Lo reconocerás por su tez joven, aunque ya cuenta casi cuarenta primaveras, barba de tres días y una pasión por el automovilismo que comenzó a explotar bastante tarde. Y es que Sébastien Loeb no responde al clásico cliché del piloto que en cuanto estaba dando sus primeros pasos ya pilotaba un kart, sino más bien al de un joven atleta que desde niño despuntó como gimnasta mostrando su carácter competitivo, hasta que con 21 años decidió dejarlo todo para dedicarse a la competición automovilística.
Sus primeros pinitos comenzaron con la marca con la que sigue ligado hasta la fecha y a la que dio exactamente nueve títulos de pilotos y otros tantos de constructores (en realidad serían ocho, el de 2006 lo logró con un Citroën “no oficial” del equipo Kronos). Sébastien Loeb es el piloto más laureado de la historia del World Rally Championship y también el único que ha podido batir a los nórdicos en casa. Hasta 2004 ningún piloto que no fuera nórdico, ni nuestro gran Carlos Sainz que sí ganó en los 1.000 Lagos, había vencido en Suecia. Loeb ha vencido el Rally de los 1.000 Lagos en tres ocasiones, las mismas que un tal Juha Kankkunen…
Tras una década en la élite del WRC, Sébastien Loeb se propuso afrontar nuevos retos, de forma que prácticamente ninguna categoría del automovilismo parece fuera del alcance de este alsaciano. Su espíritu competitivo y su pasión por las carreras también es compartido con su mujer, que en más de un rally fuera del WRC se ha encargado de leerle las notas en el asiento del copiloto cuando su inseparable Daniel Elena no estaba allí para cumplir con su intachable labor de escudero. Loeb ha participado también en algunos Rallycross y en el espectáculo de los X-Games.
Cualquier profano pensará que su abandono parcial del WRC se debe únicamente al objetivo de participar en otras carreras tan motivadoras para un piloto como las 24 Horas de Le Mans o Pikes Peak. Pero lo cierto es que ya en 2005 y en 2006, en sus mejores años en el WRC, participó con los LMP1 de Pescarolo y llegó a subir al cajón. En 2005, por cierto, ganaría el WRC con una de las superioridades más aplastantes que se recuerden, anotándose diez rallyes de quince.
Aunque a Sébastien Loeb le firmaría un cheque en blanco cualquier marca, podría decirse que salvo contadas ocasiones es un piloto fiel a quienes apostaron por él desde un principio, el Grupo PSA y las marcas Citroën y Peugeot. En 2013 mientras seguía compitiendo (y ganando) en un programa corto del WRC, también ha estado participando en el campeonato del FIA GT con un McLaren e invitado en algunas carreras de la Porsche Supercup.
Si Peugeot quiere batir un récord en Pikes Peak y montar un revuelo y un espectáculo mediático en Europa poco usual para una prueba norteamericana como esta, allí está Loeb. Si Citroën quiere asaltar el campeonato de turismos del WTCC, allí está Loeb. En 2008 le ofrecieron subirse a un Fórmula 1 y participar en los tests de invierno de Montmeló y no solo logró adaptarse al monoplaza, con las enormes diferencias que existen respecto a un WRC, sino también marcar un tiempo muy respetable.
Loeb siguió intentándolo con la Fórmula 1 pero aunque a muchos equipos les encantaría contar con el tirón de Sébastien, es probable que al francés “se le haya pasado el arroz”. De momento la FIA no le ofrecería la Superlicencia que le acreditaría para competir en la Fórmula 1 por falta de méritos en campeonatos de circuito de categorías inferiores.
Precisamente a partir del año que viene estará participando en la nueva andadura de Citroën en el WTCC.
Las andanzas de Sébastien Loeb fuera del WRC:
- [2013] Loeb invitado a la Porsche Supercup
- [2013] Peugeot consigue el récord en Pikes Peak
- [2014] Citroën entrará en el WTCC