Así es la visión del turismo del futuro o, mejor dicho, del presente para BMW. Eléctrico, premium, tecnológico pero sobre todo sostenible y económico. Así es el BMW i3, el primero de una nueva saga de modelos eléctricos que se agruparán en la nueva marca BMW i. Si con esta carta de presentación no teníamos suficiente como para asegurar que estamos ante uno de los modelos más revolucionarios de la marca de Munich en mucho tiempo, este automóvil se ha diseñado con unas proporciones características de un segmento inédito para la marca, el del pequeño monovolumen.
Como ya hemos ido hablando durante las últimas semanas, el BMW i3 contará con cuatro plazas y un sistema de puertas en sentidos opuestos. En España se comercializará con un precio desde los 35.500 euros y en nueve puntos de venta seleccionados por la marca. Ese precio no incluirá algunos opcionales tan interesantes como el extensor de autonomía, que no es otra cosa con un pequeño motor de gasolina de dos cilindros pensado para recargar las baterías y permitirnos alcanzar una autonomía máxima en condiciones reales cercana a los 300 kilómetros.
El BMW i3 es un pequeño monovolumen de cuatro plazas sin pilar central
El BMW i3 además de monovolumen goza de unas dimensiones muy compactas, con una longitud de 3.999 milímetros es aproximadamente treinta centímetros más corto que un BMW Serie 1. No solo destaca su escasa longitud sino también su altura, de exactamente 1.578 milímetros. Para mantener la practicidad y el espacio BMW ha optado por reducir a su mínima expresión los voladizos, también a optar por una solución de puertas traseras de apertura en sentido opuesto a las delanteras (puertas suicidas) y renunciar al pilar central. Esta característica facilitará, sin lugar a dudas, el acceso a las plazas traseras.
Recordemos que esta solución de puertas suicidas y carencia de pilar central es muy parecida a la empleada por el Ford B-MAX. La diferencia con el modelo del óvalo azul está en que en el BMW i3 las puertas traseras van ancladas al marco posterior y no son correderas.
Otro detalle interesante es que el BMW i3 contará únicamente con cuatro plazas, aunque la banqueta posterior es de una sola pieza.
Aluminio y fibra de carbono para lograr un eléctrico muy ligero
Entre las peculiaridades de ingeniería no podíamos olvidarnos de la utilización de materiales poco convencionales en turismos de a pie. El BMW i3 cuenta con una carrocería de fibra de carbono ensamblada como una estructura que la marca denomina LifeDrive. Entre otras cosas se ha concebido pensando en situar un modulo de aluminio en la base en el que se integraría el conjunto propulsor, el acumulador, el chasis, el motor eléctrico, las baterías de ión de litio y la electrónica funcional.
La construcción en fibra de carbono no es asequible por los procesos que se requieren para su ensamblado, pero no nos debemos olvidar de la gran ventaja que supone el uso de este material, un 50% más ligero que el acero pero no por ello menos resistente.
El BMW i3 no es mucho más pesado que cualquier compacto con motor térmico, en vacío marca 1.195 kilogramos sobre la báscula. El equilibrio de pesos entre ejes está exactamente al 50%.
Un diseño atrevido y futurista, el leitmotiv de la marca BMW i
El diseño exterior se ha cuidado hasta el punto de conservar muchos detalles del prototipo original del BMW i3 que conocíamos hace dos años en el Salón de Frankfurt. Se ha mantenido una superficie de color negro brillante, denominada Stream Flow, que se convertirá en el leitmotiv de la nueva oleada de productos BMW i. También se ha agrandado la superficie acristalada rompiendo la continuidad de la línea lateral en las plazas traseras.
El BMW i3 estará disponible con seis colores diferentes, dos en un acabado básico y cuatro metalizados. Opcionalmente podrá configurarse con techo solar y faros LED completos con haz de luz adaptativo.
De serie ya contará con unas llantas de 19 pulgadas y un neumático pensado para minimizar la resistencia a la rodadura, con un formato 155/70 R19. Pero opcionalmente se podrá optar por una llanta incluso mayor, de 20 pulgadas. Sorprende el gran tamaño de las llantas y el formato estrecho de las ruedas en un automóvil de estas características, pero imaginamos que habrán primado intereses estéticos y sobre todo relativos a la eficiencia y el consumo energético.
Un habitáculo futurista pero muy elegante, exclusivo y funcional
Tan sorprendente lo que vemos por fuera de este BMW i3, como lo que aún no hemos visto en su interior. Al diseñar un pequeño monovolumen como este, considerablemente alto para un segmento B y más cercano a la idea del pequeño monovolumen, BMW pensaba en facilitar el acceso a bordo y hacer que su conducción fuera agradable con un puesto elevado. Las dos plazas traseras carecen de túnel central, por lo que el espacio para las piernas debería ser bastante holgado.
El BMW i3 no dispone de un cuadro de instrumentos al uso, sino una pantalla de 5,5 pulgadas con el velocímetro y todos los indicadores habituales. También como una segunda pantalla denominada Control Display (de 6,5 o de 8,8 pulgadas, según versión) dedicada a los sistemas de entretenimiento, información y navegación, que son especialmente importantes por los servicios de conectividad de BMW Connected Drive que nos permitirán organizar los viajes considerando lo limitado de sus baterías o incluso conocer el nivel de carga de estas desde nuestro propio teléfono móvil.
BMW ha cuidado mucho las líneas del salpicadero, altamente modernistas, y los contrastes entre colores y revestimientos. Por ejemplo puede optarse a tapizados de piel y revestimientos en madera de eucalipto. Existirá un acabado básico, denominado Atelier, y tres líneas diferentes denominadas Loft (equilibrio elegante), Lodge (calidad y materiales naturales) y Suite (la máxima exclusividad)
Un motor eléctrico potente y extensión de autonomía opcional
Con todo lo dicho anteriormente parecería que nos habíamos olvidado de su mecánica, pero precisamente nos lo habíamos reservado para el final. El BMW i3 cuenta con un motor eléctrico, situado sobre el tren trasero, que desarrolla 170 CV de potencia y entrega 250 Nm de par desde que se pone en marcha. Su potencia y su inmediatez hacen que este eléctrico de tracción trasera sea bastante rápido. El 0 a 100 km/h lo realiza en 7,2 segundos, un tiempo muy parecido al del BMW 118i, también con 170 CV. De 0 a 60 km/h tarda 3,7 segundos.
Las baterías de ión de litio permiten una autonomía máxima, según BMW en condiciones de uso real, de entre 130 y 160 kilómetros. Si así lo deseamos también podremos optar por un extensor de autonomía, un motor de gasolina de dos cilindros y 650 cm3 y 34 CV, también montado sobre el eje posterior, que recargaría las baterías aumentando su autonomía hasta los 300 kilómetros.
Fuente: BMW
En Tecmovia: BMW i3, un nuevo gran paso para la movilidad eléctrica