El pasado 19 de diciembre, la Comisión Europea decidió prohibir el uso del refrigerante R134a debido a su alto potencial de calentamiento global. Más específicamente, el R134a tiene un índice de calentamiento global (GWI por sus siglas en inglés) de 1430, muy superior al índice máximo de 150 permitido por la UE. Desde el 1 de enero de 2013, todos los vehículos de nueva fabricación tienen prohibido el uso de este refrigerante gaseoso. Allá por 2009, la industria del automóvil ya había decidido utilizar el refrigerante HFO 1234yf, con un GWI de sólo 4.
Todos los fabricantes deberían haber erradicado el uso del R134a actualmente, pero el gobierno francés ha descubierto que Mercedes aún sigue utilizándolo en algunos modelos. Desde el pasado mes de junio, la venta del Mercedes SL, el Mercedes Clase A y el Mercedes Clase B están paralizadas en Francia debido al veto que las autoridades han impuesto sobre el modelo. La situación no parece que vaya a tener solución rápida, puesto que la Comisión Europea ha dicho este mismo martes que el gobierno francés tiene razón en su decisión.
¿Qué ha llevado a Mercedes a seguir utilizando un refrigerante prohibido? Al parecer, las autoridades alemanas han hecho la vista gorda ante la firma de la estrella, que se escuda en que el uso del refrigerante sustitutivo propuesto tiene un mayor riesgo de incendio. Por su parte, Honeywell, que es el mayor fabricante del HFO 1235yf junto a Dupont, señala que este último no sólo no añade más riesgo de incendio sino que resulta más barato y 1.000 veces menos contaminante.
Por el momento, la Comisión Europea trabajará junto con los gobiernos francés y alemán para intentar llegar a una solución. Alemania tiene de plazo hasta el 28 de agosto para explicar su decisión final, mientras que el resto de Estados miembros de la UE exigen que todos los fabricantes cumplan la legislación. Hasta que este problema se solucione, Mercedes ya ha estimado que este veto a los tres modelos citados anteriormente supondrá aproximadamente el 2% de sus ventas previstas (unas 29.000 unidades en cifras absolutas).
Visto lo visto, y sin posibilidad de poder profundizar más en el tema ante la ausencia de informaciones más detalladas, parece que Mercedes tiene complicado continuar con la cabezonería de continuar utilizando un refrigerante prohibido, ya que la Comisión Europea está más por la labor de hacer cumplir la ley cuanto antes que de extender la vista gorda a la decisión de Mercedes. Además, para evitar esa pérdida de ventas que ya está sufriendo en Francia, Mercedes querrá poner punto y final a la situación cuanto antes, y el camino más corto es el de plegarse a las evidencias y darse por vencida.
Fuente: Autonews
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