La gama Holden Commodore ha sido renovada al completo con la familia VF. Hemos visto diversos ejemplares en forma berlina, pero no es posible disociar Commodore de Ute. La versión turismo pick-up de la berlina australiana es posiblemente uno de los vehículos más queridos en nuestras antípodas. El concepto ha acabado derivando a un vehículo muy peculiar con una dosis más que abundante de deportividad. Sin entrar en la división HSV (Holden Special Vehicles), las Commodore Ute SS-V son las versiones más potentes a la venta.
Dentro de las Commodore SS-V, la versión Redline tiene un kit estético más agresivo y un setup más deportivo. En un espectacular color rojo, con llantas negras y una suspensión adaptada al Infierno Verde, el piloto australiano Rob Trubiani se lanzó a la pista con el objetivo de lograr un tiempo de vuelta de al menos 8 minutos y medio. Antes de descubrir si lo logró o no debemos decir que no llevaba una máquina cualquiera. No es la versión más potente de la gama, pero su Commodore Ute llevaba un poderoso 6.0 V8 bajo el capó.
No es ningún campeón de la potencia específica: desarrolla 360 CV a 5.600 rpm, con un par máximo de 530 Nm a 4.400 rpm. El motor General Motors tiene dos válvulas por cilindro y no es ningún portento tecnológico, pero tiene un par motor enorme y una potencia más que suficiente para propulsar a esta pick-up de 1.745 kg de peso hasta los 100 km/h en unos 5 segundos. Su caja de cambios es manual de seis relaciones, y toda la potencia va sin contemplaciones al eje trasero. Es más old-school que muchos muscle car americanos actuales…
Aunque en Nürburgring les dijeron que tendrían suerte si lograban un tiempo de vuelta de 8 minutos 40 segundos, el piloto australiana consiguió llevar a la pick-up al límite. El resultado ha sido un espectacular tiempo por vuelta de 8:19.47, nada mal para un vehículo comercial, técnicamente hablando. Para poner el tiempo en perspectiva, el Cadillac CTS-V de 560 CV marcó un tiempo de 7 minutos y 59 segundos y el BMW M3 E46, un deportivo ligero con 343 CV de potencia rodó a razón de 8 minutos y 22 segundos. En Holden están francamente orgullosos.
Un detalle curioso, la caja de cambios empleada para la vuelta de récord ha sido la automática opcional, en lugar de una caja manual, de serie en esta versión. El chasis de la Holden Commodore Ute es la plataforma Zeta de General Motors, que entre otros vehículos conforma la base del Chevrolet Camaro. Hasta que Ford no meta uno de sus Falcon Ute en el Nordschleife, los Commodore Ute tienen el récord de vuelta para las pick-up. Os dejamos un vídeo de la hazaña sobre estas líneas.
Fuente: Axis of Oversteer
En Diariomotor: Holden Commodore VF en carrocerías ranchera y UTE, el sedán V8 por excelencia se diversifica | Holden Commodore VF, se presenta el hermano mellizo del nuevo Chevrolet SS