiento al que le somete Lewis Hamilton en los giros finales, podía haber fructificado en cualquier momento.
Delante, Nico Rosberg sostiene a Mark Webber y logra su 2ª victoria de la temporada. El australiano será 2º y Fernando Alonso, 3º. Lewis Hamilton aparece en 4ª posición, seguido por Kimi Raikkonen y Felipe Massa. Adrian Sutil sólo puede terminar 7º, por delante de un Daniel Ricciardo que en Silverstone lo ha dado todo. 9º será Paul Di Resta y cerrando la tabla de reparto de puntos, Nico Hulkenberg ocupando la 10ª plaza.
Las claves:
—La desastrosa intervención de Pirelli.
—El abandono de Sebastian Vettel.
—El error estratégico de Lotus.
Lo mejor:
—Lewis Hamilton, sin paliativos.
—Nico Rosberg, el vencedor.
—Mark Webber.
Lo peor:
—Pirelli, también sin paliativos. No es de recibo 4 reventones en una misma prueba.
Fuente: Formula1.com / Statsf1.com
En Diariomotor: Calificación del Gran Premio de Gran Bretaña. Hamilton logra la «pole» y Raikkonen y Alonso pierden opciones
